Borrachos y borrachas

Se me pone un nudo en la garganta cada vez que en el metro me topo con la reci¨¦n estrenada campa?a del Ministerio de Sanidad sobre el consumo de alcohol en los j¨®venes: ¨¦l, reclinado en una silla y semiinconsciente, sosteniendo el vaso de litro. "El doble de rid¨ªculo", reza el eslogan. Ella, quieta en la pista de baile, con un cubata en la mano y la mirada y el gesto perdidos: "El doble de vulnerable", reza el eslogan. No se me ocurre otra interpretaci¨®n que la de que la "vulnerabilidad" de la chica remite a la posibilidad de que sea agredida sexualmente, de que alguien "abuse" de ella aprovechando su estado de embriaguez.

?Por qu¨¦ una campa?a para prevenir el alcoholismo entre los j¨®venes gira en el caso de ellos en torno a su imagen p¨²blica ("no debes parecer rid¨ªculo"), mientras que en el caso de ellas lo hace en torno a las potenciales agresiones sexuales de que pueden ser objeto? ?Cu¨¢ndo narices se nos va a meter en la cabeza, ?maldita sea!, que aunque una mujer se exhibiese desnuda en mitad de una plaza llena de varones rebosantes de hormonas nadie, absolutamente nadie, tendr¨ªa el menor derecho a ponerle un solo dedo encima en contra de su voluntad? Si la mujer se hallara bajo los efectos del alcohol o de cualquier otra sustancia, la agresi¨®n ser¨ªa m¨¢s condenable a¨²n, si cabe.

El mensaje de la campa?a no s¨®lo naturaliza el peligro (en vez de criticarlo), sino que resulta culpabilizador ("si no te hubieras emborrachado..."). Entre esto y "la falda demasiado corta" de algunas sentencias judiciales la l¨ªnea es delgada, demasiado delgada. Me pregunto cu¨¢ndo podremos las mujeres cogernos un buen "pedo" sin tener que pensar en nuestra integridad f¨ªsica. Estar¨ªa encantada de tener que preocuparme por no parecer rid¨ªcula.