Abajo las fronteras del idioma
Un instituto valenciano crea un proyecto para integrar la diversidad ling¨¹¨ªstica de 13 culturas
Ninguno podr¨¢ volver a decir que "el ¨¢rabe le suena a chino", o que "el italiano, franc¨¦s o alem¨¢n suenan a ruso, checo o b¨²lgaro", despu¨¦s de ver la representaci¨®n del proyecto multidisciplinar Les Veus del M¨®n (en versi¨®n original subtitulada en valenciano), creado por un equipo transversal de cinco profesores del instituto p¨²blico Ram¨®n Llull de Valencia para "romper las barreras idiom¨¢ticas de los estudiantes inmigrantes" procedentes de las 13 culturas que conviven en el centro.
Y, sobre todo, pensado para que, a trav¨¦s de las distintas tradiciones literarias, cient¨ªficas o pict¨®ricas en sus respectivas lenguas originales, estos alumnos con escasos recursos econ¨®micos -muchos de los cuales compatibilizan sus estudios con el trabajo o las dificultades propias de un entorno familiar separado por las fronteras- puedan "sentirse orgullosos de su cultura" frente a la mayor¨ªa de compa?eros con DNI espa?ol.
"Todos hemos coincidido en que el arte no tiene l¨ªmites", resume un estudiante
Los alumnos usan el v¨ªdeo, la poes¨ªa o el teatro para 'hablarse' en su lengua materna
Es decir, una propuesta pedag¨®gica (muy elaborada desde el punto de vista escenogr¨¢fico, musical y visual) con vocaci¨®n expresa de "dignificar" al otro. Y de neutralizar el miedo a la diferencia de culturas, lenguas o religiones; que es la madre de todas las guerras.
De manera que, al final de las dos horas de puesta en escena, queda claro aquello que el vanguardista poema ABCDEFGHI / JKLMNOPQR / STUVWXYZ de Joan Brossa pretend¨ªa inocular. Que los idiomas y las palabras -contenidos en sus jibarizados diccionarios- por s¨ª mismas s¨®lo son eso: un abecedario que sirve para nombrar al "sol", la "luna" o la "mesa".
Pero la lengua , ?ah, la bendita lengua! es mucho m¨¢s: es un potente instrumento de comunicaci¨®n y de expresi¨®n de sentimientos y de transmisi¨®n de estados de ¨¢nimo -por ejemplo de a?oranza cuando se est¨¢ lejos- que aflora en la escenificaci¨®n del poema Prvn¨ª dopis mamince (Primera carta para mam¨¢), de Jaroslav Seifert, recreado por la estudiante checa Veronika Kleinova, que desde hace cinco a?os vive con su hermana y su cu?ado ante la imposibilidad de que su madre encuentre trabajo y se quedara a vivir con ella. Y as¨ª, sin conocer la biograf¨ªa ni el idioma, no queda duda de lo que transmit¨ªa Kleinova.
A nadie de entre los compa?eros y estudiantes de otros cursos sorprendi¨®, pues, en el primer ensayo general -un d¨ªa antes de su estreno oficial en el Colegio Alem¨¢n- que se saltara alg¨²n verso en su idioma original. Todos los asistentes, visualizando la imponente traducci¨®n en catal¨¢n del profesor Juli Camarasa -proyectada en el escenario por Rafel Ferrer, responsable de Comunicaci¨®n Audiovisual- pudieron asociar, sin sobresaltos, en qu¨¦ verso del recital en checo estaba.
El grado de dramatizaci¨®n de los alumnos logrado por el profesor de Teatro Pascual Acebes supera el list¨®n esperable para una asignatura optativa de secundaria. O, quiz¨¢ tambi¨¦n, porque al poner su voz y recrearla en una caligraf¨ªa china pintada en directo, Shen Yan transmite, m¨¢s que un texto del Tao, uno de los mensajes esenciales en su cultura: "El que vive sin caer en el olvido, nunca muere". O quiz¨¢ tambi¨¦n porque el alem¨¢n no parece tan alem¨¢n si es Irene Acebes, de 14 a?os, quien describe la rebeli¨®n de Prometeo contra los dioses y la magia desde una mesa de laboratorio de c¨¦lulas madre, mientras un videomontaje -que recorre desde los tiempos en que se invent¨® el fuego hasta nuestros d¨ªas- traduce su firme apuesta por la ciencia.
La "convergencia" de Pedagog¨ªa (a cargo de la profesora Carmen Meca), Informaci¨®n (con la edici¨®n de los textos por la profesora Empar Ib¨¢?ez) y dramatizaci¨®n, con el hilo conductor del profesor Patrick Ch. Martineau al piano, ha conseguido su objetivo: que nunca m¨¢s el joven marroqu¨ª Xassine el Aziri, llegado hace seis a?os, pueda sentir que sus "relaciones con los espa?oles son m¨¢s bien superficiales", y no porque haya barreras socioecon¨®micas que: "En mi caso no las hay".
Al final del largo trimestre de trabajo, resume El Aziri, "las diferentes culturas hemos coincidido en que el arte no tiene l¨ªmites".
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