Por la puerta grande
El regreso de Jos¨¦ Tom¨¢s enciende el fervor de los aficionados y el rechazo de colectivos antitaurinos
La fiesta de los toros dividi¨® ayer a Barcelona en la calle. Gracias al reclamo de Jos¨¦ Tom¨¢s, que romp¨ªa su retiro tras un lustro de ausencia, la plaza Monumental volv¨ªa a colgar el cartel de "no hay billetes". Hac¨ªa m¨¢s de dos d¨¦cadas, desde 1985, que el coso barcelon¨¦s no consegu¨ªa un llenazo as¨ª. La expectaci¨®n por la corrida de Tom¨¢s se respiraba muchas horas antes, porque la plaza hab¨ªa amanecido con una cola de aficionados que intentaba hacerse con las pocas entradas que se acabar¨ªan poniendo a la venta (el reglamento establece que el 5% deb¨ªa despacharse a partir de las once de la ma?ana, ocho horas antes del inicio de la lidia). La otra opci¨®n era la reventa, que se dispar¨® hasta los 3.000 euros.
En el mundo de los toros se viv¨ªa la tarde como un acontecimiento hist¨®rico. Aunque todo iba con cierto retraso, Tom¨¢s provoc¨® el delirio desde el principio. Las ovaciones eran ensordecedoras y no pasaba ni una hora cuando el maestro ya hab¨ªa cortado una oreja en su primera faena. Para los aficionados al toreo era un gran d¨ªa, pero los colectivos antitaurinos de la capital catalana echaban humo. A las 16.00 estaba convocada una manifestaci¨®n que parti¨® desde el monumento de Col¨®n, al pie de La Rambla. Unas 5.000 personas secundaron la marcha seg¨²n los organizadores, aunque la Guardia Urbana las cifr¨® en 2.200. Por el contrario, 19.200 seguidores de la fiesta se preparaban para aplaudir el regreso de Tom¨¢s al mismo coso en el que se cort¨® la coleta. Entre otros, asistieron a la cita la duquesa de Alba y Juan Antonio Samaranch.
Insultos y encontronazos
El encuentro entre antitaurinos y amantes del toreo fue muy tenso. Ocurri¨® a las puertas de la plaza, si bien unos y otros estaban divididos por un cord¨®n de seguridad erigido por los mossos d'esquadra, la polic¨ªa auton¨®mica catalana. Los manifestantes recorrieron el centro de Barcelona y provocaron varios cortes de tr¨¢fico. En el inicio de la marcha, destruyeron portadas de discos y casetes de Joaqu¨ªn Sabina y Joan Manel Serrat porque ambos cantantes pensaban acudir a ver al maestro, quien supo sortear con oficio en los primeros momentos de la tarde un amago de cogida. El p¨²blico -con una gran afluencia de aficionados llegados de todo el mundo- estaba entregad¨ªsimo. Los antitaurinos tambi¨¦n se dejaron la voz en proclamas contra la fiesta del toreo. Aunque la polic¨ªa les manten¨ªa lejos, los que protestaban -convocados por Libera! y las fundaciones Altarriba y Faada- y los que entraban a la plaza intercambiaron con visceralidad insultos y gestos groseros.
Hubo alg¨²n enganch¨®n, pero los agentes consiguieron que el encontronazo no pasara a mayores. El Ayuntamiento de Barcelona declar¨® a la capital catalana "ciudad antitaurina" el 6 de abril de 2004, pero la pol¨¦mica sobre la fiesta no arrecia. "Asesinos", "la tortura no es cultura", "si el toreo es arte, el canibalismo tambi¨¦n es gastronom¨ªa", "?qu¨¦ gane el toro!", fueron algunos de los lemas de los manifestantes, acallados despu¨¦s por los aplausos con los que se recib¨ªa a Tom¨¢s en la plaza.
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