"Lo de mi padre era matar; ah¨ª me cri¨¦ yo y lucho por huir de esa sombra"
El escritor gallego-mexicano Leonardo da Jandra (1951) se mueve en zonas de violencia. "Me interesa lo que va de ca¨ªda, no lo que va de grandeza, porque se aprende de la derrota, no de la victoria", asegura. Su obra, mestiza hasta el punto de que en el primer volumen de la trilog¨ªa Arousiada, de 1995, las p¨¢ginas pares est¨¢n escritas en "gallego de las r¨ªas, con gheada", se nutre de Valle-Incl¨¢n, Unamuno e Inmanuel Kant. Premio Nacional de Literatura en M¨¦xico con la novela Samahua, Da Jandra considera que "la galleguidad en M¨¦xico renquea; "a los hijos de los emigrantes gallegos en M¨¦xico les vale un carajo Galicia".
Leonardo da Jandra, que cerr¨® en Santiago de Compostela el ciclo Am¨¦rica, cada vez m¨¢is latina del Club Internacional de Prensa, nunca ha renunciado a los or¨ªgenes. "Siempre me dicen que perdone a mi padre, que perdone a Galicia, pero no tengo nada que perdonar; si he vivido lo que he vivido, es gracias a esa voluntad del gallego de enfrentar las adversidades". Dependiendo de las fuentes consultadas, el lugar de nacimiento de Da Jandra difiere entre Chiapas y Pobra do Carami?al. "Habr¨ªa que preguntarle a mi madre, pero lo importante no es donde uno nace, sino donde uno elige vivir", opina. Da Jandra vivi¨® y creci¨® en Arousa desde los ocho meses, hasta que se march¨® a estudiar a Madrid.
"No tengo nada que perdonar. Si he vivido lo que he vivido, es gracias a esa voluntad del gallego de enfrentar las adversidades"
"Nada de lo que yo escrib¨ª gust¨® a una serie de personajes que ni siquiera admit¨ªan que hubiese gallego de las r¨ªas no acad¨¦mico"
"Si preparas a Galicia para una cultura basada en el turismo, perder¨¢s tu propia cultura en favor de un mausoleo de vidrio y cemento"
Los traumas de Da Jandra y su relaci¨®n con Galicia, n¨²cleo de la, por el momento, abortada trilog¨ªa Arousiada, proceden de su padre. A pesar de heredar nombre literario -Da Jandra es una trascripci¨®n fon¨¦tica de A G¨¢ndara, la aldea paterna en Pobra do Carami?al-, las memorias del escritor gallego-mexicano se acercan a lo terrible. "Arousiada fue mi intento, quiz¨¢s demasiado prematuro, de arreglar mis asuntos con Galicia", explica, "una visi¨®n de la violencia autoritaria y patriarcal de este pa¨ªs". Y contin¨²a: "La contraparte a la fundaci¨®n de la feudocracia gallega, violenta, rapaz, terrible, es la vida brutal de mi padre". Da Jandra no tiene reparos a la hora de definir a su progenitor: "Mi padre es el ser m¨¢s violento que he conocido, y he conocido matones, asesinos, seres violentos; a mi padre lo llevaron a los 17 a?os a la Guerra Civil y estuvo en las batallas del Ebro y del Duero, luego fue como mercenario, en la Segunda Guerra Mundial, y combati¨® en Okinawa y en Normand¨ªa". "Lo de ¨¦l era matar; ah¨ª me cr¨ªe yo", concluye, "y lucho para huir de esa sombra, de esa violencia".
"Percib¨ª toda esa visi¨®n violenta como una lacra para Galicia", relata. A Leonardo da Jandra le vienen a la cabeza expresiones orales de esa violencia: "Matouna a planchazos, matouna a martillazos". Da Jandra opina que esa "Galicia negra" todav¨ªa existe. "Vemos a esos personajes que sobrevivieron al franquismo y que siguen tratando a la mujer con una brutalidad que nos retrotrae al peor feudalismo". "Nada de lo que yo escrib¨ª en La voluntad superadora, el primer libro de Arousiada, gust¨® a los bur¨®cratas, a una serie de personajes que ni siquiera admit¨ªan que hubiese gallego de las r¨ªas no acad¨¦mico", dice.
