?Cambio de tendencia?
Conforme avanza el segundo trimestre del a?o y se van conociendo los indicadores m¨¢s significativos de producci¨®n, demanda y empleo, parece que la tendencia creciente de las tasas de variaci¨®n del PIB se frena. Dicha tendencia se inici¨® a comienzos de 2003, una vez finalizada la fase descendente del anterior ciclo, que se desarroll¨® desde 1993 hasta 2002, con un m¨¢ximo en el primer trimestre de 2000, en el que el crecimiento interanual del PIB alcanz¨® nada menos que el 7%. En contra de lo que sol¨ªa ocurrir en ciclos anteriores de la econom¨ªa espa?ola, la fase descendente del ¨²ltimo ciclo no acab¨® en recesi¨®n (el m¨ªnimo se situ¨® en una tasa positiva del 2,5% en el cuarto trimestre de 2002), por lo que algunos economistas ni siquiera consideran que se haya producido un cambio de ciclo y hablan de que la econom¨ªa espa?ola lleva 13 o 14 a?os de ciclo expansivo, el periodo m¨¢s largo de crecimiento continuado del PIB de la historia econ¨®mica espa?ola desde que se dispone de datos.
Si me obligan a mojarme, dir¨ªa que hay muchos signos de que estamos ante un cambio c¨ªclico
En todo caso, no creo que al hombre de la calle le importe especialmente si desde 2003 estamos en otro ciclo. Lo que sabe de sobra es que hay ciclos, que en las fases ascendentes de los mismos las cosas van a mejor y que en las descendentes van a peor, y todos tememos, como al diablo, que estas fases acaben en una recesi¨®n, con retrocesos de la renta nacional y del empleo. Estamos viviendo un momento en el que empieza a haber signos de incertidumbre en muchos ¨¢mbitos de la vida econ¨®mica: la econom¨ªa de la primera potencia mundial casi se para en el primer trimestre; en Europa, el ritmo de crecimiento ha alcanzado cotas insospechadas hace un a?o, pero casi todas las previsiones apuntan a una desaceleraci¨®n; los crecientes tipos de inter¨¦s empiezan a hacer mella en los bolsillos de hogares y empresas muy endeudados; el petr¨®leo no para de subir, amenazando de nuevo la inflaci¨®n... Todo ello se nota en los indicadores de clima econ¨®mico, que valoran positivamente la situaci¨®n actual pero apuntan a peor en el futuro pr¨®ximo. La Bolsa, uno de los mejores term¨®metros de este clima, aumenta su volatilidad y a duras penas las fusiones corporativas la mantienen en m¨¢ximos hist¨®ricos. ?Estamos en un momento de cambio c¨ªclico? Es dif¨ªcil responder, dado que es una de las cuestiones m¨¢s dif¨ªciles de diagnosticar por los analistas de la coyuntura en tiempo real, pero si me obligan a mojarme, yo dir¨ªa que hay muchos signos de ello, si bien una recesi¨®n no se ve todav¨ªa ni de lejos.
Por lo que respecta a Espa?a, en los gr¨¢ficos adjuntos podemos ver c¨®mo indicadores muy representativos muestran una ligera flexi¨®n a la baja en su ritmo de crecimiento en el segundo trimestre, que en todo caso sigue siendo alto. Entre ellos, cabe citar el IPI y el Indicador Sint¨¦tico de Servicios del MEH (gr¨¢fico izquierdo); los afiliados a la Seguridad Social y el paro registrado, que, en t¨¦rminos desestacionalizados, lleva tres meses subiendo (gr¨¢fico central), y los indicadores de la AEAT sobre las ventas interiores y los perceptores de rendimientos del trabajo (gr¨¢fico derecho). Y hay m¨¢s que apuntan en la misma direcci¨®n. Es pronto, pero todo indica que el crecimiento del PIB en el segundo trimestre no va a m¨¢s y que puede ser algo inferior (?una d¨¦cima?) al 4,1% del primero. Por fin parece que los analistas empezamos a acertar en nuestros pron¨®sticos, que tampoco son tan malos, pues contemplan un crecimiento cercano al 4% para este a?o y del 3,3% para el pr¨®ximo.
?ngel Laborda es director de coyuntura de la Fundaci¨®n de las Cajas de Ahorros (Funcas).
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