?Seiscientos a?os de modernidad?
Pragm¨¢ticamente, la Documenta 12 de Roger M. Buergel es heredera de la X de Catherine David, pero el sentimiento es radicalmente distinto. La comisaria francesa no fue una esteta que se deleit¨® en la especulaci¨®n de conceptos y personas, sino que tuvo ideas propias y entendi¨® que un evento de la importancia del de Kassel, una ciudad situada en el centro de la reunificada Alemania -seriamente afectada por la recesi¨®n econ¨®mica-, deb¨ªa aparecer como una topograf¨ªa ejemplar de toda una serie de rupturas y desplazamientos donde poder cuestionar la modernidad en un nuevo orden nacido del colapso comunista y de una brutal imposici¨®n de las leyes del mercado. Disuelto el museo y el espacio p¨²blico en una estandarizada sociedad del espect¨¢culo, la Documenta X supuso la reconsideraci¨®n del trabajo de artistas seminales de la segunda mitad del siglo que hab¨ªan nacido antes, durante o inmediatamente despu¨¦s de la guerra; algunos hab¨ªan muerto prematuramente (Broodthaers, Fahlstr?m, Matta-Clark, Oiticica), otros empezaron a trabajar en los a?os de la primera Documenta, en 1955 (Richter, Pistoletto, Hamilton, Aldo van Eyck), cuestionando o transgrediendo las viejas nociones de "bellas artes", las rimas y fundamentos de la cultura occidental.
DOCUMENTA 12
Roger M. Buergel
(director art¨ªstico)
Ruth Noack (curadora)
Kassel, Alemania
Hasta el 23 de septiembre
Diez a?os despu¨¦s, Roger M. Buergel ha convertido en convencional y trillada aquella visi¨®n libre y osada de la (re)presentaci¨®n de las formas y pr¨¢cticas est¨¦ticas contempor¨¢neas. As¨ª, la respuesta a la cuesti¨®n cr¨ªtica -imposible- que plantea el comisario berlin¨¦s, "?es la modernidad nuestra antig¨¹edad?", evita h¨¢bilmente malograrse en un inexistente texto te¨®rico, o simplemente se esquiva a lo largo del recorrido por las m¨¢s de quinientas obras, un tercio de las cuales son "no contempor¨¢neas". Como buen alem¨¢n, Buergel aspira a una visi¨®n total del arte. Su mezcla de historias, im¨¢genes y culturas -en especial las del Medio y Lejano Oriente- ni siquiera puede calificarse de ecl¨¦ctica. Es m¨¢s bien arbitraria, a ratos fr¨ªvola y repetitiva (del chapucero barroquismo del chileno Juan D¨¢vila al fetichismo minimalista del norteamericano John McCracken), aunque impecablemente lograda en algunos casos. Todo puede ser susceptible de lecturas. Una amalgama que no permite, en ning¨²n momento, que uno se tome del todo en serio al comisario, ni siquiera de un modo ir¨®nico. A modo de referencia de esta Documenta 12, en la que hay contados v¨ªdeos, ausencia total de arquitectura y s¨ª muchas alfombras, decir que la pieza m¨¢s antigua es un dibujo de un an¨®nimo persa, que se exhibe en el alejado pabell¨®n Schloss Wilhelmsh?he. La intenci¨®n de Buergel es mostrar c¨®mo ya en el siglo XV los artesanos de aquel pa¨ªs se apropiaban del lenguaje y formas chinas. La pieza m¨¢s contempor¨¢nea... podr¨ªa no haber llegado todav¨ªa, quiz¨¢s alg¨²n secreto gastron¨®mico-molecular elucidado en la pen¨²ltima estrategia promocional de Ferran Adri¨¤.
Salvada la torpeza arquitec
t¨®nica del pabell¨®n dise?ado por los arquitectos Anne Lacaton y Jean-Philippe Vassal, en el Karlsaue Park, donde docenas de obras dispuestas en absoluta contradicci¨®n y confusi¨®n pueden dejar exasperado al visitante, el n¨²cleo de la exhibici¨®n se concentra en el Museum Fridericianum, Documenta Halle, Aue Pavillion y Neue Galerie. La migraci¨®n de las formas, La exposici¨®n como m¨¦dium y El fracaso del espacio p¨²blico en la modernidad son los ejes de la ley b¨¢sica de Buergel, de manera que el p¨²blico est¨¢ invitado a establecer sus propios puentes a partir de relaciones formales o atributos.
En t¨¦rminos de experiencia, el espacio m¨¢s divertido y menos rutinario es el Documenta Halle, ocupado por el trabajo de la artista alemana Cosima von Bonim (1962): se trata de una instalaci¨®n que remite al concepto de fragilidad, compuesta por grandes perros de trapo que habitan en estructuras minimalistas parecidas a las de Sol LeWitt. Muy cerca, una bell¨ªsima alfombra persa (XIX) sirve de fondo a la disecada serenidad de una jirafa -encontrada en el zoo de la ciudad palestina de Qualquiliyah tras un ataque de la aviaci¨®n israel¨ª-, obra del austriaco Peter Friedl (1960), una pieza que participa de la misma idea de Von Bonim de utilizar la cultura popular como arma pol¨ªtica.
Buergel, que deja claro que vivimos en un mundo de im¨¢genes y no de experiencias, ha considerado que la presencia de las reproducciones del manet, La exposici¨®n universal (1867) y el klee ?ngelus Novus (1920) puede ser tan intensa como la impresionante instalaci¨®n en la Neue Galerie de la norteamericana Eleanor Antin, The Angel of Mercy (1977), basada en la vida de la hero¨ªna feminista Florence Nightingale. Todo muy baudrillardesco. Tomadas en su individualidad, las esculturas y dibujos de Tanaka Atsuko (1935), los collages de la belga Lili Dujourie (1941) y los v¨ªdeos de la india Amar Kanwar (1964), aparecen como raras y sofisticadas aves; al igual que los delicados assemblages (1966) de la checa B¨ºla Kol¨¢rov¨¢, las esculturas de papel de arroz de la germano-brasile?a Mira Schendel (1966), los elegantes diarios (1970) de la paquistan¨ª Nasreen Mohamedi, el sublime americano en las fotograf¨ªas de la alemana Andrea Geyer (1971), los homelands retratados por el surafricano David Goldblatt (1930) y el activismo de las norteamericanas Jo Spence y Martha Rossler. Uno de los aciertos de Buergel ha sido la incorporaci¨®n de la danza (Trisha Brown, Ivonne Rainer).
El entra?able Prototipo de
de ola (2006), del polifac¨¦tico artista chino Ai Wei Wei, representa la fusi¨®n de la memoria y la imaginaci¨®n. Los v¨ªdeos del irland¨¦s James Coleman, Retake with Evidence (2007) y de la alemana Hito Steyerl Lovely Andrea (2007) tienen por s¨ª solos una autoridad decisiva en este evento.
Finalmente, decir que en la gram¨¢tica de Buergel, los Oteiza (1908-2003) fallan estrepitosamente. Y que el archivo prospectivo sobre la dimensi¨®n totalitaria y fallida de la gran obra p¨²blica (Pol¨ªtica Hidr¨¢ulica, 2007) y la representaci¨®n de la compleja severidad de la monta?a vasca (Exercises on the North Side, 2007), de Ibon Aramberri, resultan, en el teatralizado y chirriante espacio de la Neue Galerie, inapelables. Una verdadera rareza.
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