Las muchas historias de Espa?a
Una nueva colecci¨®n se enfrenta al pasado superando los grandes mitos esencialistas
"He intentado escribir una visi¨®n de la historia que incluyese tambi¨¦n a los excluidos de la participaci¨®n activa en la pol¨ªtica del liberalismo, que al fin y al cabo eran los m¨¢s, y que tratase de escuchar lo que pensaban y so?aban, en lugar de limitarse a hablar de reyes, ministros y espadones", explica Josep Fontana, autor del volumen sexto y codirector, junto a Ram¨®n Villares, de la Historia de Espa?a que acaban de empezar a publicar las editoriales Marcial Pons y Cr¨ªtica.
"He intentado escribir una visi¨®n de la historia que incluyese tambi¨¦n a los excluidos de la participaci¨®n activa en la pol¨ªtica del liberalismo, que al fin y al cabo eran los m¨¢s, y que tratase de escuchar lo que pensaban y so?aban, en lugar de limitarse a hablar de reyes, ministros y espadones", explica Josep Fontana, autor del volumen sexto y codirector, junto a Ram¨®n Villares, de la Historia de Espa?a que acaban de empezar a publicar las editoriales Marcial Pons y Cr¨ªtica.
El ambicioso proyecto (la ¨²ltima historia general de Espa?a se public¨® hace 25 a?os, dirigida por Tu?¨®n de Lara) tendr¨¢ 12 vol¨²menes, escritos por prestigiosos especialistas. Diez de ellos reconstruyen el pasado desde criterios cronol¨®gicos, con un peso decidido sobre las ¨¦pocas m¨¢s recientes, y los otros dos lo hacen de manera transversal: en uno, de lo que se trata es de profundizar en la relaci¨®n de Espa?a con Europa; en el otro, se analiza el proceso de construcci¨®n de las historias de un pa¨ªs plural, atendiendo a sus debates y a sus mitos.
Ram¨®n Villares, uno de los directores, comenta que han intentado hacer "una historia menos esencialista de lo que se acostumbraba hasta ahora. Pensamos esta obra como un trabajo de reflexi¨®n intelectual y no de adoctrinamiento patri¨®tico". Tres son los vol¨²menes que se han publicado ya: La ¨¦poca del liberalismo, de Josep Fontana, Rep¨²blica y guerra civil, de Juli¨¢n Casanova, y Monarqu¨ªa e imperio, de Antonio-Miguel Bernal. Los tres autores de estos t¨ªtulos estuvieron el jueves en la Feria del Libro para debatir sobre las l¨ªneas maestras de la historia de Espa?a, y contestaron por correo electr¨®nico -junto a Villares- algunas cuestiones para este reportaje.
?C¨®mo tratar el pasado, c¨®mo volver sobre ¨¦l? El camino parece sembrado de minas. Franco odiaba tanto el liberalismo que lo diagnostic¨® de manera inequ¨ªvoca: "El siglo XIX que nosotros hubi¨¦ramos querido borrar de nuestra historia es la negaci¨®n del esp¨ªritu espa?ol, dijo en 1950", cuenta Fontana. Fue tal el horror que le inspiraba al dictador aquel periodo que no reivindic¨® "ni siquiera la guerra de la Independencia, tal vez porque en ella parec¨ªa contar m¨¢s el pueblo que los generales".
Ram¨®n Villares explica que han tratado de evitar "muchos de los lugares comunes e incluso algunos mitos fundadores del relato hist¨®rico espa?ol: el car¨¢cter ind¨®mito, la cerraz¨®n al exterior, la religiosidad, el desprecio de Al Andalus, la conciencia de la diferencia existente entre los distintos reinos. El proceso de nacionalizaci¨®n de la Espa?a contempor¨¢nea, o el papel de la Iglesia, se plantean no en t¨¦rminos de defensa ideol¨®gica, sino de problemas que explican la configuraci¨®n de la Espa?a actual".
Esp¨ªritu espa?ol, pueblo, generales, car¨¢cter ind¨®mito. En cuanto se vuelve la vista atr¨¢s va pesando la carga de los propios puntos de vista. "En la construcci¨®n de eso que llamamos Espa?a hay muchas historias que dependen del prisma que se utilice para contarlas", dice Juli¨¢n Casanova. "La historia no es s¨®lo contenido, sino tambi¨¦n forma, c¨®mo se cuenta, y esta colecci¨®n tiene el empe?o de esforzarse por introducir la elegancia narrativa".
Antonio-Miguel Bernal explica que se ha centrado en la historia del largo siglo XVI (1476 a 1598). "El siglo por excelencia de la historia espa?ola en la historia universal", dice. As¨ª que cuenta lo que pas¨® entonces en los reinos de este pa¨ªs, "en un momento excepcional en que se forma el Estado moderno en Europa, surgen los nacionalismos estatalistas, se forman las culturas y lenguas nacionales oficiales, se crean los primeros imperios, se fijan los territorios de los Estados y sus fronteras...". Bernal, que defiende de su enfoque la voluntad de relacionar lo que pasaba con los reinos y pueblos de aqu¨ª con lo que pasaba en los de Europa, reconoce haber cierto ¨¦nfasis en las singularidades de Espa?a.
Frente al viejo discurso de la Espa?a esencialista, la vocaci¨®n de este proyecto es ofrecer "una situaci¨®n normalizada, sin urgencias de orden pol¨ªtico o moral", cuenta Villares. Salir de los discursos solemnes y contar lo que pas¨®. Una forma de acercarse a lo que se ha hecho ya, y se pretende hacer, es dar la voz a los autores de los t¨ªtulos publicados.
"Para entender la historia espa?ola desde el siglo XVI hasta el presente, hay tres factores decisivos", cuenta Bernal. "La fortaleza de una fe excluyente -ser hereje era ser traidor pol¨ªtico-, una uniformizaci¨®n estatalista sin haber logrado una unidad -de ah¨ª las carencias hist¨®ricas hispanas en el tema de la lealtad constitucional- y el papel esencial de las colonias: la Am¨¦rica colonial fue lo m¨¢s espa?ol de Espa?a".
"Cuando se consolid¨® lo que parec¨ªa ser una monarqu¨ªa parlamentaria constitucional", explica Fontana, "los liberales se cuidaron bien de fijar las reglas que les aseguraban que la mayor parte de la poblaci¨®n quedaba al margen de la vida pol¨ªtica. Con todos sus l¨ªmites, el liberalismo signific¨®, sin embargo, un avance respecto de la Espa?a anterior a 1808. Si hay que maldecir algo, deber¨ªa ser la debilidad de ese liberalismo, su miedo exagerado al cambio social y su incapacidad de movilizar a las masas, de hacer naci¨®n". "La Rep¨²blica es tan peculiar porque viene en un momento en que todos los dem¨¢s pa¨ªses de Europa avanzaban hacia autoritarismos de derecha para frenar las conquistas sociales y parlamentarias de la izquierda", comenta Casanova. "Por eso cuando un golpe de Estado deja paso a una guerra civil, muchos ciudadanos ven eso como una batalla universal entre el Estado y la Iglesia, el oscurantismo y la modernizaci¨®n, la revoluci¨®n y la contrarrevoluci¨®n, el fascismo y la democracia"."Es una obra de reflexi¨®n intelectual y no de adoctrinamiento patri¨®tico" (Villares)
Babelia
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.