La web geoespacial para ver el mundo
"CADA VEZ M?S vemos las informaciones sobre el mundo", dice Mike Liebhold, investigador de The Institute For The Future y especialista en geoweb. El nombre (tambi¨¦n se usa web geoespacial) se refiere a la web cuando integra datos geogr¨¢ficos. Gracias a ella se localiza una tienda o el lugar donde se toma una foto. Actualmente permite ver datos que hasta la fecha s¨®lo pod¨ªamos leer de manera abstracta. Abre fascinantes posibilidades mostradas en la conferencia Where 2.0.
Algunos de los mejores ejemplos salen de Stamen Design. Con las animaciones de Trulia Hindsight vemos como el centro de Detroit perdi¨® dinamismo y Las Vegas se convirti¨® en el centro urbano de mayor crecimiento en EE UU. ModestMap, herramienta creada por Stamen, permite seguir sobre un mapa las detenciones por prostituci¨®n en Oakland.
El gran cambio con relaci¨®n al a?o pasado es "la adopci¨®n de GeoRSS", dice Mike Liebhold, "un lenguaje que define los puntos por su latitud y longitud y usa los flujos RSS"
Las diferencias entre universo virtual y universo real en 3-D se difuminan. Ejemplo: la Ciudad Prohibida de Pequ¨ªn puesta por IBM en Second Life.
Desde el 29 de mayo Google Maps ofrece una nueva capa de visualizaci¨®n, que permite ver 360 grados de fotos. Al presentar la tecnolog¨ªa, John Hanke, de Google Earth, mostr¨® c¨®mo escoge un terreno para un pic-nic al pie del puente Golden Gate. El zoom es tan potente como para ver la mesa mejor ubicada.
El gran cambio respecto a 2006 es "la adopci¨®n de GeoRSS", dice Mike Liebhold. El GeoRSS define los puntos por su latitud y longitud y usa los flujos RSS. Ventaja: actualizaci¨®n frecuente de microdatos sin que sea necesario buscarlos. Se trata de un lenguaje que permite poner etiquetas geogr¨¢ficas a los datos. "Internautas y sitios los comparten independientemente de la plataforma", dice Liebhold, la lingua franca de la geoweb. Paralelamente Google ha puesto sus est¨¢ndares a disposici¨®n del Open Geospatial Consortium. Microsoft parece dispuesta a hacer lo mismo.
El futuro m¨¢s prometedor depende de los progresos hechos en materia de representaci¨®n en 3-D. Erik Jorgensen (Microsoft) hizo una demostraci¨®n de las nuevas im¨¢genes de Virtual Earth. Su equipo acaba de colgar m¨¢s de 11 terabytes de datos. Cubren los espacios ocupados por el 80% de la poblaci¨®n estadounidense y varias ciudades espa?olas. Sus m¨¢quinas equipadas con sensores les permiten levantar datos precisos dentro de los edificios. Adem¨¢s de la estructura, tenemos acceso al interior de los edificios, algo que los centros comerciales, por ejemplo, esperan con ansia.
Las diferencias entre universo virtual y universo real representado en 3-D se difuminan. Un ejemplo es la Ciudad Prohibida de Pequ¨ªn puesta por IBM en Second Life.
"La tierra tiene una voz", dice Bernie Krause, quien no se satisface con lo visual. Su colecci¨®n de paisajes sonoros (soundscapes) es accesible en WildSanctuary.com. As¨ª, en Lincoln Meadows las empresas de corte de madera hab¨ªan jurado que no se ver¨ªa nada despu¨¦s de que pasaran. Las fotos no permiten ver ninguna diferencia entre antes y despu¨¦s. No as¨ª los sonidos: los p¨¢jaros han desaparecido. La diversidad ha sido borrada. El paisaje sonoro ha perdido relieve.
Algunos de esos proyectos implican participaci¨®n. OpenStreetMap.org, por ejemplo es algo como un wikimapa del mundo modificable por cualquiera. El Collective Research Initiatives Trust levanta un mapa de Mumbai con la participaci¨®n de sus 14 millones de habitantes.
Steven Johnson est¨¢ convencido que "lo importante para la gente es su barrio". Es el espacio a escala humana y est¨¢ mal cubierto por los medios. En Outside.in, el mapa ocupa un lugar m¨ªnimo porque no hace falta para ubicar donde vivimos. Recoge la informaci¨®n de los peri¨®dicos y de los blogs. Permite intercambiar datos, informarse y participar en la vida de barrio.
Tanta informaci¨®n accesible tiene su lado negativo. "Si existen datos el Gobierno los tendr¨¢. Si existen tecnolog¨ªas de vigilancia, el Gobierno las utilizar¨¢", explic¨® Kevin Bankston, abogado de la Fundaci¨®n Frontera Electr¨®nica. Y advirti¨® en la asamblea de desarrolladores. "No vayan a creer que la ley se va a hacer cargo del problema. Es su responsabilidad". Resulta un mensaje dif¨ªcil de o¨ªr cuando se sabe que cantidades enormes de dinero invierten en tecnolog¨ªas para la vigilancia, pero tambi¨¦n para el comercio y la publicidad.
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