"Ahora el Banco de Espa?a deja correr m¨¢s a las cajas"
Miguel ?ngel Fern¨¢ndez Ord¨®?ez tiene una actitud menos paternalista, seg¨²n las cajas de ahorros
Juan Ram¨®n Quint¨¢s (A Coru?a, 1943) lleva 13 a?os como director general y cinco como presidente de la Confederaci¨®n Espa?ola de Cajas de Ahorros (CECA). Como buen gallego es h¨¢bil negociador, virtud que le ha servido para sobrevivir en un sector convulso y tantas veces atacado por la pol¨ªtica. Este catedr¨¢tico de Teor¨ªa Econ¨®mica, ex diputado de UCD, procedente de Caixa Galicia, ha visto casi todo en el sector. Hace un a?o defendi¨® a las cajas con u?as y dientes cuando sinti¨® que eran v¨ªctimas de injusto ataque por parte de los bancos, que denunciaron ante Bruselas que ellos no pod¨ªan comprar cajas pero s¨ª a la inversa. Ahora est¨¢ m¨¢s tranquilo, pero espera nuevos ataques en 2008.
"En ocasiones, el 'ruido' originado cuando hay relevos en el consejo ha sido tan perturbador que ha perjudicado nuestra imagen de independencia"
"Tras las elecciones, cuando se puedan iniciar las reformas legales, los enemigos de las cajas aprovechar¨¢n para atacarnos"
Pregunta. ?Cu¨¢l es la situaci¨®n actual de las cajas de ahorros?
Respuesta. Las cajas se enfrentan a unos escenarios de m¨¢xima competencia, pero est¨¢n en su momento de m¨¢xima potencia en los dos siglos de historia y aprovechar¨¢n sus oportunidades.
P. Ha declarado que espera ataques institucionales en 2008...
R. Quiz¨¢ no me expres¨¦ bien. Lo cierto es que acabamos de cerrar la ley financiera y pedimos tiempo y m¨¢ximo consenso a las autoridades pol¨ªticas antes de que lleguen otras reformas. Creo que se abordar¨¢ en la pr¨®xima legislatura y espero que sea un texto legal que valga para diez a?os. El clima pol¨ªtico actual de alta tensi¨®n y con elecciones generales en el horizonte, impide abordar estos cambios, aunque ahora podr¨ªa iniciarse una reflexi¨®n sobre un ajuste fino de las cajas.
En los ¨²ltimos a?os, el FMI, Bruselas y la Fundaci¨®n de Estudios Financieros han pedido sensatas reformas en las cajas. Cuando llegue este momento es muy probable que los enemigos de las cajas, y nuestros ¨¦xitos nos han reportado m¨¢s de uno, aprovechen que se haya abierto el mel¨®n para atacarnos. Me lo dice mi experiencia y algunos indicios indirectos.
P. Reclaman una reducci¨®n de la regulaci¨®n financiera, una ley general bancaria, ?no es as¨ª?
R. Las cajas est¨¢n sometidas a m¨¢s de 20 leyes diferentes y ser¨ªa bueno simplificarlas y eliminar las que no sean necesarias. Queremos que, antes de las nuevas regulaciones, se mida el coste que tiene para el sector. Lo apoya tanto el gobernador del Banco de Espa?a como Alfredo S¨¢enz y Emilio Bot¨ªn, m¨¢ximos responsables del Santander. La Comisi¨®n Europea se ha propuesto reducir en un 25% la carga burocr¨¢tica.
P. Usted ha pedido rebajar el peso de los pol¨ªticos en las asambleas de las cajas desde cerca del 50% actual al 25% o 30%. ?Por qu¨¦?
R. La ley b¨¢sica de las cajas, la LORCA, establec¨ªa que ning¨²n grupo debe dominar los ¨®rganos de las cajas, sean pol¨ªticos, empleados o usuarios. El Fondo Monetario Internacional (FMI) y la Fundaci¨®n de Estudios Econ¨®micos tambi¨¦n piden reforma.
P. ?Y c¨®mo podr¨ªan ser esas reformas?
R. No quiero hablar hasta despu¨¦s de las elecciones generales para evitar pol¨¦micas est¨¦riles.
P. La norma dice que los pol¨ªticos tienen una influencia menor al 50% en los ¨®rganos de gobierno, pero la sensaci¨®n en la opini¨®n p¨²blica es que su influencia es enorme.
R. Cuando hay relevos de ejecutivos el ruido que surge en el ¨¢mbito pol¨ªtico es enorme y hay m¨¢s ruido en las regiones donde la influencia pol¨ªtica es mayor. En algunos casos ha sido tan perturbador que ha perjudicado nuestra imagen de independencia. Pero los pol¨ªticos no influyen en la gesti¨®n, que siempre ha sido profesional y ha permitido alcanzar ¨¦xitos.
P. En el caso de la opa de E.ON sobre Endesa, Caja Madrid (que tiene un consejo lleno de representantes de partidos) estuvo sometida a presiones pol¨ªticas para condicionar su posici¨®n. ?No es esto influir en la gesti¨®n?
