El fracaso del "Gran Oriente Medio" de Bush
Tras la guerra de Irak, la regi¨®n es un campo minado. La Casa Blanca no ha logrado acercar a israel¨ªes y palestinos
Poco despu¨¦s del 11-S, Bush se lanz¨® a la pol¨ªtica de democratizaci¨®n de lo que llam¨® el "Gran Oriente Medio", considerando que la falta de democracia en esta zona del planeta era uno de los or¨ªgenes de los males del mundo. No sin raz¨®n. Pero estos cambios necesarios no pod¨ªan imponerse desde fuera, con lo que la regi¨®n se ha puesto a generar anticuerpos y est¨¢ degenerando en un colapso total.
Con la guerra de Irak, la serie de elecciones trucadas en Egipto y la victoria de Ham¨¢s en Palestina -en las ¨²nicas votaciones realmente libres (con las de Israel) celebradas en la zona-, no es s¨®lo que esta pol¨ªtica se ha venido a pique, sino que Oriente Pr¨®ximo se ha convertido en un campo minado, en una serie de infiernos vinculados unos a otros por factores como el problema palestino, la islamizaci¨®n o el crecimiento de Al Qaeda.
La Autoridad Nacional Palestina est¨¢ dejando de existir f¨ªsica y org¨¢nicamente
Lo ¨²nico positivo es que EE UU e Ir¨¢n han comenzado a hablar, aunque s¨®lo sea de Irak
El presidente de Estados Unidos, que en seis a?os en la Casa Blanca no ha movido un dedo para resolver el contencioso entre Israel y los palestinos, se declar¨® en 2002 a favor de la soluci¨®n de dos Estados, Israel y Palestina, vecinos y en paz; y en 2004 reafirm¨® que empe?ar¨ªa en ello "todo su capital pol¨ªtico". La implosi¨®n de Gaza -que tambi¨¦n resultar¨¢ ingobernable con Ham¨¢s al mando -le deja con las manos vac¨ªas y la regi¨®n en llamas, m¨¢s islamizada y con una suma de guerras civiles que, sin embargo, no han degenerado ?a¨²n? en un conflicto regional.
Una cr¨ªtica autorizada ha salido de la pluma de ?lvaro de Soto, coordinador de Naciones Unidas para Oriente Pr¨®ximo, persona de enorme experiencia en resoluci¨®n de conflictos. En un memorando confidencial, fechado en mayo, titulado Informe de final de misi¨®n y publicado esta semana por The Guardian, De Soto dice algunas verdades como pu?os. Entre ellas, el error que supuso el boicoteo internacional a los palestinos tras la victoria electoral de Ham¨¢s, una decisi¨®n "en el mejor de los casos miope" y en el peor, como se est¨¢ demostrando, "con consecuencias devastadoras". La retenci¨®n de fondos por Israel a la Autoridad Palestina ha acabado de socavarla, y a lo que estamos asistiendo, m¨¢s que a una guerra civil, es a una lucha por el poder entre facciones.
Sin minusvalorar la responsabilidad de los propios palestinos -que "nunca pierden una oportunidad de perder una oportunidad", como dijo Abba Eban, el que fuera ministro israel¨ª-, ?lvaro de Soto considera que Israel ha pretendido fijar como condiciones previas a Ham¨¢s lo que s¨®lo puede ser resultado de una negociaci¨®n. Tambi¨¦n critica la inoperancia de la Autoridad Palestina a la hora de detener los ataques contra Israel y la irrelevancia de la comunidad internacional, incluido el cuarteto (ONU, EE UU, UE y Rusia), a la hora de impulsar soluci¨®n alguna, lo que no constituye una buena base para el futuro y menos para el presente.
La Autoridad Palestina ya estaba dividida por dentro y no s¨®lo entre Ham¨¢s y Al Fatah, sino tambi¨¦n entre los seguidores del presidente Abbas y algunos de sus colaboradores, como el jefe de sus servicios de seguridad, Mohamed Dahlan. Pero ahora est¨¢ dejando de existir f¨ªsica y org¨¢nicamente, pese a los apoyos de ¨²ltima hora de EE UU e incluso de Israel.
