Antes de hacer la maleta, mire este mapa

Julia ?lvarez cumpli¨® su deseo de visitar Yemen en las Navidades 2004. Para una historiadora del Arte como ella, urbanita y acostumbrada, como cientos de millones de afortunados habitantes del mundo desarrollado, a sus comodidades, tambi¨¦n a sus rutinas y a la inevitable monoton¨ªa de una vida sin riesgos, Yemen era un destino de ensue?o. "Fuimos cuatro amigas. Yo lo organic¨¦ todo en una de las agencias especializadas en ese pa¨ªs. Viajamos al Mareb sin escolta. No olvidar¨¦ nunca la puesta de sol en el desierto".

Como Julia, unos pocos miles de espa?oles eligen todos los a?os un destino fuera de la oferta tur¨ªstica masificada para pasar sus vacaciones. Pueden ser los pa¨ªses del ?frica negra, como Uganda o Kenia, o territorios cargados de historia en el hoy peligroso mundo ¨¢rabe. Normalmente, estos viajeros estudian a fondo su destino. Pero rara vez consultan las recomendaciones de viaje que el Ministerio espa?ol de Asuntos Exteriores cuelga en su p¨¢gina web. Unas recomendaciones en las que Yemen es presentado como un pa¨ªs con un considerable grado de peligrosidad.

Fuentes de Exteriores reconocen que si citan un pa¨ªs como peligroso, reciben protestas

"Existe el riesgo de acciones terroristas y algunas tribus recurren al secuestro de ciudadanos extranjeros para conseguir alg¨²n trato de favor del Gobierno", dice la nota, que alerta tambi¨¦n de riesgos m¨¢s concretos: las regiones de Sadaa y Al Jawaf "deben evitarse". Para viajar a las de Mareb y Shabwa, poco recomendables, "es imprescindible el acompa?amiento de un gu¨ªa local y escolta militar". En esta misma zona de Mareb encontraron la muerte siete turistas espa?oles, el pasado lunes, a manos de un conductor suicida.

"Ahora los medios de comunicaci¨®n se rasgan las vestiduras pregunt¨¢ndose c¨®mo es posible que las agencias mandemos a los viajeros a sitios donde hay que desplazarse con escolta militar. Pero se les olvida que tambi¨¦n se est¨¢ yendo con escolta militar a algunas zonas de Egipto como Abu Simbel", se lamenta Jos¨¦ Luis Angulo, director de la agencia Marco Polo, que lleva 28 a?os organizando viajes a sitios especiales.

Y Egipto no recibe un tratamiento tan alarmista como Yemen en la informaci¨®n de Exteriores. "Me imagino que los diplom¨¢ticos espa?oles que escriben esas notas tienen muchos condicionantes pol¨ªticos", a?ade Angulo. Y as¨ª es. Ante todo, las notas de advertencia, en algunos casos muy completas, que Exteriores publica en su web son dif¨ªciles de encontrar. El camino m¨¢s directo, pinchar sobre el recuadro Recomendaciones de Viaje, que aparece en la parte inferior de la p¨¢gina -www.maes.es-, ha sido, al menos durante toda esta semana, un camino inviable. Errores de mantenimiento o una saturaci¨®n por la avalancha repentina de consultas, al hilo de la tragedia que se produjo el lunes pasado en Yemen, han inutilizado pr¨¢cticamente el sitio.

El viajero insistente, que sea capaz de llegar hasta estas recomendaciones, podr¨¢ comprobar que evitan en la mayor parte de los casos dar un dictamen definitivo sobre la conveniencia de viajar o no a un determinado pa¨ªs. "Son recomendaciones, no notas de obligado cumplimiento", advierte un portavoz del Ministerio de Exteriores. "Las elaboramos, desde hace a?os, sobre la base de la informaci¨®n que nos facilitan las embajadas in situ o las oficinas consulares. Se renuevan cada seis meses, despu¨¦s de los encuentros de coordinaci¨®n que se celebran entre representantes de los pa¨ªses de la UE". Y redactarlas no es tarea sencilla. "Si un pa¨ªs aparece como peligroso para los turistas, enseguida llega la protesta diplom¨¢tica", reconoce la misma fuente. Es lo que hace Espa?a, pa¨ªs que recibe anualmente 62 millones de turistas, cada vez que Washington informa a sus turistas potenciales de los problemas de terrorismo en el Pa¨ªs Vasco.

Mucho m¨¢s da?ino que una nota alarmista sobre un pa¨ªs, es un suceso como el que se acaba de producir en Yemen. Pero por disuasorio que sea algo tan terrible, como apunta Jos¨¦ Luis Angulo, la memoria del viajero es fr¨¢gil. En dos o tres a?os, los incidentes m¨¢s tremendos se olvidan en la vor¨¢gine de la vida; sucumben ante la imperiosa necesidad de consumir evasi¨®n, exotismo, belleza.

Julia ?lvarez se estremece pensando en lo ocurrido en su amado Yemen, adonde, de momento no volver¨¢. "Aunque", reflexiona, "todo es peligroso. Seguir¨¦ viajando a los pa¨ªses ¨¢rabes. Puede m¨¢s en m¨ª el amor por esa cultura que el miedo al terrorismo".