Una letrada invoca sus relaciones con procesados para exculpar a su cliente

Tener amistades peligrosas o sospechosas no es delito. Tampoco estar en el momento inadecuado, con gente poco aconsejable, en el lugar equivocado. Ambos argumentos fueron esgrimidos por dos abogadas de la defensa para intentar limpiar de cargos a su cliente. La letrada de Mohamed Bouharrat, Mar¨ªa Isabel Garc¨ªa, incluso invoc¨® sus relaciones con algunos procesados en el barrio donde vive, Lavapi¨¦s, para convencer al tribunal de que tener relaciones con sospechosos habituales no es motivo de c¨¢rcel.

Garc¨ªa, casada con un musulm¨¢n, lleg¨® a decir que su cliente est¨¢ en prisi¨®n "pr¨¢cticamente a petici¨®n propia", ya que fue encarcelado tras acudir a declarar voluntariamente al acordarse de detalles sobre algunos de los implicados. Pero datos contra ¨¦l, dijo, no hay ni uno. La letrada admiti¨® que su cliente ten¨ªa amistad con los procesados, pero dijo que ella misma, casada con un ¨¢rabe, conoce a muchos. Mohanad Almallah le instal¨® un aparato de aire acondicionado. Compra carne en el comercio de la familia de Rachid Aglif. Come con frecuencia en el Alhambra, restaurante donde los procesados celebraban reuniones. A veces iba al locutorio de Jamal Zougam. "Y mi marido se cortaba el pelo en la peluquer¨ªa Paparazzi, as¨ª que no tendr¨ªa salvaci¨®n", ironiz¨®.

Una t¨¢ctica parecida us¨® Beatriz Bernal, defensora de Otman el Gnaoui, acusado de ser cooperador necesario. "Estuvo en el momento inadecuado con gente inadecuada y en el lugar inadecuado, pero no estuvo en los trenes", aleg¨®. Tras tocar de pasada la teor¨ªa de la conspiraci¨®n, calific¨® de "falsedades y especulaciones" las acusaciones contra su cliente. "Ha sido utilizado para desviar la atenci¨®n de los verdaderos autores". Si fue a recoger a Jamal Ahmidan cuando regresaba de Asturias, fue "por hacerle un favor, porque era el ¨²nico que sab¨ªa conducir". ?Su presencia en la casucha de Chinch¨®n? S¨®lo para trabajar, pero no vio nada raro, ni armas ni explosivos. Que su ADN est¨¢ en ropas halladas en la estaci¨®n de Vic¨¢lvaro, falso.

El abogado de Abdelilah el Fadual dijo que se falsearon pruebas contra su defendido, el de Saed el Harrak, que su cliente "cav¨® su tumba al hacerse amigo de Abdennabi Kounjaa". "Se culpa para tranquilizar conciencias", afirm¨® la letrada de Emilio Llano. Vamos, todos inocentes, chivos expiatorios con malas amistades y algo tontainas.