?xtasis ochentero
Homenaje de la joven pasarela catalana 080 al dise?ador Thierry Mugler
Brutal era el adjetivo m¨¢s escuchado, bien entrada la noche del pasado mi¨¦rcoles, al final del desfile-homenaje al 30? aniversario de la primera colecci¨®n de Thierry Mugler (Estrasburgo, 1948). Fue el broche final para la edici¨®n piloto de la nueva pasarela catalana 080 Barcelona is Everywhere que empez¨® el 9 de julio. Un aut¨¦ntico espect¨¢culo, con hombretones recorriendo trampolines y modelos encaramadas en tacones imposibles que reuni¨® a 3.000 personas en las piscinas ol¨ªmpicas de Montju?c. Un p¨²blico sorprendentemente internacional, en el que destacaba una nutrida representaci¨®n asi¨¢tica, contempl¨® extasiado un recorrido por la carrera del creador franc¨¦s. Una mezcla inclasificable, pero siempre extraordinariamente sexual, de rob¨®tica, fetichismo, alien¨ªgenas e insectos. No falt¨® la mujer-moto con retrovisores saliendo del cors¨¦ con la que Mugler dio la vuelta al mundo a primeros de los noventa, gracias al videoclip Too funky de George Michael. Tampoco el gui?o al que tal vez haya sido el mayor ¨¦xito de su carrera: la iluminaci¨®n azulada remit¨ªa al perfume Angel, que 15 a?os despu¨¦s de su lanzamiento se mantiene como uno de los m¨¢s vendidos del mundo. "Traer parte de la colecci¨®n de la fundaci¨®n Thierry Mugler Moda y Patrimonio no ha sido f¨¢cil", explicaba poco antes del evento Vicen? Mustar¨®s, director del reci¨¦n nacido 080. "Es un homenaje que se le quer¨ªa hacer en Par¨ªs y que, afortunadamente, hemos conseguido organizar aqu¨ª. Era, adem¨¢s, justo el momento apropiado para hacerlo".
El entusiasmo con el que Barcelona abraz¨® de nuevo la silueta Mugler, basada en los atributos hipertrofiados (hombros voluminosos, cinturas de avispa y caderas abundantes), se inscribe en una l¨ªnea de rescate de los a?os ochenta en la que llevamos meses inmersos y que, adem¨¢s, amenaza con ir a m¨¢s. No se trata de la est¨¦tica de la d¨¦cada que ya ha sido sobradamente reivindicada a pie de calle mediante leggings y estampados felinos. Lo que se avecina va m¨¢s all¨¢. Es la recuperaci¨®n de algo tan demostado como el power dressing, o trajes de amazona de despacho, de enormes hombreras y cinturas estrechas. Es tambi¨¦n la vuelta a una conciencia del cuerpo que junto a Mugler, definieron en el Par¨ªs de la ¨¦poca dise?adores como Azzedine Ala?a y Claude Montana. La iniciativa del 080 no se entender¨ªa sin el revisionismo que destilan las ¨²ltimas propuestas de dise?adores jovenc¨ªsimos como Christopher Kane. La ¨²ltima sensaci¨®n del dise?o brit¨¢nico, y uno de los principales responsables de que la semana de Londres se haya vuelto a situar en el radar internacional, naci¨® en 1982, ya en plena era Mugler, pero no duda en recuperar el gusto por lo teatral y lo f¨ªsico de aquel tiempo. No est¨¢ solo, porque creadores como los estadounidenses Proenza Schouler, el tambi¨¦n brit¨¢nico Alexander McQueen o los italianos Dolce &Gabbana tambi¨¦n apuestan por devolver a la pasarela el modelo de mujer con poder¨ªo y autonom¨ªa que despuntaba en la sociedad hace 20 a?os, de ¨¢ngulos duros y tejidos ajustados. Queda por ver si, este oto?o, llegar¨¢ tambi¨¦n a la calle.
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