Los rehenes de las FARC temen un rescate
La guerrilla colombiana divulga un v¨ªdeo con siete secuestrados para forzar al Gobierno a negociar
La televisi¨®n colombiana difundi¨® la noche del martes un v¨ªdeo con pruebas de supervivencia de siete militares y polic¨ªas secuestrados hace varios a?os por la guerrilla de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC). En la cinta, uno de los rehenes asegura que ha estado en el mismo campamento con la ex candidata presidencial Ingrid Betancourt y con su compa?era de cautiverio, Clara Rojas, y un ni?o que podr¨ªa ser el hijo que esta ¨²ltima tuvo con un guerrillero. Entre los secuestrados que aparecen en las im¨¢genes, figura el suboficial del Ej¨¦rcito Pablo Emilio Moncayo, capturado hace casi 10 a?os. Los rehenes piden en el v¨ªdeo al Gobierno que negocie su liberaci¨®n con la guerrilla y que no haya operaciones militares de rescate.
"Est¨¢ muy flaco", fue lo primero que dijo Gustavo Moncayo cuando el martes en la noche, por un noticiero de televisi¨®n, vio a su hijo Pablo Emilio. Hace cuatro a?os que no sab¨ªa nada de ¨¦l. A las seis de la tarde una llamada lo alert¨® de una buena noticia; una hora despu¨¦s, en el noticiero Caracol, vio a "su muchacho", delgado, m¨¢s viejo... No fue el ¨²nico que tuvo buenas noticias. En el v¨ªdeo de una hora de duraci¨®n, entregado al periodista Hollman Morris, corresponsal de la cadena Al Yazira, hablan siete soldados y polic¨ªas. Uno de ellos asegura que vio a la ex candidata presidencial Ingrid Betancourt a su compa?era de candidatura, Clara Rojas, y al peque?o hijo de ¨¦sta, Emmanuel, que naci¨® en cautiverio hace tres a?os.
El v¨ªdeo devolvi¨® la fe a estas familias. La desesperanza los hab¨ªa invadido con la noticia -conocida el pasado jueves en la madrugada- de la muerte de 11 diputados que eran parte de este grupo de secuestrados pol¨ªticos que la guerrilla m¨¢s vieja del continente -cumpli¨® en mayo 43 a?os- quiere canjear por la libertad de sus combatientes en prisi¨®n.
Unos hablan m¨¢s tiempo, otros menos, unos alcanzaron a saludar a padres e hijos, otros hablaron m¨¢s de la urgencia del acuerdo humanitario y de la sentencia de muerte que implica un rescate militar. No hay certeza de cu¨¢ndo fue grabado este v¨ªdeo.
El padre de Pablo Emilio, un profesor de Sandon¨¢, poblaci¨®n al sur del pa¨ªs, grit¨® de alegr¨ªa al escuchar a su hijo decir, dirigi¨¦ndose al presidente ?lvaro Uribe: "Usted que ha tenido tacto y habilidad para conducir este pa¨ªs, que ha abierto dos frentes con distintas agrupaciones casi paralelas en el camino para alcanzar la paz, ?por qu¨¦ no abre un tercer frente para dialogar con las FARC? ?Por qu¨¦ insistir en el uso de la fuerza cuando esa opci¨®n no es la tendencia que se est¨¢ observando a escala mundial?".
Un mill¨®n de firmas
Gustavo Moncayo, de 56 a?os, que en octubre del a?o pasado se at¨® con una cadena el cuello y las manos sali¨® caminando de Sandon¨¢ hace 16 d¨ªas con destino a Bogot¨¢. Quiere llegar a la capital habiendo recogido todas las firmas posibles en apoyo de un acuerdo humanitario. Ha hecho la mitad del camino y dice que ya tiene m¨¢s de un mill¨®n. Ayer, sabiendo que su hijo a¨²n est¨¢ vivo, camin¨® m¨¢s animado junto a las 20 personas que se le han sumado, entre ellos otros familiares de secuestrados.
