"Un paso en la direcci¨®n equivocada"
La OTAN lamenta la decisi¨®n de Putin, interpretada como un intento de forzar un nuevo pacto que refleje la fortaleza rusa
Preocupaci¨®n, pesar y decepci¨®n fueron t¨¦rminos empleados por distintas fuentes y pa¨ªses occidentales para expresar ayer sus sentimientos ante el anuncio moscovita de suspender su participaci¨®n en el tratado que limita las fuerzas convencionales (FACE) en Europa. Calificado de "asunto muy serio", fuentes diplom¨¢ticas subrayaban que "no cabe prever un incremento de la tensi¨®n militar directa, porque el pulso es pol¨ªtico". Lo que Occidente quiere saber es hasta d¨®nde est¨¢ dispuesto a llegar el Kremlin y si Vlad¨ªmir Putin est¨¢ buscando la negociaci¨®n de un nuevo tratado que refleje la nueva fortaleza rusa.
El ahora cuestionado FACE fue suscrito en primera instancia en 1990 con la URSS y readaptado en 1999 en Estambul a la nueva realidad de un imperio sovi¨¦tico descompuesto. Mosc¨² se lamenta de que lo acordado entonces fuera una de las consecuencias de la tremenda debilidad rusa aprovechada a partir de entonces por Occidente, y en particular por Estados Unidos y la OTAN, para plantarse en sus fronteras. La ¨²ltima versi¨®n de lo que Mosc¨² ve como un asedio sin cuartel son los planes de Washington de instalar un escudo antimisiles en la Rep¨²blica Checa y en Polonia y la apertura de sendas bases militares estadounidenses en Bulgaria y Rumania.
"No tiene nada que ver con la defensa antimisiles", insist¨ªa ayer James Appathurai, portavoz de la OTAN. "No hay que mezclar ambas cosas". El portavoz habl¨® de lo "decepcionante" del anuncio del Kremlin, juzgado como "un paso en la direcci¨®n equivocada". Para la OTAN tampoco es de recibo mezclar en este conflicto a Rumania y Bulgaria porque las bases que se plantea EE UU tienen un car¨¢cter temporal en el caso b¨²lgaro y se limitan a lo establecido en el tratado FACE en Rumania.
"El argumento es puramente pol¨ªtico", coment¨® una fuente diplom¨¢tica aliada al tiempo que Alemania expresaba su "gran preocupaci¨®n" por la medida, en palabras del jefe de la diplomacia germana, Frank-Walter Steinmeier, y Polonia lamentaba la decisi¨®n de Mosc¨². En Madrid, Miguel ?ngel Moratinos, presidente este a?o de la Organizaci¨®n para la Seguridad y la Cooperaci¨®n en Europa (OSCE), secund¨® la expresi¨®n de Steinmeier y pidi¨® a todos los signatarios que "renueven sus esfuerzos para solventar los problemas de fondo con rapidez y empe?o". Todos los occidentales hablaron de que el tratado "es la piedra angular de la seguridad y la estabilidad en Europa". Para ninguno fue una sorpresa que se convirtiera en realidad una amenaza ya esgrimida por primera vez, entonces s¨ª que de forma inesperada, por Putin el pasado mes de abril.
De cumplirse lo anunciado en Mosc¨², al tratado en sus actuales t¨¦rminos le quedan por delante cinco meses de vida, durante los cuales Putin piensa seguir permitiendo las inspecciones de tropas y armamento que autoriza, seg¨²n le hizo saber a finales de junio en Mosc¨² a Jaap de Hoop Scheffer, secretario general de la OTAN.
Entre los aliados existe la impresi¨®n de que Mosc¨² quiere hacer mucho ruido con la denuncia del FACE y esperar a que se disipe el humo del desconcierto para tratar de llegar a un nuevo acuerdo. Lo que se ignora es qu¨¦ quiere Mosc¨², m¨¢s all¨¢ de hacer valer su nueva seguridad y firmeza en la escena internacional, sostenida por su potencial econ¨®mico y energ¨¦tico.
Rusia alega que ella ya ha ratificado el FACE de 1999 y que son los aliados quienes no han cumplido su parte. Los aliados responden que Mosc¨² no se ha retirado de Georgia y, sobre todo, de Moldavia (Trandsni¨¦ster) y que mientras no lo haga no dar¨¢n su visto bueno. La ratificaci¨®n ser¨¢ cuesti¨®n de d¨ªas si el Kremlin evacua a sus soldados de esos territorios.
Algunos pa¨ªses aliados consideran contraproducente la inflexibilidad en la reclamaci¨®n del cumplimiento del tratado de Estambul, cuando Mosc¨² cuestiona la vinculaci¨®n jur¨ªdica de los anexos relativos a Georgia y Moldavia y creen que por ah¨ª existe un resquicio para evitar la ruptura total. "La cuesti¨®n es si Rusia quiere que se ratifique el tratado o busca una nueva hoja de ruta", comenta una fuente aliada, que se inclina por la idea de que el Kremlin quiere buscar otro tratado.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.