"La religi¨®n no es el problema"
La Fundaci¨®n Tres Culturas organiza talleres en Sevilla con 120 expertos de Europa, el Mediterr¨¢neo y el Golfo
Andr¨¦ Azoulay, consejero real de Marruecos, se quej¨® ayer en Sevilla de "la manipulaci¨®n y la ignorancia" con la que tratan al islam muchas personas con poder. "La religi¨®n no es el problema. La religi¨®n sirve para ayudar a encontrar soluciones a los problemas", coment¨® Azoulay, que particip¨® en una mesa redonda sobre la Alianza de Civilizaciones en el hotel Alcora. El fil¨®sofo y escritor franc¨¦s R¨¦gis Debray y el presidente del Instituto del Mundo ?rabe, el franc¨¦s Dominique Baudis, completaron la mesa redonda, que se encuadra dentro de los talleres culturales Europa-Mediterr¨¢neo-Golfo, que, organizados por la Fundaci¨®n Tres Culturas, concluyen hoy, s¨¢bado.
Azoulay continu¨® con su llamamiento a destruir la mentira. "El segundo mito con el que ha habido que acabar es el del conflicto de civilizaciones. Esta noci¨®n, esta idea, se impuso por defecto o manipulaci¨®n dentro del conjunto de la ONU. Y esto ha marcado el alfa y el omega de todos los an¨¢lisis. Existen civilizaciones distintas con calificativos que no se conjugan de la misma forma en Ramala, Nueva York, Londres o Bagdad", agreg¨® Azoulay. "No es un problema de religi¨®n ni enfrentamiento entre civilizaciones, sino un problema pol¨ªtico que se llama Palestina, Israel, Irak y Afganist¨¢n. Son espacios pol¨ªticos en los que los ¨¢rabes y los musulmanes sienten algo que podr¨ªamos denominar como ostracismo, humillaci¨®n, marginaci¨®n e ignorancia", asever¨® el consejero real de Marruecos ante 120 responsables pol¨ªticos y religiosos, intelectuales y l¨ªderes de la sociedad civil de distintos pa¨ªses de Europa, el Mediterr¨¢neo y el Golfo.
Andr¨¦ Azoulay critic¨® el "mito del conflicto de civilizaciones"
Azoulay es presidente delegado de la Fundaci¨®n Tres Culturas y miembro del Grupo de Alto Nivel de las Naciones Unidas para la Alianza de Civilizaciones. Su labor en este grupo ha culminado con un informe. Precisamente, su trabajo en la iniciativa impulsada por los Gobiernos de Espa?a y Turqu¨ªa para buscar cauces de di¨¢logo estuvo en el centro de varias preguntas de R¨¦gis Debray. El fil¨®sofo franc¨¦s pregunt¨® a Azoulay: "?cu¨¢ntas personas y qu¨¦ civilizaciones estaban representadas en el grupo? ?por qu¨¦ pensaban ustedes que iban a poner en pr¨¢ctica este informe cuando las resoluciones del Consejo de Seguridad de la ONU nunca se han puesto en pr¨¢ctica en la regi¨®n?".
Azoulay respondi¨® a Debray: "?ramos un grupo de 19 personas que intentaban contribuir a la soluci¨®n de este problema. ?Por qu¨¦ pens¨¢bamos que se iba a llevar a la pr¨¢ctica lo dicho en el informe? No esper¨¢bamos la obtenci¨®n de nada concreto: por ejemplo, que haya la evacuaci¨®n de un territorio. Lo que hemos intentado es iniciar un proceso que haga comprender a unos y otros por qu¨¦ ha fracasado el proceso de la ONU". El consejero real de Marruecos afirm¨® que "se ha dado un fracaso, pero no se ha hecho un an¨¢lisis de ese fracaso". "Nuestro informe no da soluciones a corto plazo. Es, sobre todo, un informe did¨¢ctico, aunque una parte sea ideol¨®gica. No hay nada concreto en materia pol¨ªtica o diplom¨¢tica", dijo Azoulay.
Debray le plante¨® a Azoulay "por qu¨¦ no se intentaba cambiar la sede permanente de la ONU de Nueva York a Jerusal¨¦n". Debray dict¨® el jueves la conferencia inaugural de los talleres culturales. Debray se?al¨® a los asistentes: "imaginad cu¨¢ntos muertos en Irak y en Afganist¨¢n podr¨ªan haberse evitado si hubiera habido en la Casa Blanca un grupo de hombres y mujeres un poco instruidos en historia del pensamiento, geograf¨ªa humana, historia de las religiones y antropolog¨ªa cultural".
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.