Magdalena Rivas tambi¨¦n vio a su hijo Elkin Hern¨¢ndez, del que no sab¨ªa nada desde hac¨ªa tiempo. Ella, como muchas de las madres de los secuestrados, lleva la cuenta exacta de los d¨ªas de ausencia de su hijo: 3.190 d¨ªas. Son ocho a?os, nueve meses y 19 d¨ªas que se completaron ayer mismo. El dolor la ha enfermado; no puede caminar. "Saber que est¨¢ vivo me dio mucha alegr¨ªa; me ha reconfortado", le dijo a este peri¨®dico esta mujer que vive en un barrio popular al sur de Bogot¨¢. "Elkin est¨¢ delgado, ojeroso, se le est¨¢ cayendo el pelo, se le ve algo de tristeza y melancol¨ªa; ¨¦l habla bien, en sus palabras se ve la fatiga de la selva. Se ve viejo".
Ella, como las familias de otros secuestrados que viven en Bogot¨¢, recibieron la llamada del periodista Morris y vieron el v¨ªdeo completo el martes en la noche. "Sent¨ª alegr¨ªa y a la vez tristeza", confiesa. "Lo primero por poderlo ver, lo segundo por no tenerlo a mi lado". En el v¨ªdeo Elkin, que cumpli¨® hace poco 31 a?os, se dedica m¨¢s a pedir al Gobierno, al Congreso, a los pa¨ªses amigos -Espa?a, Suiza y Francia- que no los olviden; que estas pruebas de supervivencia no sean s¨®lo una noticia del momento... Y habla del intercambio, del miedo que siente al pensar que pueden regresar en bolsas negras de polietileno.
Magdalena no podr¨¢ asistir hoy a la gran movilizaci¨®n que se har¨¢ en todo el pa¨ªs para protestar contra el secuestro. Es la primera vez que se convoca una protesta masiva contra este delito. Seg¨²n la ONG Pa¨ªs Libre, hay 765 personas secuestradas por las FARC, 410 en manos del ELN (Ej¨¦rcito de Liberaci¨®n Nacional) y 279 retenidos por los paramilitares.
El presidente de Colombia, ?lvaro Uribe, tambi¨¦n saldr¨¢ a la calle. Le exigir¨¢ a las FARC que libere a los secuestrados, devuelva los cad¨¢veres de los diputados asesinados y que no haya m¨¢s secuestros en Colombia. Anunci¨® que mantendr¨¢ su posici¨®n de no ceder ante la guerrilla para lograr un acuerdo humanitario. "A las FARC hay que exigirles, no suplicarles", dice.
La muerte a sangre fr¨ªa de los 11 diputados moviliz¨® por primera vez al pa¨ªs. La noche del martes la c¨¦ntrica plaza de Bol¨ªvar, en Bogot¨¢, se llen¨® de luz con 25.000 velas.
Pistas de Ingrid Betancourt
William Dom¨ªnguez, otro de los soldados que figuran en el v¨ªdeo, asegura que en algunos de los recorridos que ha hecho por la selva, huyendo de bombardeos y combates, se ha encontrado con Ingrid Betancourt, Clara Rojas y el hijo de esta ¨²ltima, hijo de un guerrillero y nacido hace tres a?os.
Asegur¨® que hab¨ªa visto a "dos se?oras" con un ni?o. Y que, cuando ellas se cansan en las caminatas, los guerrilleros llevan al chaval sobre los hombros. Tambi¨¦n dijo que le hacen juguetes a Emmanuel con palos y hojas.
Dom¨ªnguez no est¨¢ en la lista de los canjeables capturados en las c¨¢rceles de la selva de las FARC. Fue secuestrado en Caquet¨¢, al sur del pa¨ªs. Se perdi¨® cuando participaba con su unidad en una operaci¨®n nocturna. Hace seis meses que su familia no sab¨ªa nada de ¨¦l; se le daba como desaparecido. La ¨²ltima vez que llam¨® a su madre, en enero, le anunci¨® que se preparaba para un combate.
"No quiero m¨¢s pruebas; quiero que la devuelvan. S¨¦ que est¨¢ viva y que est¨¢ sufriendo", dijo Yolanda Pulecio, madre de Ingrid. Recibi¨® con alivio esta noticia, pero le preocupa que las continuas operaciones militares acaben por afectar a los secuestrados. La guerrilla les cambia de lugar todos los d¨ªas.
"Si se demora el Gobierno en hacer el acuerdo humanitario puede ocurrir otra tragedia", dice Yolanda Pulecio. Clara, madre de Clara Rojas y abuela de Emmanuel, se siente reconfortada al saber que el ni?o tiene juguetes. "Pero siento una angustia infinita al pensar que no habr¨¢ ninguna liberaci¨®n ahora".
Los familiares pidieron que todas las campanas de Colombia repiquen para exigir la libertad de los secuestrados.
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