Protestas para poder protestar

Un tribunal de Rostock conden¨® ayer en un procedimiento de urgencia a 10 meses de prisi¨®n sin libertad condicional a un manifestante por tentativa de un delito de lesiones y desordenes p¨²blicos. Al condenado, de 31 a?os, que no ten¨ªa antecedentes penales, lo detuvieron en las manifestaciones violentas del s¨¢bado cuando lanzaba adoquines contra la polic¨ªa. Dos polic¨ªas testificaron contra el condenado y el tribunal no consider¨® el testimonio de descargo de un manifestante. Se trata de la primera condena de un manifestante violento y se espera que su dureza tenga un efecto disuasorio para los pr¨®ximos tres d¨ªas de la cumbre del G-8.

Un segundo golpe sufrieron ayer los organizadores de las protestas con las dos primeras resoluciones del Tribunal Federal Constitucional, que confirm¨® que las limitaciones policiales a los manifestantes no son anticonstitucionales. Las limitaciones son de tal calibre que los organizadores desconvocaron las previstas en el aeropuerto de Rostock para expresar la protesta ante la llegada de los mandatarios. El presidente de Estados Unidos, George W. Bush, fue el primero en llegar ayer a Rostock. El m¨¢ximo tribunal alem¨¢n confirm¨® que los manifestantes s¨®lo podr¨¢n reunirse a 500 metros de distancia. Queda pendiente una resoluci¨®n sobre una marcha convergente hacia el hotel de la cumbre que la polic¨ªa retir¨® hasta cinco kil¨®metros de distancia.

Al mismo tiempo, se ha desencadenado en Alemania una pol¨¦mica sobre la actuaci¨®n policial el s¨¢bado. Los violentos del llamado Bloque Negro o aut¨®nomos, grupos no organizados de tendencia anarcoide, se mezclaron con los manifestantes pac¨ªficos y se produjo la batalla callejera en Rostock. La polic¨ªa registr¨® unos 500 heridos en sus filas, pero todo parece indicar que contabilizaron hasta los dolores de muelas. De los manifestantes hubo otros tantos. Desde entonces campea por los titulares de prensa la escandalosa cifra de 1.000 heridos.

La t¨¢ctica policial de la llamada desescalaci¨®n fracas¨® el s¨¢bado ante la presencia de unos 3.000 aut¨®nomos dispuestos a todo que todav¨ªa se encuentran en la regi¨®n en torno al lugar de la cumbre. Est¨¢ abierto un debate sobre la t¨¢ctica policial para los pr¨®ximos d¨ªas y todo indica que se imponen los partidarios de reprimir con dureza cualquier atisbo de disturbio. Pol¨ªticos de la coalici¨®n de gobierno, democristianos (CDU / CSU) y socialdem¨®cratas (SPD), piden que se dote a los polic¨ªas de proyectiles de goma para dispararlos contra los manifestantes. El mayor sindicato policial se opone de forma contundente por el riesgo que supone. Esas bolas de goma pueden llegar hasta a matar con el impacto, y adem¨¢s herir a inocentes que se manifiestan de forma pac¨ªfica. Konrad Freiberg, presidente del sindicato policial, declar¨® que la misi¨®n de la polic¨ªa es "llegar adonde est¨¢n los violentos y detenerlos. Para eso no sirven los proyectiles de goma".

Otra propuesta que se debate es utilizar la unidad especial GSG 9 en las manifestaciones de estos d¨ªas. Este grupo policial especial se cre¨® tras el atentado palestino en los Juegos Ol¨ªmpicos de M¨²nich en 1972 y tuvo su momento de gloria en el rescate de los rehenes del avi¨®n de Lufthansa en Mogadiscio que un comando palestino secuestr¨® en octubre de 1977 para conseguir la liberaci¨®n de los presos del grupo Baader-Meinhof. El GSG 9 mat¨® a tres de los cuatro terroristas y ning¨²n pasajero sufri¨® heridas de importancia.

El polic¨ªa sindicalista Freiberg se opone tambi¨¦n al empleo del GSG 9, porque "la polic¨ªa sabe c¨®mo actuar contra los violentos. El GSG 9 tiene otras misiones, como la lucha antiterrorista y la protecci¨®n a los pol¨ªticos". Organizadores de las protestas critican la propuesta de mezclar al GSG 9 en la represi¨®n como un intento de criminalizar a los manifestantes y situarlos en el ¨¢mbito del terrorismo.