Liberalismo bien entendido
El soci¨®logo Ralph Dahrendorf obtiene el Pr¨ªncipe de Asturias de Ciencias Sociales
Conoc¨ª a Ralph Dahrendorf cuando era director de la London School of Economics and Political Science (LSE), y yo simple estudiante de Relaciones Internacionales. Ya entonces me extra?¨® -y me dijo mucho del sistema educativo brit¨¢nico- que un alem¨¢n, soci¨®logo y pol¨ªtico, hubiera llegado a tal posici¨®n. Dahrendorf ha sido uno de los grandes soci¨®logos, y de subrayar una de sus obras, desde su seminal Clases y conflicto de clases en la sociedad industrial (1959), me quedo con El conflicto social moderno (1988), una visi¨®n m¨¢s pr¨®xima a la socialdemocracia que al posterior neoliberalismo en el que hace una distinci¨®n fundamental entre derechos y prestaciones, que se confunden a menudo. A lo que hay que a?adir la "famosa hip¨®tesis de Dahrendorf" de que una receta econ¨®mica no vale necesariamente para todas las sociedades dada la diversidad. Es decir, que fue un anti-ortodoxo, hoy tan buscado en nuestra era de la diversidad.
Posteriormente regres¨® a Alemania, adquiri¨® la nacionalidad brit¨¢nica en 1988, estuvo 10 a?os al frente del prestigioso St Anthony's College en Oxford, y en 1993 Margaret Thatcher le nombr¨® miembro vitalicio de la C¨¢mara de los Lores como Bar¨®n Dahrendorf. Larga carrera para un alem¨¢n que de diputado por el Partido Liberal lleg¨® a Comisario Europeo antes de regresar a la c¨¢tedra sinti¨¦ndose, seg¨²n me confes¨® despu¨¦s, ya m¨¢s brit¨¢nico que alem¨¢n, que es una forma de ser europeo.
Fue de los primeros que calibr¨® el viento de libertad que sopl¨® con la ca¨ªda del Muro de Berl¨ªn en 1989. Tambi¨¦n de los que enseguida advirti¨® contra una "deconstrucci¨®n de la democracia" en un cierto autoritarismo pol¨ªtico que unido al crecimiento econ¨®mico se satisface en la apat¨ªa de los ciudadanos, en lo que llam¨® el s¨ªndrome de Singapur, a¨²n muy presente.
Dahrendorf fue tambi¨¦n de los primeros en criticar duramente el recorte de las libertades que supuso en EE UU el Patriot Act aprobado sin discusi¨®n al dictado de un asesor de origen vietnamita del entonces fiscal general americano, John Ascroft tras el 11-S, seg¨²n me cont¨®, asustado, tras conversar con el susodicho, al regreso de una reuni¨®n del grupo de Bildeberg al que pertenec¨ªa.
Para Dahrendorf, la democracia es ante todo "cambio sin violencia", pero "no es un conjunto de instituciones morales, sino pr¨¢cticas". En los debates del XXV aniversario de EL PA?S, en Madrid en mayo de 2001, vio dos tipos de problemas que pod¨ªan socavarla. En primer lugar, la "pol¨ªtica de usar y tirar", es decir, que tratamos la pol¨ªtica como los bienes materiales: "Los compramos, los usamos brevemente, y entonces, los tiramos". No hay continuidad en el juego pol¨ªtico. Segundo, que importantes decisiones "han emigrado a espacios pol¨ªticos en los que no tenemos instituciones propiamente democr¨¢ticas", como "en la globalizaci¨®n y en la europeizaci¨®n". Pero lo que m¨¢s dijo temer es a los fundamentalismos, no s¨®lo el de la sharia, sino cualquiera que reivindique la legitimidad no de abajo sino religiosa. Un gran defensor del liberalismo bien entendido.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
?Tienes una suscripci¨®n de empresa? Accede aqu¨ª para contratar m¨¢s cuentas.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.