El planeta, sin vacaciones
Millones de coches en la carretera y turistas que consumen 3.000 litros de agua al d¨ªa
De acuerdo, las matem¨¢ticas no son para el verano. Sin embargo, a veces conviene desempolvar la calculadora para darse cuenta de ciertos peligros, como el impacto de las vacaciones estivales en el medio ambiente. S¨®lo un ejemplo: la DGT prev¨¦ que en julio y agosto se produzcan en Espa?a 90 millones de desplazamientos por carretera. En un cl¨¢sico viaje en coche entre Madrid y Valencia se liberan un promedio de 0,106 toneladas de C02, seg¨²n el sistema de medici¨®n de la empresa NativeEnergy. Si se multiplica esta cifra por los desplazamientos previstos, los veh¨ªculos emitir¨¢n como m¨ªnimo 9,54 millones de toneladas de C02 este verano.
La cifra es relevante, como el peso de la industria tur¨ªstica en la econom¨ªa, ya que emplea a 20 millones de personas en la Uni¨®n Europea y aporta el 10% del PIB comunitario. Y es justo su fuerte crecimiento -para 2020 la Organizaci¨®n Mundial de Turismo espera 1.600 millones de turistas en todo el mundo frente a los 870 millones actuales- el que puede convertir el ocio vacacional en verdugo y v¨ªctima del medio ambiente: verdugo por su contribuci¨®n al calentamiento del planeta y v¨ªctima porque sufrir¨¢ los efectos del cambio clim¨¢tico.
"El turismo es un depredador de energ¨ªa, ya que la cultura del descanso y las vacaciones se identifican con el viajar", advierte Yayo Herrero, de Ecologistas en Acci¨®n. El transporte tur¨ªstico supone el 8% de las emisiones de C02 de la UE. El 50% de esta cantidad corresponde al transporte a¨¦reo (AENA prev¨¦ para este verano 399.832 vuelos en Espa?a) y el 41% al de carretera. El Tourism Sustainability Group, un grupo de trabajo creado por la Comisi¨®n Europea en 2004 para promover el turismo sostenible, exige que los pol¨ªticos y las empresas "trabajen juntos para fomentar el uso de formas de transporte menos da?inas con el medio ambiente como el tren, los autobuses o las bicicletas". Para alentar estas alternativas se deben "aplicar impuestos medioambientales, dar m¨¢s informaci¨®n, invertir en infraestructuras y servicios y mejorar las conexiones".
Aparte de la contaminaci¨®n, otra amenaza del turismo es el despilfarro de recursos escasos. El caso Benidorm es un ejemplo. Durante las vacaciones llega a cuadruplicar su poblaci¨®n y en la playa hay momentos en los que no se puede clavar una sombrilla m¨¢s, con picos de 25.000 personas. Tal cantidad de turistas ha llevado al Ayuntamiento a adoptar una media impopular: "Hemos tenido que retirar las duchas de la playa porque est¨¢ comprobado que todo el mundo se volv¨ªa a duchar en sus hoteles o apartamentos", explica Josefa Mar¨ªa P¨¦rez, concejala de playas y medio ambiente de Benidorm. Un turista en un hotel, seg¨²n la Agencia Europea de Medio Ambiente, gasta un tercio m¨¢s de agua que el habitante de esa ciudad. "Hay que concienciar a la gente de que no podemos bajar la guardia. No es l¨®gico que si el consumo medio de agua de un habitante es de 200 litros/d¨ªa pueda llegar en algunos casos hasta los 3.000 litros/d¨ªa", enfatiza Julio Barea, de Greenpeace. Otro problema, como recuerda el Tourism Sustainability Group, "es que determinadas formas de turismo en auge son particularmente demandantes de agua, como los campos de golf y la producci¨®n artificial de nieve en las estaciones de esqu¨ª".
La costa est¨¢ enladrillada. Y va a continuar. En el ¨²ltimo a?o, los ayuntamientos del litoral han proyectado casi tres millones de viviendas nuevas, 200.000 plazas hoteleras, 316 campos de golf y 112 puertos deportivos, seg¨²n datos de Greenpeace. Esta organizaci¨®n cree que Espa?a debe replantearse su modelo tur¨ªstico para evitar no s¨®lo que parajes singulares sean engullidos por el ladrillo, sino tambi¨¦n para que se prolongue la desaceleraci¨®n de los ingresos de los visitantes que se vio en 2006. "La gente quiere cada vez m¨¢s espacios naturales y menos masificaci¨®n urban¨ªstica. Si seguimos con el mismo modelo, la migraci¨®n de turistas hacia otros destinos como el Adri¨¢tico o el norte de ?frica continuar¨¢", vaticina Barea.
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