"Europa sigue siendo Kafka"
Carlos Fuentes, el novelista mexicano que naci¨® en Panam¨¢, est¨¢ a punto de cumplir 79 a?os y nadie lo dir¨ªa. Esta noche abre en Madrid un coloquio sobre el bicentenario de las independencias de Hispanoam¨¦rica, organizado por la C¨¢tedra Cort¨¢zar, que ¨¦l, Garc¨ªa M¨¢rquez y otros montaron para que nadie se olvidara del gran cronopio. Fuentes viene ahora de Praga, de una visita que hace dos a?os tuvo que suspender. All¨ª, el Instituto Cervantes le ha dedicado su biblioteca, que en su d¨ªa inauguraron don Felipe y do?a Letizia. Do?a Letizia, por cierto, fue su entrevistadora cuando a Fuentes le dieron el Pr¨ªncipe de Asturias, hace 14 a?os. Ahora, el escritor ha ido a la capital checa y all¨ª ha rememorado una historia que empieza siendo kafkiana.
"Estados Unidos acab¨® con el multilateralismo, y eso es fatal"
"Nos la hemos pasado buscando la identidad. Ya la tenemos. Ahora, a por la diversidad"
Pregunta. ?C¨®mo ser¨ªa aquello!
Respuesta. Se hab¨ªa producido la invasi¨®n sovi¨¦tica, en agosto del 68. Y la Uni¨®n de Escritores nos invit¨® all¨ª, a Cort¨¢zar, a Gabo, a m¨ª mismo. ?Como si no hubiera pasado nada!
P. Y fueron en tren.
R. Para contento de Julio, que se pas¨® la noche cont¨¢ndonos las novelas en las que aparecen trenes, desde Tolst¨®i a Agatha Christie... Ya hab¨ªan estado all¨ª, en oto?o, Sartre, Simone de Beauvoir, G¨¹nter Grass... Y nosotros llegamos en diciembre.
P. Les recibi¨® Milan Kundera.
R. Alarmad¨ªsimo. "?No se crean nada, quiero contarles lo que ocurri¨®!" ?Y nos lo cont¨® en una sauna! Era el ¨²nico sitio donde se pod¨ªa hablar sin que te oyeran. Cort¨¢zar no fue. "?Soy demasiado alto para saunas!".
P. Y all¨ª les cont¨®.
R. Nosotros desnudos y ¨¦l contando. Y nosotros sudando, hasta que le pedimos que nos llevara a una ducha. Nos sac¨® aparte, nos puso en un terrapl¨¦n ?y desde all¨ª nos arroj¨® al vac¨ªo!
P. ?Al vac¨ªo?
R. ?Hubiera sido mejor! Nos arroj¨® al r¨ªo Ultaba, que estaba absolutamente congelado. Ah¨ª ca¨ªmos Gabo y yo; de vez en cuando asom¨¢bamos la cabeza. A nosotros se nos antoj¨® un siglo. A veces Gabo dec¨ªa: "?Si yo soy una orqu¨ªdea tropical...!".
P. Saldr¨ªan odi¨¢ndole...
R. En efecto, salimos odi¨¢ndolo... Y am¨¢ndolo. F¨ªjese que ¨¦l acababa de vivir una tragedia que le hab¨ªa roto el coraz¨®n; llegamos meses despu¨¦s de que los sovi¨¦ticos invadieran Checoslovaquia, y eso a Milan y a tantos otros les rompi¨® la vida... Se hab¨ªa interrumpido aquel experimento del socialismo con rostro humano, se interrump¨ªan hechos est¨¦ticos tan importantes como el cine que dio de s¨ª Las margaritas, Romeo y Julieta en las tinieblas, Trenes rigurosamente vigilados... El pa¨ªs de Kafka, con un humor fuera de serie...
P. Le impresion¨® el humor...
R. Equivocaban a los soldados sovi¨¦ticos, les hac¨ªan tomar caminos distintos a los que quer¨ªan, los hac¨ªan estrellarse contra los espejos, ?los rusos nunca hab¨ªan visto puertas de vidrio! El mariscal Greshko arremeti¨® contra un muro, ?y lo llamaron El Mural de Greshko!
P. Cachondos. ?Y ahora?
R. Entonces hab¨ªa tristeza y humor, es decir, melancol¨ªa... Lo he visto ahora con la mirada cr¨ªtica que aconseja Milos Forman: "[En Europa Central] salimos del zool¨®gico y entramos en la selva...". En aquella Checoslovaquia la literatura ten¨ªa un altar; ahora ya no dominan las grandes novelas, domina el Playboy... Como todos los pa¨ªses que fueron comunistas, se est¨¢ acomodando, y en ese proceso no saben todav¨ªa la frontera que hay entre libertad y libertinaje... Hay buen teatro. Hab¨ªa sido del primer mundo, fue del tercer mundo, vuelve al primer mundo. Se acomoda. Ahora mira con recelo a los rusos, y con codicia a los norteamericanos. All¨ª coincid¨ª ahora con Bush. Rodeado de polic¨ªas.
P. Estaba tambi¨¦n Aznar.
R. Prefer¨ª no enterarme.
P. Ha vuelto a un nuevo mundo...
R. Hubo guerra fr¨ªa, luego deshielo r¨¢pido... Estados Unidos acab¨® con el multilateralismo, y eso es fatal. El que venga detr¨¢s de Bush no podr¨¢ seguir con esa pol¨ªtica que desprecia el derecho y la diplomacia.
P. Ahora que ha revisitado el lugar de Kafka. ?Sigue siendo ¨¦ste el esp¨ªritu de Checoslovaquia?
R. Y de Europa, como Samuel Beckett... Faulkner es el esp¨ªritu de Am¨¦rica. Los tres constituyen una idea que la literatura representa como nadie: no hay buenos y malos. Del antagonismo nace la buena literatura.
P. Y su literatura, ?c¨®mo va?
R. ?Acabo de terminar una comedia musical! Es parte de un compromiso que hace a?os adopt¨¦ con Mario Vargas Llosa: cada uno de los autores de nuestra generaci¨®n ten¨ªa que escribir sobre un dictador. Lo hicieron ¨¦l, Gabo, Roa, Carpentier... El m¨ªo era Santana, un presidente mexicano cojitranco que fue presidente 11 veces. ?Y lo he escrito en clave de comedia musical!
P. Esta tarde habla del bicentenario de las independencias hispanoamericanas...
R. S¨ª, nos la hemos pasado buscando la identidad. Ya la tenemos. Ahora, a por la diversidad, ¨¦se es el reto.
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