Si Washington apoy¨® la "desconexi¨®n" unilateral de Israel de Gaza que empuj¨® Ariel Sharon, tambi¨¦n lo hizo la Uni¨®n Europea, pese a que algunas voces -incluidos israel¨ªes como el ex ministro laborista Shlomo Ben Ami- ya alertaron, pese a resultar impopular, de los posibles efectos ca¨®ticos de tal retirada que "b¨¢sicamente mat¨® y puso en formol la Hoja de Ruta", seg¨²n un asesor de Sharon citado por De Soto.
Washington tambi¨¦n alent¨® la guerra del verano pasado de Israel contra Hezbol¨¢ en L¨ªbano para frenar el avance chi¨ª en la regi¨®n; y ha estado armando a grupos sun¨ªes con este fin. Incluso ahora, por lo que ha publicado la prensa estadounidense, lo hace en Irak para que se enfrenten a Al Qaeda, con lo que se generar¨¢ un nuevo monstruo. Lo ¨²nico positivo es que EE UU e Ir¨¢n han comenzado a hablar, aunque s¨®lo sea de Irak.
Naturalmente no todo es responsabilidad de las acciones u omisiones de la Administraci¨®n de Bush (la secretaria de Estado, Condoleezza Rice, tante¨® en los ¨²ltimos meses una iniciativa sobre Palestina, aunque nunca lleg¨® a convencer a su jefe). Tambi¨¦n est¨¢ la larga mano de Siria, que rechaza que se le incrimine en un tribunal internacional por el asesinato en 2005 del ex primer ministro liban¨¦s Rafik Hariri. Y as¨ª el pa¨ªs de los Cedros vuelve a vivir la violencia desatada por grupos que se definen como de la ¨®rbita ideol¨®gica de Al Qaeda que han surgido en campos de refugiados palestinos, los grandes olvidados de la historia. Algunos ven aqu¨ª la influencia de los servicios secretos sirios.
Se ha llevado a los territorios palestinos y a toda la zona el pulso general entre Ir¨¢n-Siria, de un lado, y EE UU-Arabia Saud¨ª de otro (aunque ¨¦sta lograra impulsar un gobierno de unidad nacional entre Al Fatah y Ham¨¢s en el famoso acuerdo de La Meca, que poco ha durado). Washington estaba pagando y armando una nueva guardia presidencial para Al Fatah; y Teher¨¢n y Siria, a los milicianos de Ham¨¢s. Y entremedias han empezado a aparecer elementos de Al Qaeda en Gaza. La l¨®gica de la lucha armada ha enterrado de momento cualquier iniciativa de paz,
Otro objetivo fundamental en el que Bush ha fracasado es en su intento de frenar a Al Qaeda. Probablemente lo haya conseguido en suelo estadounidense; no, desde luego, en Oriente Pr¨®ximo y Medio, en Asia Central, en el Magreb y el ?frica Subsahariana e incluso Europa, donde las franquicias de Al Qaeda han proliferado, no ¨²nicamente, pero s¨ª en buena parte debido a la guerra de Irak. Los servicios de inteligencia occidentales se han percatado de que Irak no es ya s¨®lo un destino para los yihadistas, sino que empezaba a ser un punto de origen desde el que terroristas formados y entrenados se esparcen por la zona y por Europa. M¨¢s all¨¢ est¨¢ Afganist¨¢n, que corre seriamente el riesgo de convertirse en una guerra fallida para la OTAN.
Son consecuencias probablemente no intencionadas de las decisiones de actores externos e internos. Estos tiempos requerir¨ªan un claro liderazgo internacional. Pero no existe ni en Europa ni en Estados Unidos. La tormenta tanto tiempo anunciada ha empezado y no hay capitanes en los buques.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.