Mapa de libertades enterradas
Las asociaciones por la Memoria Hist¨®rica contabilizan m¨¢s de 500 fosas comunes
Antonia Alvarado es oficialmente una hu¨¦rfana de guerra, aunque su abuela Carmen siempre se lo negaba. "T¨² no eres una hu¨¦rfana de guerra, t¨² eres la hija de un fusilado. La hija de un asesinado". Al padre de Antonia lo mataron en C¨¢diz en el 36. "Fue en la playa de Cortadura", le han contado. Sus investigaciones le han permitido determinar que seguramente el cad¨¢ver de su progenitor acab¨® en el cementerio de San Jos¨¦, en una fosa com¨²n en la que pudo ser arrojado sin nombre sin apellidos. Las asociaciones por la Memoria Hist¨®rica de Andaluc¨ªa, a instancias de la Consejer¨ªa de Justicia, han contabilizado ya m¨¢s de 500 de estos enterramientos colectivos en la comunidad que servir¨¢n para cerrar el primer mapa auton¨®mico de fosas comunes. Un rastreo bajo tierra por la represi¨®n y consecuencias de la Guerra Civil y la posguerra.
"T¨² no eres hu¨¦rfana de guerra, t¨² eres la hija de un fusilado. La hija de un asesinado"
"Con m¨¢s de 90 a?os, perdi¨® el miedo e indic¨® d¨®nde estaba esa fosa"
Antonia Alvarado es una de las miles de personas que en Andaluc¨ªa todav¨ªa no saben d¨®nde est¨¢n sus familiares desaparecidos durante la represi¨®n franquista. A ella, como a otros muchos, le queda un recuerdo vago de la infancia y un relato familiar que ha permanecido casi inalterable desde que se lo contaron por primera vez de peque?a. "Mi padre era Celestino Alvarado, secretario del metal de la CNT y orador del sindicato", explica Antonia. En 1936 ella ten¨ªa cuatro a?os. Su abuela Carmen le cont¨® que en agosto, un mes despu¨¦s del alzamiento, Celestino se refugi¨® en Correos. "Le rodearon pero pudo salir por una puerta lateral. Trat¨® de huir en un barco a Portugal pero le cogieron antes. Le fusilaron en una playa". Hasta ahora nadie le ha podido ofrecer un dato fiable sobre d¨®nde se encuentran los restos de su padre, aunque aquellos que fueron asesinados en aquella arena acababan en una fosa com¨²n en el camposanto local.
Ese cementerio es una de las 510 fosas comunes que las asociaciones de Memoria Hist¨®rica y Justicia de las ocho provincias andaluzas llevan contabilizadas en un proyecto auspiciado y subvencionado por la consejer¨ªa de Justicia para elaborar un mapa de estos enterramientos colectivos en Andaluc¨ªa. "Es restablecer una herida sin cerrar porque para muchas familias su principal anhelo es saber d¨®nde estaban sus padres, sus hermanos o sus hijos.", detalla la consejera, Mar¨ªa Jos¨¦ L¨®pez. Hay muchos puntos en com¨²n en las miles de historias personales. V¨ªctimas a las que sacan de casa, parientes que no saben nada durante d¨ªas. Jornadas en prisi¨®n sin juicio. A veces sentencias de muerte tras un juicio. Otras directamente un disparo ante un pelot¨®n.
Relatos que han conocido los voluntarios de las asociaciones de cada provincia, que han realizado una intensa labor de investigaci¨®n. En Almer¨ªa los trabajos se han centrado en el cementerio de la capital a partir de abril de 1939, sede de las consecuencias directas de los juicios sumar¨ªsimos del Tribunal militar. En C¨®rdoba, donde no han concluido del todo las investigaciones, se han localizado 70 fosas en 95 municipios. S¨®lo en la capital, el n¨²mero de v¨ªctimas se sit¨²a entre un m¨ªnimo de 1.700 y un m¨¢ximo de 2.800.
La Asociaci¨®n Granadina par la Recuperaci¨®n de la Memoria Hist¨®rica ha visitado 32 localidades, donde ha localizado hasta ahora 47 enterramientos colectivos. Faltan la zona de las Alpujarras y una parte de la costa Tropical. En esta provincia cada fosa arroja datos escalofriantes de n¨²mero de muertos. S¨®lo en una hallada en ?rgiva se han contabilizado m¨¢s de 2000 cad¨¢veres. Huelva es, de momento, la provincia con m¨¢s fosas localizadas, con un total de 118. Aqu¨ª la investigaci¨®n se da por pr¨¢cticamente finalizada.
