Fiesta de g¨¦nero
Empez¨® hace 20 a?os como una modesta reuni¨®n entre amantes de la novela negra. Hoy es una cita imprescindible en su estilo. Escritores y lectores coinciden en estos d¨ªas en una Semana Negra de Gij¨®n que mira al futuro con v¨¦rtigo
Sus calles reciben desde hace m¨¢s de dos d¨¦cadas a los mejores investigadores del mundo, a aquellos capaces de descubrir al asesino por muy dif¨ªcil que ¨¦ste trate de pon¨¦rselo. Son capaces de moverse en mundos s¨®rdidos y atm¨®sferas de intriga y de suspense, sus vidas nos permiten imaginar historias de buenos y malos. Son los personajes m¨¢s queridos y m¨¢s odiados por el lector quienes conviven estos d¨ªas en Gij¨®n, donde se celebra hasta el pr¨®ximo domingo la Semana Negra. Un peculiar festival literario, que empez¨® siendo una reuni¨®n de amigos amantes del g¨¦nero policiaco, y que se ha convertido en una cita que re¨²ne cada d¨ªa a unas 100.000 personas en los alrededores del estadio de f¨²tbol El Molin¨®n. Un total de 141 escritores se trasladan a Asturias durante 10 d¨ªas para debatir con sus compa?eros y ofrecer a sus fieles, y al despistado que se aproxima a escucharles, su particular visi¨®n de la literatura y de la vida. Hoy, la Semana Negra de Gij¨®n ha logrado diversificarse m¨¢s y, con el paso del tiempo, ha ido incluyendo entre sus ofertas c¨®mic, ciencia-ficci¨®n y novela hist¨®rica.
?sta es ya una feria en la que casi todo vale. ?Va por buen camino? A esta pregunta tratar¨¢n de responder en la pr¨®xima edici¨®n, superados los fastos del 20? aniversario, los responsables de ella. S¨ª parece que est¨¢n dispuestos a hacer una seria autocr¨ªtica sobre c¨®mo debe ser el futuro de esta feria literaria, porque lo que no quieren es parar y dejar de ser una de las concentraciones de g¨¦nero negro m¨¢s importantes de Europa.
"Creo que amamos muy claramente la idea de festival multicultural. Predomina una columna literaria muy fuerte, con m¨¢s de un centenar de escritores presentes, y un festival con chiringuitos, magos, m¨²sicos, danza vertical sobre edificios y, c¨®mo no, gastronom¨ªa. Todo ello con gran sentido del humor. Es algo a lo que no estamos dispuestos a renunciar", recalca de manera contundente el director de la Semana Negra, el escritor Paco Ignacio Taibo II.
Lo que es evidente es que Gij¨®n se transforma durante los d¨ªas que dura la Semana Negra y que lo normal es que sus vecinos convivan en sus bares, restaurantes y tiendas con aquellos creadores a los que tan s¨®lo conoc¨ªan por sus textos. La participaci¨®n ciudadana viene a demostrar que la Semana Negra es una fiesta popular en la que el escritor sale a la calle para enfrentarse a la dura cr¨ªtica del lector sin tiritas. Y la experiencia debe ser sanadora porque la mayor¨ªa de ellos repiten.
Las carpas donde se celebran los encuentros literarios est¨¢n abiertas, y cualquiera que pase a medianoche tomando una copa o un bocata puede acercase a escuchar o debatir, de forma apasionada o serena, a Valerio Massimo Manfredi, Gisbert Afees o Peter Berling. Todos ellos disertaban el domingo sobre la novela hist¨®rica y lo evidente era que sus palabras no dejaban impasible al espectador. Valerio Manfredi, despu¨¦s de encontrarse con sus adeptos -su trilog¨ªa Alexandros ha vendido seis millones de ejemplares en el mundo-, volar¨¢ hacia Italia para encerrarse de nuevo con su pr¨®xima novela, que llevar¨¢ por t¨ªtulo Diez mil y que se editar¨¢ en Espa?a en 2008.
Incentivar la imaginaci¨®n para atraer al comprador-lector es uno de los objetivos que proponen los organizadores, convertidos en una especie de dinamizadores culturales capaces de inventar lo que sea para que su pasi¨®n lectora se contagie a otros."En Gij¨®n hay 67 bares por cada librer¨ªa abierta durante el a?o. Nuestra oferta es distinta y no quiere decir que todos los que vayan compren, pero alguno lo har¨¢. Para que la literatura sobreviva en el siglo XXI tiene que competir a pie de calle", puntualiza Taibo.
Entre debates y lecturas, hay tambi¨¦n un ecl¨¦ctico men¨² de actuaciones musicales como las de Sidonie, Omar Sosa, Balkan Beat Box y Marky Ramone. Y espacio para la Canci¨®n de la mina, con un concierto en el que actuar¨¢n Juan Pinilla, Nuberu, Coro Minero de San Andr¨¦s de El Entrego, Jos¨¦ Manuel Collado, El Ch¨¦ de Caba?os y H¨¦ctor Braga
Por este Gij¨®n literario se ha paseado ya Javier Azpeitia con su novela Nadie me mata (Tusquets), un thriller filos¨®fico que en tono criminal plantea una reflexi¨®n sobre la actual relaci¨®n de las personas con su cuerpo y que para el autor es, sobre todo, "una historia de amor".
Curiosa y especial es tambi¨¦n la novela Trilog¨ªa parisina (451 Editores), de Goran Tocilovac. Una obra escrita en castellano por este autor serbio de nacimiento. Se compone de tres historias distintas, con una relaci¨®n de personajes en la que el inspector es el m¨¢s relevante.
El maestro norteamericano del terror Peter Straub compartir¨¢ mesa durante estos d¨ªas con Peter Berling, Gisbert Haefs, Valerio Manfredi, Andreu Mart¨ªn, Denise Min¨¢, Pino Cacucci, Santiago Gamboa, Andrey Sapkopvski, P¨¦rez Valero, Javier Negrete, Ferm¨ªn Go?i, Rodolfo Mart¨ªnez, Juan Miguel Aguilera, Michel Benoit, Francisco Galv¨¢n o Vicente ?lvarez.
A buen seguro que todos ellos hablar¨¢n sobre qu¨¦ es y qu¨¦ no es la novela negra en la actualidad. Jos¨¦ Carlos Somoza, hace unos a?os, sembr¨® la pol¨¦mica en Gij¨®n asegurando que "todo es novela negra". Y Taibo II es a¨²n m¨¢s radical cuando afirma que es "la gran novela social del siglo XX". Tal vez, para los lectores de este g¨¦nero literario, lo menos importante es su significado; y lo m¨¢s, descubrir las historias que cuentan Mankell, Robert Wilson o Raymond Chandller, algunos de los grandes maestros de novela negra, capaces de transportarles a mundos nada alejados de la realidad.
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