El campo de ruinas del movimiento ciudadano vasco
Los grupos c¨ªvicos contra ETA se sienten frustrados y desmovilizados
De regreso al pasado, a la amenaza y a la bomba, al miedo y al quebranto. Las miradas convergen nuevamente en la reacci¨®n de la sociedad vasca, donde tendr¨¢ que librarse la decisiva batalla contra ETA. Pero, ?hay vida bajo los escombros de aquel movimiento ciudadano vasco que puso a los terroristas ante el espejo de sus cr¨ªmenes, que arrincon¨® socialmente a los valedores del asesinato? Un somero vistazo a los grupos c¨ªvicos y a las asociaciones de v¨ªctimas ofrece hoy la desalentadora panor¨¢mica de un campo de ruinas.
Fracturados por la feroz divisi¨®n desatada desde los dos grandes partidos, desacreditados por la propaganda de trinchera que los ha caracterizado como enemigos de la paz, tachado de rencorosos o tildado de ultraderechistas, estos colectivos han perdido buena parte de la capacidad de movilizaci¨®n. Y lo que es peor: han salido del "proceso" de negociaci¨®n con ETA minados por el desaliento y enredados en rencillas. Con estos mimbres maltrechos, ?se pondr¨¢ recomponer la malla militante antiterrorista vasca?
"Conozco personas que han decidido no volver a manifestarse", dice Mart¨ªnez Gorriar¨¢n
"Empiezo a pensar que ya no entiendo a la sociedad en la que vivo", indica Aguirre
"Estamos destrozados, cansados, desmovilizados, frustrados", constatan, por separado, Eduardo Uriarte, de la Fundaci¨®n para la Libertad; Javier Mendoza, del Colectivo del V¨ªctimas del Terrorismo del Pa¨ªs Vasco (Covite); Antonio Aguirre, del Foro Ermua, y Carlos Mart¨ªnez Gorriar¨¢n, de Basta Ya. Tan s¨®lo Gesto por la Paz ha reaccionado ante el comunicado de ETA convocando, en solitario, a manifestarse.
"Tenemos por delante una larga marcha y pocas fuerzas. No creo que vaya a darse una gran respuesta social en Euskadi. El mundo de ETA ha interiorizado que el terrorismo es eficaz y mucho me temo que la gente va a huir de todo compromiso para evitar que el problema le salpique", indica Mendoza. Como prueba de que el nacionalismo institucional no va a dar el paso que los colectivos le exigen, el portavoz de Covite alude a las declaraciones en las que el consejero de Justicia, Joseba Azk¨¢rraga, ha calificado de "justicia vengativa" el reingreso en prisi¨®n del etarra De Juana Chaos. "Duele mucho o¨ªr estas frivolidades porque, precisamente, el pegamento principal que nos agrupa en Covite es la necesidad de una justicia rigurosa y fecunda, contraria a toda venganza", subraya el representante del colectivo de v¨ªctimas.
La actitud del lehendakari de reivindicar el di¨¢logo con ETA, horas despu¨¦s de la ruptura de la tregua, y la encuesta del Ejecutivo auton¨®mico que indica que el 64% de los vascos comparte esa posici¨®n sumen en el desconcierto a estos colectivos. "Comprendo que la gente tenga tanta ansia de paz y tanto miedo que est¨¦ dispuesta a darles a los terroristas lo que sea, pero empiezo a pensar que ya no entiendo a la sociedad en la que vivo", indica Antonio Aguirre.
A juicio de Carlos Mart¨ªnez Gorriar¨¢n, la actitud m¨¢s extendida es la de resignaci¨®n. "La gente est¨¢ asumiendo ya el problema como si fuera un fen¨®meno natural", indica. "Somos una minor¨ªa los que nos sentimos exasperados, rabiosos o frustrados porque con su tregua ETA ha conseguido mucho a cambio de nada", sostiene el representante de Basta Ya. Es cierto que la ruptura entre el PSOE y el PP ha acabado con las complicidades entre gentes de uno y otro partido labradas en la trinchera com¨²n contra ETA.
"El PP y el PSOE intentaron, primero, conquistar nuestra organizaci¨®n; despu¨¦s, trataron de desestabilizarnos y, al final, han procurado aislarnos. Hemos sido presentados en los medios de comunicaci¨®n como enemigos de la paz y han ofrecido de nosotros una imagen caricaturesca, insistiendo en identificarnos con la AVT", se?ala Mart¨ªnez Gorriar¨¢n. "Ahora se va a ver con toda su crudeza", dice el representante de Basta Ya, "la irresponsabilidad de quienes se embarcaron en la aventura del proceso confiados en que si el asunto fracasaba siempre se podr¨ªa reactivar el movimiento ciudadano vasco. ?Por qu¨¦ cre¨ªan que la gente iba a estar dispuesta a salir del armario as¨ª como as¨ª? Conozco personas que han decidido no volver a las manifestaciones", afirma.
Embarcados en la creaci¨®n de un nuevo partido pol¨ªtico, muchos militantes de Basta Ya opinan que, consumada la ruptura entre los dos grandes partidos, ya no tiene sentido hablar de constitucionalismo vasco. "Eso ya no existe por culpa del PSOE y tambi¨¦n del PP. Tendr¨ªamos que pensar en otra cosa", apunta Mart¨ªnez Gorriar¨¢n.
La sensaci¨®n general en estos colectivos es que la negociaci¨®n con ETA ha echado por tierra una estrategia que funcionaba y ha arrumbado el movimiento ciudadano vasco. Lo resume Eduardo Uriarte: "Las gentes que se mov¨ªan m¨¢s por razones emotivas que de reflexi¨®n y an¨¢lisis, y determinados colectivos, particularmente la AVT, han entrado en una din¨¢mica de radicalizaci¨®n que en ocasiones ha arrastrado al propio PP. Otros nos hemos metido en nuestros nichos tratando de elaborar un discurso previo a la pol¨ªtica partidista, pero tampoco nos hemos salvado del descr¨¦dito", se?ala el portavoz de la Fundaci¨®n para la Libertad. "El PSOE no ha aceptado tampoco la cr¨ªtica constructiva que surg¨ªa de sus propias filas", indica Eduardo Uriarte.
As¨ª las cosas, de regreso al t¨²nel del tiempo, s¨®lo Gesto por la Paz parece haberse librado de las sacudidas del proceso. Con 20 a?os de activismo pacifista, tambi¨¦n ellos constatan el cansancio y el hartazgo en sus filas, como dice Jes¨²s Herrero. El car¨¢cter silencioso de sus concentraciones facilita, a su vez, la presencia de personas de ideolog¨ªa nacionalista. Y, precisamente, el comunicado de ETA contiene una amenaza impl¨ªcita sobre los militantes del PNV.
Aunque pocos integrantes de los grupos ciudadanos creen en la posibilidad de que ETA atente contra representantes del PNV, puede ser un momento propicio para que el nacionalismo institucional tome el testigo del combate ciudadano contra el terrorismo. Visto el panorama de ruinas, cabe incluso pensar que s¨®lo la incorporaci¨®n activa del nacionalismo democr¨¢tico podr¨ªa revitalizar el movimiento c¨ªvico vasco. Eso le permitir¨ªa cubrir un largo vac¨ªo y legitimarse ante la sociedad vasca futura.
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