Una cadena de errores llev¨® a una mujer al coma y a la castraci¨®n
Gloria Bonilla sufri¨® la extirpaci¨®n del ¨²tero y los ovarios sin permiso en un hospital p¨²blico
Un retraso injustificado de 10 horas en suministrar un antibi¨®tico ha dejado a Gloria Bonilla, de 36 a?os, sin un pecho, los dos ovarios, el ¨²tero y las trompas. La negligencia ocurri¨® entre el 14 de abril de 2004, cuando ingres¨® en el Hospital 12 de Octubre de Madrid, y el 26 de mayo de ese a?o, cuando recibi¨® el alta del coma en que entr¨® por el error m¨¦dico.
Gloria Bonilla es "muy mona y muy joven", seg¨²n su victoriosa abogada, Carmen Fern¨¢ndez Bravo. Es verdad. Tiene 36 a?os. Sin embargo, cuando sale de la ducha y se mira al espejo "se hunde" y tiene ganas de llorar. Revela con la voz recuperada y bastante cantarina tras una traqueotom¨ªa que nunca podr¨¢ "olvidar y cerrar la puerta al pasado".
Tiene sus motivos: un retraso injustificado de 10 horas en suministrar un antibi¨®tico le ha dejado sin un pecho, los dos ovarios, el ¨²tero, el bazo y las trompas. La negligencia empez¨® el 14 de abril de 2004. Bonilla volvi¨® al hospital 12 de Octubre de Madrid del que hab¨ªa salido 11 d¨ªas antes, despu¨¦s de dar a luz a su hijo Antonio, "por el ¨²nico por el que consigo levantarme algunas ma?anas". Le dol¨ªa un pecho mucho. Tanto que recuerda la sensaci¨®n "como si desgajaran trozos del cuerpo en carne viva".
Pero no conmovi¨® al personal de Urgencias del hospital -uno de los gigantes de la regi¨®n madrile?a, 1.300 camas-. All¨ª, tras un leve encontronazo con una enfermera "borde" que le pidi¨® que no le echara "tanto cuento", indicaron que se tratara con antibi¨®ticos (unicilina y gentamicina) y calmantes (nolotil). Pero cuando la subieron a planta, el personal s¨®lo le suministr¨® los analg¨¦sicos. Bueno, eso y alg¨²n calmante, argumentando que estaba nerviosa. Llevaba siete horas "bebiendo agua y vomit¨¢ndola inmediatamente".
Como resultado, la infecci¨®n que hab¨ªan diagnosticado en urgencias avanz¨®, y la mujer entr¨® en un choque s¨¦ptico -una reacci¨®n generalizada de su organismo que se colapsa al intentar combatir los microorganismos-. El cuerpo de la mujer, debilitado por el reciente parto -hab¨ªa dado a luz el 3 de abril-, entr¨® en coma. Un estado en el que estuvo mes y medio. "A las siete de la ma?ana perd¨ª el conocimiento. Me puse morada. No supe todo lo que me hab¨ªa sucedido hasta muchos d¨ªas despu¨¦s, cuando me despert¨¦ y me lo dijeron".
Lo que hab¨ªa pasado durante su pesado sue?o fue una pesadilla. Sin su consentimiento ni el de sus familiares, fue sometida a varias intervenciones. La primera de ellas a los cinco minutos de perder la consciencia. El antibi¨®tico que necesitaba s¨®lo le fue administrado a las 8 de la ma?ana del d¨ªa siguiente. Este retraso provoc¨® "la progresi¨®n de la infecci¨®n y su evoluci¨®n posterior", seg¨²n admiti¨® el inspector m¨¦dico al que se le pidi¨® un informe. Estos han sido los argumentos que ha esgrimido su abogada para forzar al Servicio Madrile?o de Salud (Sermas) para pactar un acuerdo econ¨®mico "bastante bueno" para los intereses de su cliente. La petici¨®n inicial era de 300.000 euros. "La diferencia econ¨®mica no compensa un retraso en la sentencia de dos o tres a?os. Esa familia quiere pasar p¨¢gina", argumenta la letrada. Gloria Bonilla no termina de darle la raz¨®n: "No creo que olvide mientras viva", pero s¨ª se muestra satisfecha del acuerdo: "Me apetece ahora vivir un poco la vida". Lo que no le apetece es reconstruirse el pecho: "No pienso volver a entrar en un quir¨®fano al menos en los pr¨®ximos dos a?os".
Cuando sali¨® del coma, Bonilla se encontr¨® con que no ten¨ªa un pecho, ni el ¨²tero, el bazo, ni los ovarios. Mientras estaba en la UVI le realizaron hasta cuatro intervenciones, aparte de una traqueotom¨ªa. Todo sin ninguna autorizaci¨®n. Los an¨¢lisis determinaron tras la castraci¨®n quir¨²rgica que el ¨²tero y los ovarios -responsables del aporte hormonal en una mujer joven- eran normales. Ahora tiene varias cicatrices (una de ellas le impide mover bien el brazo), y un tratamiento hormonal para evitar la osteoporosis.
El caso no lleg¨® a juicio. Ante la evidencia de la negligencia, la aseguradora del centro p¨²blico pact¨® con la paciente una indemnizaci¨®n de 210.00 euros. Los ¨²ltimos 24 meses los ha empleado en cuidar a su madre, inv¨¢lida (ingresada en el mismo hospital) y en aprender a hablar y a comer. "Tuve que empezar desde cero". Desde sus operaciones comenz¨® otra historia de m¨¦dicos. Pero esta con buenos recuerdos: "Todo mi amor para ellos, nunca les olvidar¨¦".
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