"Mir¨¦ atr¨¢s, esperaba ver la silueta del otro veh¨ªculo, pero no la encontr¨¦"
"Lo que m¨¢s rabia te da es ver c¨®mo van cayendo uno a uno. Al principio nos dijeron que eran tres los fallecidos, luego cuatro, cinco y, al final, seis, contando a [Manuel David] Portas, al que trajimos m¨¢s r¨¢pido imposible. Nos dijeron que se salvar¨ªa, aunque habr¨ªa que amputarle una pierna, y dos horas despu¨¦s nos comunicaron que hab¨ªa muerto. Lo que sientes es, sobre todo, impotencia". Daniel Blanco, de 23 anos, natural de Torrej¨®n de Ardoz (Madrid), iba a bordo del blindado que preced¨ªa al que fue atacado el pasado domingo en L¨ªbano y vivi¨® en primera persona los terribles momentos que siguieron a la explosi¨®n y los intentos por auxiliar a las v¨ªctimas.
"?bamos unos 70 metros por delante. Yo conduc¨ªa el primer BMR. Sent¨ª un estruendo y me detuve a un lado; fueron s¨®lo unos segundos. No sab¨ªa lo que estaba pasando", relata su compa?ero Jorge Enrique Prieto, colombiano de 28 a?os. "Lo primero que hice fue sacar la cabeza y montar el arma, Mir¨¦ hacia atr¨¢s, esperaba ver la silueta del otro veh¨ªculo, pero no la encontr¨¦. Me cost¨® un momento darme cuenta de que estaba tirado a un lado, en medio del humo y el fuego", prosigue Luis Cruz Ordu?a, natural de Madrid, de 23 a?os.
"Salimos a ayudarles, avanzamos despacio hacia donde estaban y tuvimos que echar cuerpo a tierra y cubrirnos con los chalecos antibalas, porque la munici¨®n empez¨® a detonar y no sab¨ªamos si nos tiroteaban", recuerda su compa?ero Blanco. "Se acerc¨® una patrulla italiana y debieron quedarse at¨®nitos, sin saber c¨®mo reaccionar, porque alguno empez¨® a tomar im¨¢genes en vez de intentar socorrernos. Los que dieron el todo por el todo fueron los del Ej¨¦rcito liban¨¦s, que acordonaron la zona y trajeron veh¨ªculos civiles para ayudarnos a evacuarlos".
"Son cosas que no se pueden explicar", interrumpe Ortu?o. "Quedan para nosotros". Cuatro de sus compa?eros estaban tirados en el suelo, gimiendo de dolor, pidiendo ayuda. Uno de ellos se quejaba de que se estaba quemando, a pesar de que el fuego que le abras¨® ya se hab¨ªa extinguido.
"No es un plato de buen gusto", concluye. "El mejor homenaje que podemos hacerles es terminar la misi¨®n con ¨¦xito y no olvidarlos", "No s¨®lo por nosotros", tercia Ordu?o, "sobre todo por ellos, porque se lo merecen".
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.
Sobre la firma
Archivado En
- Espa?oles extranjero
- Terrorismo internacional
- L¨ªbano
- Objetivos terroristas
- Pol¨ªtica exterior
- Al Qaeda
- Misiones internacionales
- Planes terroristas
- Fuerzas armadas
- Atentados terroristas
- Oriente pr¨®ximo
- ONU
- Asia
- Organizaciones internacionales
- Relaciones exteriores
- Conflictos
- Espa?a
- Migraci¨®n
- Grupos terroristas
- Demograf¨ªa
- Sucesos
- Pol¨ªtica
- Terrorismo
- Defensa
- Sociedad