Josu Ternera sigue en la direcci¨®n de ETA, donde predomina una nueva generaci¨®n
Una nueva generaci¨®n de ETA controla la direcci¨®n de la banda terrorista, en la que tambi¨¦n participa el que ha sido su interlocutor con el Gobierno en el frustrado proceso para el final dialogado del terrorismo, Jos¨¦ Antonio Urrutikoetxea, Josu Ternera, seg¨²n fuentes nacionalistas vascas.
La declaraci¨®n del cese de la violencia fue precedida de un acuerdo precario en el seno de la organizaci¨®n terrorista
La izquierda 'abertzale' est¨¢ dividida entre quienes creen que ETA apostar¨¢ por un "ciclo corto" de terror o por uno largo
El vuelco del proceso de paz se decidi¨® en una reuni¨®n en julio del a?o pasado
El veterano dirigente promovi¨® en el seno de la banda el alto el fuego de 2006, pero fue excluido de la reuni¨®n de diciembre
Ternera, de 58 a?os, l¨ªder hist¨®rico de ETA, uno de los participantes en el asesinato del almirante Luis Carrero Blanco, en diciembre de 1973, no particip¨® en la ¨²ltima reuni¨®n que interlocutores del Gobierno y la banda celebraron a mediados de diciembre pasado en Oslo (Noruega) -y no en Turqu¨ªa, como se?alaron algunos medios-, dos semanas antes de que la banda colocara la bomba en el aeropuerto de Barajas, que cost¨® la vida a dos inmigrantes.
La ausencia de Ternera en aquella cita desat¨® las especulaciones sobre su posible apartamiento de la c¨²pula de la banda. "ETA funciona de manera colegiada y Josu Ternera, en las conversaciones previas al alto el fuego, se limitaba a representar a la organizaci¨®n", se?alan las fuentes nacionalistas informantes, que niegan que vaya a producirse una ruptura en el seno de ETA entre quienes apostaban por mantener la tregua y quienes han logrado imponer su ruptura. A¨²n as¨ª, las mismas fuentes se?alan que la actual direcci¨®n etarra est¨¢ sometida a vaivenes de criterio interno.
El acuerdo sobre el alto el fuego del 22 de marzo de 2006 fue muy precario en el seno de la direcci¨®n de ETA y Josu Ternera hizo mucho esfuerzo para sacarlo adelante. Su principal aliado en Batasuna fue Arnaldo Otegi. El t¨¢ndem Ternera-Otegi fue el motor del proceso en ETA-Batasuna. "Todo apunta a que Josu Ternera forz¨® la decisi¨®n del alto el fuego; eso explica la demora de cuatro meses que hubo entre el preacuerdo que logr¨® con la representaci¨®n gubernamental en Ginebra y Oslo y la declaraci¨®n oficial de ETA".
Otra prueba de la precariedad del preacuerdo en ETA es que las actuaciones del juez Fernando Grande-Marlaska, inmediatamente despu¨¦s del alto el fuego, poniendo trabas a la actividad de Batasuna y llamando a declarar a varios dirigentes, lo tambalearon. El comunicado de ETA de agosto de 2006 se refer¨ªa a esas actuaciones como "incumplimientos" y anunciaba la "crisis" del proceso.
Con esa relaci¨®n de fuerzas en la direcci¨®n de ETA, en la izquierda abertzale se cree ahora que fue negativo que durante el proceso el secretario general del sindicato LAB, Rafael D¨ªez Usabiaga, y otros dirigentes de Batasuna insistieran en que esta nueva tentativa, protagonizada por Jos¨¦ Luis Rodr¨ªguez Zapatero, era "la ¨²ltima oportunidad de lograr la paz".
Estos l¨ªderes hist¨®ricos de la izquierda abertzale hab¨ªan interiorizado el an¨¢lisis cr¨ªtico sobre el contexto internacional y nacional en que se mov¨ªa ETA y buscaban una "salida digna". Les pesaba que ETA fuera la ¨²nica organizaci¨®n que practicaba el terrorismo en Europa, tras la retirada del IRA de la escena, y con Al Qaeda y otros grupos islamistas en plena expansi¨®n criminal, con atentados de la magnitud del 11-M en Madrid. Y eran permeables igualmente a la creciente presi¨®n existente en Euskadi contra la violencia.
En esta tesitura est¨¢ inmersa la mayor¨ªa de las fuerzas nacionalistas vascas, desde los partidos hasta el influyente sindicato mayoritario ELA, as¨ª como numerosas fuerzas sociales. Pero de tal percepci¨®n no participa la nueva generaci¨®n de ETA, que, seg¨²n fuentes nacionalistas, dispone de armas y de terroristas suficientes para mantener la actividad armada. La primera manifestaci¨®n de fuerza de esa nueva generaci¨®n en el proceso la dio el comunicado de agosto de 2006.
Seg¨²n diversas informaciones, respond¨ªa a las conclusiones de una reuni¨®n de la ejecutiva de la banda celebrada en julio. En la misma, ETA dio un giro al proceso, aprovechando el malestar en las bases de Batasuna por las trabas legales del juez Marlaska. La banda opt¨® entonces por postergar la reuni¨®n con el Gobierno para avanzar en el fin de la violencia a cambio de medidas a favor de los presos y exigi¨® un acuerdo pol¨ªtico previo de los partidos vascos sobre Navarra y el derecho a decidir.
Ya hab¨ªa precedentes del malestar de ETA. Mientras los principales l¨ªderes de Batasuna aplaudieron la declaraci¨®n de Zapatero, el 29 de junio de 2006, en la que el presidente del Gobierno aceptaba la apertura de conversaciones con ETA, a la direcci¨®n de la banda no le gust¨®. Ahora, en la izquierda abertzale hay un debate entre quienes creen que ETA apostar¨¢ por un "ciclo corto" de terrorismo y quienes temen que ser¨¢ "largo". El "ciclo corto" consistir¨ªa en atentados espectaculares sin buscar v¨ªctimas, con un plazo que culminar¨ªa tras las pr¨®ximas elecciones generales. En el entorno de Batasuna se considera que puede ser as¨ª, pero pueden confundir deseos con realidades, porque no tienen garant¨ªas.
De hecho, cada vez que ETA ha roto una tregua ha optado por una campa?a prolongada de atentados. Ciclo largo hubo tras la ruptura de la tregua acordada en Argel en 1989. La banda mantuvo una ofensiva hasta una d¨¦cada despu¨¦s, en septiembre de 1998, cuando se firm¨® el Pacto de Lizarra. Tras la ruptura de esta tregua, en noviembre de 1999, y hasta la nueva tregua de 2006, ETA desencaden¨® una dura campa?a de terror, en la que asesin¨® a 50 personas.
La publicaci¨®n en Gara de documentos de ETA y Batasuna referentes al fallido proceso manifestar¨ªa la necesidad que tienen ambas organizaciones de "legitimar" ante sus bases la pr¨®xima ofensiva etarra, seg¨²n las mismas fuentes.
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