Nombrar la igualdad para alcanzarla
La revisi¨®n de los textos escolares indica que a¨²n hay carencias en el uso del lenguaje y faltan personajes femeninos
La mujer, sobre todo, parece destinada por la Providencia para vivir retirada en el modesto hogar, perfum¨¢ndolo con la esencia de su ignorada virtud, embelleci¨¦ndolo con su gracia sencilla; de modo que las mismas que han recibido del cielo un valor varonil, un talento privilegiado y otros dones, han sido m¨¢s desgraciadas que la generalidad de su sexo". Mucho tiempo ha pasado desde que libros de texto como ¨¦ste -Flora o la educaci¨®n de las ni?as (1922)- educaban a las mujeres. En ese tiempo, las cosas han cambiado, pero los problemas de sexismo en la escuela, aunque diferentes, siguen presentes.
La ley contra la violencia de g¨¦nero propuso revisar los materiales did¨¢cticos
"Se puede intentar cambiar la realidad nombr¨¢ndola", dice una experta en coeducaci¨®n
Una vez m¨¢s, los expertos se?alan la ense?anza obligatoria como punto de partida de un cambio imperioso de esquemas sociales (33 mujeres han muerto por violencia sexista en lo que va de a?o). As¨ª, dentro del desarrollo de la ley contra la violencia de g¨¦nero, el Gobierno se propuso en diciembre revisar los contenidos de los libros de texto para "eliminar los estereotipos sexistas y fomentar la igualdad entre hombres y mujeres".
Lo est¨¢ haciendo la Inspecci¨®n del Ministerio de Educaci¨®n y, aunque el resultado definitivo a¨²n no est¨¢ listo, el trabajo arroja luces y sombras: "Se ha avanzado mucho en la eliminaci¨®n de estereotipos de g¨¦nero, en la representaci¨®n de las tareas dom¨¦sticas, y en los textos se respeta la dignidad y la igualdad de la mujer. Pero en nombrar las profesiones tambi¨¦n en femenino se ha avanzado menos, o en mostrar personajes femeninos", explica el secretario general de Educaci¨®n, Alejandro Tiana, echando mano de un avance del estudio que ha repasado varias decenas de textos escolares de diferentes asignaturas y cursos.
Dirigirse a todos y todas, hablar de jueces y juezas... el debate sobre el uso no sexista del lenguaje est¨¢ presente en casi todos los ¨¢mbitos, y cuenta con sus detractores, que le quitan importancia y se?alan, incluso, lo que ven como aberraciones del idioma. Sin embargo, son muchos los expertos que aseguran que "hay que cuidar el masculino y el femenino, hay que nombrar la realidad tal cual es, y tambi¨¦n se puede intentar cambiar esa realidad nombr¨¢ndola", explica la profesora experta en coeducaci¨®n Milagros Montoya.
La Federaci¨®n de Mujeres Progresistas cita al fil¨®sofo austriaco Ludwig Wittgenstein para explicar que "los l¨ªmites del lenguaje son los l¨ªmites del pensamiento". "Eso significa que el sistema ling¨¹¨ªstico condiciona de alguna manera la mentalidad colectiva y la conducta individual y social. A trav¨¦s del lenguaje nombramos la realidad, la interpretamos y la creamos simb¨®licamente cuando hacemos abstracciones. El lenguaje desempe?a un papel muy importante en la construcci¨®n del imaginario social y en la modelaci¨®n de la personalidad".
Carmen Heredero, de la Secretar¨ªa de la Mujer de la Federaci¨®n de Ense?anza de CC OO, asegura que "hay aspectos que es bueno que se cambien y que son f¨¢ciles de cambiar", pero no todos lo son. "Hablar de las profesiones en femenino es algo muy sencillo. En una conversaci¨®n en un bar, es normal que todo el mundo hable de la jueza o de la m¨¦dica. Sin embargo, el plural [todos y todas] s¨®lo se utiliza en el ¨¢mbito p¨²blico y se puede llegar a veces a lo rid¨ªculo". Heredero propone, pues, ir cambiando aquello que no trastoca los esquemas ling¨¹¨ªsticos, con un criterio flexible.
Esto, trasladado a la educaci¨®n, requiere una formaci¨®n docente que se lleva reclamando largo tiempo desde distintos sectores. Heredero, profesora de Lengua y Literatura de secundaria, ha realizado mucho trabajo de campo para la tesis doctoral que prepara, sobre el sexismo del lenguaje: "Los profesores est¨¢n absolutamente al margen de todo esto", asegura. La coeducaci¨®n y la igualdad estar¨¢n en los planes que prepara Educaci¨®n para las nuevas carreras de magisterio (para primaria), y los m¨¢steres para secundaria.
Pero el lenguaje, aunque el principio, es s¨®lo una parte. "Tambi¨¦n est¨¢n despistados en lo que se refiere a la discriminaci¨®n de las mujeres, se soprenden cuando les digo que el paro todav¨ªa afecta mucho m¨¢s a las mujeres", explica Heredero. Una desigualdad que persiste en todos los ¨¢mbitos sociales, tambi¨¦n a la educaci¨®n. En infantil y primaria (de 3 a 12 a?os), las mujeres son el 77% del profesorado, pero s¨®lo representan el 45% de los directores de los centros educativos. En secundaria, son el 53% de la plantilla, pero s¨®lo hay un 25% de directoras. En cuanto a las inspectoras educativas, son apenas el 25%.
Estas diferencias son las que se pretenden cambiar y, para empezar, habr¨ªa que ense?arlas en la escuela. "En general, lo que se puede recriminar a los libros de texto ahora mismo son s¨®lo detalles, pero tampoco existe ninguno que asuma realmente la perspectiva de g¨¦nero", a?ade.
Los textos de la nueva materia de Educaci¨®n para la Ciudadan¨ªa acaban de salir a la luz, y en ellos s¨ª aparece un tema sobre la igualdad entre hombres y mujeres. Se?alan, entre otros, la justificaci¨®n hist¨®rica de la desigualdad entre hombres y mujeres, los estereotipos de la mujer en el hogar, la lucha del feminismo, y los retos futuros. Por ejemplo, acabar con la explotaci¨®n sexual o la violencia de g¨¦nero.
Pero m¨¢s all¨¢ de esa asignatura, los expertos reclaman m¨¢s presencia femenina en los curr¨ªculos de todas las asignaturas, una carencia que se?ala el estudio del ministerio. "En una sociedad dominada durante siglos por los hombres, quiz¨¢ es complicado encontrar m¨¢s mujeres en Historia, Literatura o Ciencias, pero es cierto que a¨²n se puede hacer mucho mejor", se?ala el secretario general de Educaci¨®n, Alejandro Tiana.
La actitud de profesores y alumnos, su comportamiento y sus actitudes, las relaciones que se establecen... todo esto tiene que contemplarse dentro de una educaci¨®n en igualdad. Pero tambi¨¦n es importante empezar por nombrar el objetivo deseado, dice Carmen Heredero: "No creo que cambiar el lenguaje vaya a cambiar por s¨ª solo la realidad, pero s¨ª creo que puede empezar a hacerlo".
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