En M¨¢laga, donde se ha realizado ya el 80% del trabajo, se han localizado 53 localidades con 82 fosas comunes. La estimaci¨®n a la baja de v¨ªctimas es de 6550. En Ja¨¦n los investigadores han visitado ya todos los municipios de la provincia y han podido localizar 22 pueblos con enterramientos colectivos. Alcal¨¢ la Real y la capital cuentan con tres fosas cada uno. Son, en total, 26 fosas donde podr¨ªan estar m¨¢s de 3.000 personas. En Sevilla la investigaci¨®n realizada hasta ahora ha detectado 60 fosas, aunque a la asociaci¨®n de la memoria hist¨®rica de la provincia le queda todav¨ªa la mitad del trabajo.
En la provincia de C¨¢diz se han localizado 106 fosas comunes. La mayor¨ªa en la sierra. Los investigadores gaditanos han trabajado, sobre todo, sobre testimonios orales porque los archivos sobre estos enterramientos est¨¢n casi destruidos. Son voces longevas que ahora hablan. Relatos que han llevado a los responsables de estos trabajos a moverse casi a contrarreloj porque esos testigos son demasiado mayores. Uno de los casos m¨¢s llamativos ocurri¨® en el municipio de El Bosque. La fosa existente fue conocida gracias al testimonio del propio enterrador quien, tras d¨¦cadas de silencio, decidi¨® confesar recientemente antes de morir. "No se lo hab¨ªa contado a nadie, ni siquiera a su propia familia y con m¨¢s de 90 a?os perdi¨® el miedo e indic¨® d¨®nde estaba esa fosa", revela Carlos Perales, uno de los responsables de la Asociaci¨®n de la Memoria Hist¨®rica y Justicia de C¨¢diz. En Grazalema fueron encontradas s¨®lo cuerpos de mujeres. En Jerez, la m¨¢s numerosa, en El Marrufo, donde fueron hallados restos de m¨¢s de 100 cuerpos.
Las intenciones de la Consejer¨ªa es presentar el mapa de fosas de Andaluc¨ªa tras el verano, una vez se hayan concluido todas las investigaciones en cada provincia. Despu¨¦s vendr¨¢ una segunda fase en colaboraci¨®n con las universidades. Servir¨¢ para unificar toda la informaci¨®n, y constatar cient¨ªficamente los resultados, que se publicar¨¢n y editar¨¢n en Internet como Lugares para la Memoria Hist¨®rica. Una vez se localicen todas las fosas, los ayuntamientos ser¨¢n subvencionados para identificarlas a trav¨¦s de monumentos y monolitos que sirvan para recordar esos lugares y homenajear a los que fueron arrojados bajo esa tierra. Tambi¨¦n la Consejer¨ªa de Justicia ha encargado investigar los m¨¢s de 60.000 expedientes de los tribunales de responsabilidades pol¨ªticas, uno de los instrumentos de represi¨®n del r¨¦gimen franquista.
No es intenci¨®n ni competencia de la Junta de Andaluc¨ªa exhumar ning¨²n cad¨¢ver. "Es un proceso demasiado complejo. Lo tienen que solicitar las familias a trav¨¦s de una autorizaci¨®n judicial. Adem¨¢s deben consentirlo los parientes de cada uno de los cuerpos que se encuentren en esa fosa", aclara la consejera de Justicia.
Antonia Alvarado tampoco espera encontrar los restos de su padre pero s¨ª que se respete la fosa com¨²n donde fue enterrado sin nombre ni apellido. Por eso lucha para que el Ayuntamiento de C¨¢diz no convierta el cementerio de la ciudad en un parque sin antes haberse asegurado de haber buscado todos los restos que todav¨ªa puedan permanecer all¨ª. Es su particular batalla, la que alimenta de los recuerdos de su abuela Carmen, la que mantuvo la bandera republicana en casa. De la memoria de su madre, la que sac¨® a su familia adelante con el sobrenombre de La viuda del rojo. De su propia fuerza. La fuerza de la hija de un fusilado.
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