Todos dudaron

Todos los ministros de Tony Blair pasaron por "graves momentos de duda" e incluso, en alg¨²n caso, parecieron "f¨ªsicamente enfermos", ante la decisi¨®n de la invasi¨®n de Irak. Lo ha puesto de relieve en sus memorias el que fuera su influyente y bien pagado director de comunicaci¨®n, el autoritario y gran manipulador de la opini¨®n p¨²blica Alastair Campbell.

El antiguo periodista ha puesto de relieve la intensidad de las discusiones en el Gabinete sobre Irak, aunque prevaleci¨® la voluntad del premier, el ¨²nico que no pareci¨® albergar dudas junto a su spin doctor, encargado de orientar las noticias. Es grave que, pese a sus dudas, muy pocos colaboradores de Blair dimitieran a ra¨ªz de esta invasi¨®n. S¨®lo Robin Cook, el ministro de Asuntos Exteriores, y posteriormente la secretaria de Cooperaci¨®n, Clare Short. Una posici¨®n m¨¢s coherente por parte de sus ministros probablemente no hubiera evitado que Bush ordenara la invasi¨®n de Irak, pero s¨ª que Blair le acompa?ara en ese error e inmoralidad y dividiera as¨ª a los europeos.

Nos quedamos sin saber qu¨¦ dijo realmente el reci¨¦n estrenado sucesor de Blair, Gordon Brown. Tampoco sabemos nada de las relaciones tormentosas entre ambos, pues Campbell ha expurgado sus cuadernos de memorias para no poner en apuros al actual primer ministro. Al menos tenemos que agradecerle a Campbell -que dimiti¨® en 2003 tras una pol¨¦mica con la BBC, que le acus¨® de haber inflado un informe sobre la supuesta amenaza de Sadam Hussein- algunos elementos para explicar estas decisiones. Entre ellas y como Bush, su f¨¦rrea fe cristiana y que hablara regularmente con "su creador" durante la guerra de Irak, seg¨²n Campbell, quien afirm¨® en su d¨ªa que "en este Gobierno no trabajamos a Dios".