Diez causas penales, tres a?os en prisi¨®n

Hasta su ingreso, ayer, en la prisi¨®n de Martutene (San Sebasti¨¢n), Arnaldo Otegi hab¨ªa demostrado gran destreza para eludir la c¨¢rcel. A lo largo de su vida, el portavoz de la ilegalizada Batasuna ha tenido que afrontar 10 causas penales, de las que s¨®lo una (dejando a un lado la condena confirmada ayer por el Supremo) le hab¨ªa conducido a prisi¨®n por sentencia firme. En total, Otegi ha pasado en la c¨¢rcel tres a?os y tres meses, aunque en otras dos ocasiones (en 2005 y 2006) el juez de la Audiencia Nacional Fernando Grande-Marlaska lo hab¨ªa encarcelado por breves periodos de tiempo mientras reun¨ªa dinero para pagar enormes fianzas. Al l¨ªder de la izquierda aberzale a¨²n le quedan seis procesos pendientes. El m¨¢s grave, por pertenencia a banda armada, podr¨ªa acarrearle otros 14 a?os de c¨¢rcel.

El tribunal dijo que hab¨ªa pruebas para encarcelarlo por el homenaje a Castresana

Marlaska lo proces¨® como dirigente de ETA, lo que podr¨ªa acabar con 14 a?os de c¨¢rcel

Antes de dedicarse a la pol¨ªtica, Arnaldo Otegi, alias El Gordo, fue miembro de ETA a sueldo de la organizaci¨®n. Como tal apareci¨® en los papeles de la f¨¢brica de Sokoa tras la hist¨®rica operaci¨®n organizada por la polic¨ªa francesa en noviembre de 1986. La noche del 8 de julio de 1987, Otegi fue detenido en el Pa¨ªs Vasco franc¨¦s y entregado a la Guardia Civil en la frontera de Ir¨²n (Guip¨²zcoa). Dos a?os despu¨¦s, la Audiencia Nacional lo conden¨® a seis a?os de c¨¢rcel por participar en el secuestro del empresario Luis Abait¨²a, perpetrado en 1979. El 4 de octubre de 1990 sali¨® de prisi¨®n tras cumplir tres a?os y casi tres meses de la pena que le fue impuesta.

El segundo delito por el que Otegi fue condenado, lo cometi¨® el 26 de febrero de 2003. Durante una vistita de los Reyes a Euskadi, el portavoz de Batasuna, en comparecencia p¨²blica, calific¨® al Monarca como "el jefe de los torturadores" y juzg¨® "pat¨¦tico y lamentable" que el lehendakari, Juan Jos¨¦ Ibarretxe, quisiera sacarse una foto con ¨¦l durante la inauguraci¨®n de la planta energ¨¦tica Bah¨ªa Bizkaia. La fiscal¨ªa consider¨® que esas manifestaciones constituyeron un delito de injurias al Rey. Dos a?os despu¨¦s, el Tribunal Superior de Justicia del Pa¨ªs Vasco (TSJPV), competente al ser Otegi todav¨ªa parlamentario vasco por Euskal Herritarrok, lo absolvi¨®.

La sentencia fue recurrida al Supremo que, el 5 de noviembre de 2005, lo conden¨®. La Sala razon¨® en su resoluci¨®n que la libertad de expresi¨®n consagrada por la Constituci¨®n no amparaba "el derecho al insulto" ni "expresiones absolutamente vejatorias" como la que lanz¨® el l¨ªder abertzale contra el Rey. La baja pena (un a?o de c¨¢rcel) le permiti¨® esquivar la prisi¨®n. Pero la sentencia se convirti¨® en una espada de Damocles: una m¨¢s e ir¨ªa a prisi¨®n.

Esta situaci¨®n pudo haberse dado el pasado 22 de marzo, cuando la Audiencia Nacional lo juzg¨® por enaltecimiento del terrorismo al participar, el 24 de julio de 2001, en el homenaje a la etarra Olaia Castresana -que muri¨® al estallar la bomba que manipulaba- en el cementerio de San Sebasti¨¢n. En ese acto, Otegi pidi¨® un aplauso para "todos los gudaris [soldados] que han ca¨ªdo en esta larga lucha por la autodeterminaci¨®n". El juicio, en contra del criterio del fiscal, se se?al¨® para el pasado 22 de marzo y Otegi no se present¨® alegando problemas con el temporal de nieve que ese d¨ªa afect¨® a la mitad de la Pen¨ªnsula. El tribunal orden¨® detenerlo y conducirlo en avi¨®n a la Audiencia para iniciar el juicio, que termin¨® en absoluci¨®n despu¨¦s de que el ministerio p¨²blico retirara la acusaci¨®n. Los magistrados se quejaron en su sentencia de la actitud del fiscal y aseguraron que hab¨ªa indicios suficientes para condenarlo.

Otra causa por enaltecimiento fue archivada por el juez de la Audiencia Nacional Fernando Grande-Marlaska el pasado abril por id¨¦ntico motivo, pero a¨²n queda abierta una tercera por su participaci¨®n en 2005 en un acto de homenaje al etarra Jos¨¦ Mar¨ªa Sagarduy que se celebr¨® en Amorebieta (Vizcaya).

Pero el proceso que m¨¢s quebraderos de cabeza puede causar a Otegi es el abierto por Baltasar Garz¨®n contra el entramado ETA-Batasuna en el que se acord¨® la suspensi¨®n de las actividades de la formaci¨®n abertzale el 26 de agosto de 2002 por considerar que formaba parte de la organizaci¨®n terrorista. En el marco de ese sumario, Fernando Grande-Marlaska (en ese momento sustituto de Garz¨®n) proces¨® al l¨ªder de la formaci¨®n ilegalizada como dirigente de ETA y decret¨® su prisi¨®n provisional en junio de 2005. El portavoz de Batasuna pas¨® dos d¨ªas en la c¨¢rcel de Soto del Real hasta que sus familiares abonaron una fianza de 400.000 euros. El C¨®digo Penal prev¨¦ para este delito una pena de hasta 14 a?os de c¨¢rcel.

La supuesta labor como jefe terrorista que le imputa Grande-Marlaska lo llev¨® de nuevo a prisi¨®n provisional el 29 de marzo de 2006 como inductor de los actos de violencia callejera que se produjeron en el Pa¨ªs Vasco tras la huelga general decretada por la izquierda abertzale el 9 de marzo de ese a?o para protestar por la muerte de los presos etarras Igor Angulo (apareci¨® ahorcado en su celda) y Roberto Sainz (sufri¨® un ataque al coraz¨®n). Su fianza se increment¨® en 250.000 euros, lo que lo mantuvo en la c¨¢rcel durante nueve d¨ªas mientras sus allegados consiguieron reunir la suma.

Sin embargo, ha sido un delito de opini¨®n el que lo ha llevado condenado a la c¨¢rcel. Arnaldo Otegi Mondrag¨®n, presunto dirigente de ETA seg¨²n los jueces, pasar¨¢ 15 meses en prisi¨®n por llamar a la lucha armada y alabar la figura de Argala, un miembro de la banda fallecido hace 30 a?os.