Elixio Rodr¨ªguez, el aviador 'arraiano'
Muere en M¨¦xico el hist¨®rico galleguista a los 97 a?os
Ayer fue enterrado en M¨¦xico Elixio Rodr¨ªguez Dom¨ªnguez, nacido el 4 de enero de 1910 en Bande (Ourense). Desde muy joven cultiv¨® su gran pasi¨®n por el galleguismo pol¨ªtico, en el que fue iniciado por su maestro, Xos¨¦ Taibo, y tambi¨¦n por los hombres de la Xeraci¨®n N¨®s de Ourense. Fue miembro fundador de las Mocidades Galeguistas de Bande y correligionario de Celso Emilio Ferreiro, Carlos y Pepe Velo, entonces j¨®venes vecinos de Celanova.
Elixio Rodr¨ªguez mantuvo una intensa relaci¨®n pol¨ªtica y de amistad antes de la guerra con Ferreiro y los Velo, relaci¨®n que despu¨¦s retomar¨ªa durante el exilio en M¨¦xico, donde particip¨® en la fundaci¨®n de la revista Vieiros (que ¨¦l bautiz¨®) y en otras iniciativas culturales como Saudade y A Hora de Galicia.
Obtuvo el t¨ªtulo de piloto de aviaci¨®n antes de la guerra, pero la contienda trunc¨® su carrera profesional, su vida y la de su familia, que tuvo que huir de Bande acosada por algunos falangistas de la zona. A finales de julio de 1936, Elixio fue detenido y hecho prisionero en Celanova, donde pas¨® dos meses en una c¨¢rcel improvisada en el monasterio de San Salvador en la que se hacinaban m¨¢s de 300 vecinos. Todos los d¨ªas paseaban a alguno. Una calurosa noche del mes de agosto, los falangistas fueron a buscar a Elixio para pegarle un tiro. Otros cuatro presos iban en el furg¨®n con ¨¦l. El Alto do Furriolo, en la carretera entre Xinzo y Celanova, era el lugar elegido por los falangistas para humillar a los presos y darles el tiro de gracia, dejando all¨ª sus cad¨¢veres para dar ejemplo. Sus cuatro compa?eros de viaje yac¨ªan ya muertos en el suelo cuando Elixio descend¨ªa del furg¨®n. Vio entonces c¨®mo las luces de un coche se aproximaban a gran velocidad.
Era un carabinero de Celanova, el teniente Pousa, quien tuvo que enca?onar a los falangistas para que soltaran a su presa. Pousa les dijo que el preso ten¨ªa informaci¨®n sobre un asunto importante y que ten¨ªa que ser interrogado urgentemente. Todo era una treta, pero ellos no lo sab¨ªan. La hija de Pousa, una ni?a que se hab¨ªa hecho amiga de Elixio a trav¨¦s de las rejas de la c¨¢rcel, fue la art¨ªfice del milagro, porque hab¨ªa visto salir a su amigo en el negro furg¨®n destartalado aquella noche, y sab¨ªa que aquellos presos nunca regresaban.
Elixio se fue a la Legi¨®n, gracias a las gestiones del teniente Pousa, y de all¨ª pas¨® a Aviaci¨®n, donde se incorpor¨® con el grado de alf¨¦rez. El 7 de marzo de 1937 pidi¨® permiso para dar un garbeo en una base a¨¦rea franquista y huy¨® a Gibraltar en un viejo avi¨®n Breguet-XIX, para incorporarse a la aviaci¨®n republicana, donde permanecer¨ªa hasta el final de la guerra, en una base a¨¦rea de Alicante. Su fama, la mala fortuna y el hecho de ser primo segundo de Eugenio Montes, importante intelectual falangista, del que conservaba una carta que hab¨ªa usado como salvoconducto en Ourense, se confabularon para que Elixio fuera condenado a muerte esa misma noche. Los diputados galleguistas evitaron su ejecuci¨®n en el ¨²ltimo momento y su caso pas¨® al reci¨¦n creado Tribunal de Alta Traici¨®n y Derrotismo, que finalmente lo absolvi¨®.
Con la derrota militar lleg¨® el ¨¦xodo, cruzar los Pirineos a pie y vivir como refugiado durante meses en Francia, donde gracias a la intercesi¨®n de Castelao y Lu¨ªs Soto en Par¨ªs, Elixio fue uno de los primeros espa?oles que tuvo la fortuna de embarcar en el Ipanema rumbo al exilio en M¨¦xico, en 1939. All¨ª conoci¨® a su mujer, Mar¨ªa Gloria, aut¨¦ntica archivera de su marido y a la que debemos la publicaci¨®n del magn¨ªfico libro de memorias, que lleva a?os agotado, de Elixio Rodr¨ªguez: Mat¨¢deo Ma?¨¢.
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