Da Jandra confiesa su deuda literaria con Ram¨®n Mar¨ªa del Valle-Incl¨¢n, su paisano. "Valle-Incl¨¢n no fue ese se?orito que se piensa; su fracaso result¨® terrible, c¨®mo muri¨®, orin¨¢ndose en pa?ales; Alfonso Reyes y el gobierno mexicano le daban dinero y le ofrec¨ªan residencia all¨¢, pero no quiso ir". El autor de Luces de Bohemia aparece en las p¨¢ginas de Arousiada, adem¨¢s de marcar el trabajo literario de Da Jandra: "El esperpento de Valle-Incl¨¢n y su expresi¨®n de la grandeza ca¨ªda, junto con el tenebrismo de Francisco de Goya, es lo m¨¢s grande que se ha hecho en Espa?a". Sin embargo, el gallego-mexicano reconoce la existencia de un reverso, el modernismo edulcorado de cierta etapa de Valle y "la buc¨®lica pintura de corte" de Goya.
La Galicia actual corre el peligro, seg¨²n Da Jandra, de caer "en manos de inversionistas voraces". "Con el cambio clim¨¢tico, que ha convertido el Mediterr¨¢neo en una cloaca infecta, y lo vemos con las invasiones de medusas, muchos turistas van a trasladarse a Galicia", opina un Da Jandra involucrado en luchas ecologistas de M¨¦xico. Los temores del mexicano-gallego a que el finisterre ib¨¦rico se convierta en "un mausoleo de aluminio, vidrio y cemento" se deben a lo que entiende como "falta de visi¨®n cultural y pol¨ªtica enraizada en la ecolog¨ªa". "Si preparas a Galicia para una cultura basada en el turismo, perder¨¢s tu propia cultura", se?ala.
Galleguidad renqueante
Leonardo da Jandra asume como cruzada personal "recuperar la galleguidad de M¨¦xico, el pa¨ªs hispanoamericano que m¨¢s la ha perdido". El escritor concreta que "el gallego que fue a M¨¦xico, salvo excepciones, no era lo mismo que el catal¨¢n". "Los catalanes exiliados eran hombres de letras, republicanos, que llevaban la cultura del exilio", afirma. Da Jandra compara la emigraci¨®n gallega con los mexicanos "que van hoy en d¨ªa a los Estados Unidos, campesinos sin un centavo, con una mano delante y otra detr¨¢s". "El hecho de que algunos gallegos se hicieran ricos no signific¨® que adquirieran riqueza cultural; a menudo son verdaderos burros con dinero que no han podido transmitir la continuidad de la cultura gallega", afirma.
M¨¦xico recibi¨® a Leonardo da Jandra en 1969. "No fui a hacer dinero, me march¨¦ porque no quer¨ªa ir al servicio militar". El escritor arousano-chiapaneco estudiaba entonces telecomunicaciones en Madrid. "Se trataba de lo que quer¨ªa mi padre que estudiase, aunque me pasaba el tiempo en la Facultad de Filosof¨ªa, donde asist¨ª a clases de uno de los peores fil¨®sofos que ha habido, y el peor disc¨ªpulo de Ortega y Gasset, Juli¨¢n Mar¨ªas". "Ten¨ªa broncas con el franquismo, llegu¨¦ al punto cr¨ªtico y me dije, aqu¨ª no hay nada que hacer".
Un Leonardo da Jandra extremadamente politizado arrib¨® en el M¨¦xico de la etapa m¨¢s represiva del Partido Revolucionario Institucional. "En M¨¦xico me especialic¨¦ en filosof¨ªa alemana y curs¨¦ un doctorado con un fil¨®sofo de la matem¨¢tica, Mario Bunge".
Antes de retirarse al tr¨®pico con su compa?era, donde viven desde hace 28 a?os, Da Jandra experiment¨® la efervescencia izquierdista de la Am¨¦rica Latina de los setenta. "Las charlas de Henri Lefebvre o de Roger Garaudy llenaban, nos colg¨¢bamos de las ventanas para escucharlos", recuerda. "En Galicia y en Espa?a todo estaba muerto, aunque mi padre, que era un franquista de mierda, adoraba esa situaci¨®n", concluye. "Pero un pa¨ªs necesita intranquilidad, hay que apostar a lo dif¨ªcil, no a lo f¨¢cil; en la dificultad se forja la grandeza".
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.