Rosa Mar¨ªa ya vuela sola
Una joven de Almer¨ªa se convierte en la primera mujer piloto de combate del Ej¨¦rcito espa?ol
Cuando era una ni?a y le hac¨ªan la famosa pregunta de "?qu¨¦ quieres ser de mayor?", Rosa Mar¨ªa Garc¨ªa-Malea siempre respond¨ªa: "Piloto de combate". Ahora, esta almeriense de 26 a?os est¨¢ a punto de convertirse en la primera mujer piloto de caza del Ej¨¦rcito.
Lo ha conseguido despu¨¦s de cuatro a?os en la Academia General del Aire de San Javier (Murcia) con 35 compa?eros y tres compa?eras, y despu¨¦s de haber pasado otro a?o m¨¢s, esta vez siendo la ¨²nica mujer, en el Ala 23 de Instrucci¨®n de Caza y Ataque de Talavera (Badajoz), a la que s¨®lo acceden los 12 alumnos con mejores notas de la academia. Rosa Mar¨ªa es uno de ellos.
"No me siento especial. Esto es muy duro, pero no es imposible. Se puede aguantar, ?aunque tiene que gustarte mucho!", asegura. Rosa Mar¨ªa se refiere a lo que le ocurre al cuerpo cuando conduce un aparato a 1.700 kil¨®metros por hora. "Usamos un traje especial, el Anti-G, para evitar los efectos de la gravedad en la circulaci¨®n sangu¨ªnea. Lo que hace es apretarte mucho en las piernas, el abdomen y los gl¨²teos para bombear sangre al cerebro y que no te quedes inconsciente o pierdas la visi¨®n. A m¨ª me ha pasado alguna vez. Lo llamamos visi¨®n t¨²nel", explica con total naturalidad.
A todo esto: la p¨¦rdida de visi¨®n durante el vuelo, el ir sentada bajo una carga explosiva que la catapultar¨ªa fuera del avi¨®n en caso de emergencia, estar pendiente de una docena de relojes e indicadores, a la estad¨ªstica que dice que un piloto de misi¨®n puede perder hasta cuatro kilos en un vuelo y al hecho de estar preparada para defender el espacio a¨¦reo de un pa¨ªs, por ejemplo, de un ataque terrorista, Rosa Mar¨ªa lo llama "estr¨¦s". "Claro que s¨¦ que es peligroso, el avi¨®n cuesta mucho dinero", bromea. "Pero estoy deseando irme de misi¨®n y aprender mucho".
Adem¨¢s de volar sola, suelta, en la jerga de la academia, otro de los momentos m¨¢s dulces del aprendizaje son las simulaciones de derribo en vuelo. "Se graba todo en v¨ªdeo y luego en tierra ves si te han dado o no. Cuando te dicen que te han derribado no te lo puedes creer, pero cuando derribas t¨² a alguien te sientes ?muy bien!".
Rosa Mar¨ªa ha estado sometida a la disciplina militar propia de un cuerpo de ¨¦lite. Aun as¨ª, Rosa Mar¨ªa ha encontrado en la academia a su novio, que est¨¢ orgullos¨ªsimo. A la que menos gracia le hace es a su abuela: "Todav¨ªa me pregunta si no preferir¨ªa trabajar sentada delante de una mesa".
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