![Coordinadores de bienestar centros educativos](https://imagenes.elpais.com/resizer/v2/YZCNDM7O3FE6TBE5ZMQH4OXICU.jpg?auth=18d684e4c69f35e91f4d8f9bf9e445c0c75229e9afd7d29ebc70a98ff94333b5&width=414)
Las reformas educativas entre los fines y los medios
Conviene no equiparar sistema educativo y sistema escolar
Conocida es la confusi¨®n, o la asimilaci¨®n, entre los fines y los medios, de manera que, para evitarla, resulta oportuno establecer con claridad los fines. En el caso del sistema educativo, la introducci¨®n de los pre¨¢mbulos de las leyes y la concreci¨®n de algunos de sus preceptos, precisamente sobre los fines y principios de tal sistema, parecen establecerlos con claridad.
No ser¨¢ necesario, por tanto, acudir a las metaf¨ªsicas fuentes de la teleolog¨ªa, la ciencia de los fines, o a la aristot¨¦lica doctrina de las causas finales con la asistencia de los principios de la causalidad. Filosof¨ªa aparte, aunque no tanto, los fines de la educaci¨®n, principalmente de la que se cursa con car¨¢cter obligatorio, tienen que ver con el establecimiento de una escolarizaci¨®n cuyo efectivo desarrollo no deriva, de forma directa, de la obligatoriedad de aquella, sino de resultar significativamente atractiva por su prop¨®sito, por su fin principal: la adquisici¨®n de competencias y capacidades ¨Dsobra advertir, pero a veces se ignora lo obvio, que los conocimientos forman parte de ellas¨D propias de un desenvolvimiento personal y social tan equitativo como id¨®neo.
El curr¨ªculo b¨¢sico deber¨ªa ser ajeno al disenso, sin menoscabo de posibles concreciones curriculares
El car¨¢cter social de la educaci¨®n obligatoria, por otra parte, lleva a la necesidad de compensaciones educativas que aminoren los efectos, en ese desarrollo personal y social, de la desigualdad de origen. Aunque, a tal fin, conviene no equiparar sistema educativo y sistema escolar, ya que las actuaciones y medidas no son solo escolares, intramuros de la escuela, sino asimismo educativas ante la determinante influencia de intervenciones, extraescolares por sociales, en distintos ¨¢mbitos.
Dado tan relevante fin del sistema educativo, no solo escolar, la diferente entidad de los fines y los medios es decisiva. Sobre todo, si se advierten aspectos que realzan los medios y desdibujan, m¨¢s bien postergan, aunque no sea intencionadamente, los fines. Uno es el de la configuraci¨®n del curr¨ªculo de las ense?anzas, con situaciones de confusi¨®n en las que el nombre de las cosas, cambiante, puede desorientar la naturaleza de estas.
Basta referir elementos caracter¨ªsticos del actual curr¨ªculo ¨Dperfiles competenciales, competencias clave y espec¨ªficas, situaciones de aprendizaje, evaluaci¨®n basada en criterios¡¨D para constatar que el curr¨ªculo de las ense?anzas, como medio para alcanzar los fines de la educaci¨®n, puede convertirse, por los procesos de deliberaci¨®n y controversia curricular, en un fin, que no medio, instrumental. Y, por eso, la reiterada necesidad de adoptar un curr¨ªculo configurado a partir de los aspectos sustantivos, b¨¢sicos e imprescindibles que propicien el fin mayor de la escolarizaci¨®n. Este curr¨ªculo b¨¢sico deber¨ªa ser ajeno al disenso, sin menoscabo de posibles concreciones curriculares que pudieran resultar menos compartidas.
Otro aspecto de la cambiada naturaleza de los medios y los fines es la formaci¨®n inicial para la ense?anza, preferentemente tambi¨¦n en el caso de la educaci¨®n obligatoria. Su condici¨®n de medio parece evidente, pero las demoras en su adecuaci¨®n, con un debate abierto desde hace d¨¦cadas, y las medidas que deben adoptarse para su configuraci¨®n eficaz atribuyen a la formaci¨®n inicial, al cabo, un car¨¢cter de fin. Situaci¨®n que cuestiona la prevalencia del declarado y principal fin del sistema educativo, al que la formaci¨®n inicial contribuye como medio relevante.
En definitiva, los procesos de reforma, afectados por distintas circunstancias y factores, no deben propiciar el desplazamiento o la confusi¨®n entre los fines y los medios; sobre todo, si considera la significaci¨®n de estos ¨²ltimos para reforzar el car¨¢cter educativo y social de la educaci¨®n obligatoria.
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