R. Suspend¨ª mi condici¨®n de consejero de Endesa durante todo el proceso de opa y no quiero hablar de ello. Sin embargo, cuando un pol¨ªtico se sienta en un consejo no representa a un partido sino a los impositores, trabajadores o a un ayuntamiento. Deben tomar las decisiones que m¨¢s interesen a la caja. Al final prevaleci¨® el inter¨¦s de la caja.
P. La comisaria de la competencia, Noelie Kroes, presiona a las cajas por su modelo societario. ?C¨®mo viven esta presi¨®n?
R. No tenemos ning¨²n problema en que se nos pida informaci¨®n para que se conozca mejor a las cajas. Creo que todav¨ªa se entiende mal el modelo espa?ol, que es muy singular. Por ejemplo, competimos fieramente entre nosotros, cosa que no ocurre en otros pa¨ªses...
P. ?No cree que los gestores, en ocasiones, ceden a los pol¨ªticos la obra social para que les dejen libertad en la cuenta de resultados?
R. En una sociedad an¨®nima la tecnoestructura logra su libertad para actuar a cambio de pagar un buen dividendo, algo similar ocurre en las cajas. La independencia como gestor est¨¢ garantizada si los resultados son brillantes.
P. Miguel ?ngel Fern¨¢ndez Ord¨®?ez cumple ahora un a?o al frente del Banco de Espa?a. ?Cu¨¢l es el balance de su relaci¨®n con la instituci¨®n?
R. Existe una mayor flexibilizaci¨®n en las relaciones. Al anterior equipo le pedimos que rebajara la tutela y ahora hay una relaci¨®n m¨¢s abierta, menos paternalista aunque igualmente prudente.
P. ?Por qu¨¦ tuvieron tantos enfrentamientos con Jaime Caruana, el anterior gobernador?
R. Bueno, se insist¨ªa mucho en la emisi¨®n de cuotas participativas, con las que no tenemos ning¨²n problema, pero hab¨ªa un exceso de celo con las cajas. El actual gobernador est¨¢ dispuesto a dejar correr m¨¢s a las cajas que el anterior.
P. La CECA ha pedido, con cierta urgencia, que las cajas busquen negocios sustitutorios del hipotecario, donde han concentrado casi el 70% de su balance. ?Est¨¢n en zona de riesgo?
R. No creo, pero es cierto que ha acabado el ciclo expansivo de la econom¨ªa y creo que deben ir a negocios donde tienen poca cuota de mercado, como empresas y consumo. Son negocios de riesgo, pero no demasiado. Tambi¨¦n pueden entrar en las hipotecas inversas, las rentas vitalicias y los seguros. Hoy el ¨¦nfasis debe estar en la eficiencia y el control del riesgo m¨¢s que en la expansi¨®n geogr¨¢fica. Si pisas el acelerador con curvas, te estrellas. No hay graves peligros de contagio de la ca¨ªda inmobiliaria, pero no se van a repetir los brillantes ejercicios del pasado.
P. ?Subir¨¢ con fuerza la tasa de morosidad?
R. Crecer¨¢ porque est¨¢ en m¨ªnimos, pero no llegaremos a ratios del 7% como ocurri¨® en la d¨¦cada de los ochenta. Aunque alcanzaran al 2% o 3% en mora, que supone cuadriplicar las cuotas actuales, las cajas no se despeinar¨ªan porque est¨¢n muy provisionadas. Aunque repartir una tarta que no crece con la competencia intensa del sector va a ser una experiencia inc¨®moda.
P. ?Las cajas de las costas corren mayores riesgos inmobiliarios?
R. No creo, pero es cierto que la segunda vivienda, que normalmente est¨¢ en la playa, es la que primero se deja de pagar.
P. Usted ha pedido m¨¢s transparencia a las cajas, la apertura de las asambleas, pero con escaso ¨¦xito.
R. Creo que somos los ¨²nicos que publicamos los pr¨¦stamos a los partidos pol¨ªticos... la transparencia beneficia a las cajas.
P. ?Qu¨¦ le parece la estrategia de Caja Navarra de decir cu¨¢nto gana con cada cliente y que pueda decidir la obra social?
R. Estoy intrigado con esta experiencia ¨²nica. Es muy audaz y la respuesta de los clientes nos va a ense?ar mucho. En cuanto a que la entidad no decida nada de la obra social, es decir, que s¨®lo sea mecenas, tiene un inconveniente serio: la renuncia a la gesti¨®n de la obra social. Habitualmente se gestiona el 60% de la obra y ha sido bueno.
P. ?Cu¨¢l es la relaci¨®n con la patronal bancaria, AEB, desde que est¨¢ Miguel Mart¨ªn al frente?
R. Es buena porque compartimos el 80% de las preocupaciones. Seguir¨¢ siendo si no hay agresiones frontales como aquella denuncia en Bruselas. No me imagino que aquellas situaciones vuelvan a suceder.
P. ?Volver¨ªan a hacer campa?as de publicidad como las que se comparaban con los bancos?
R. Una mayor¨ªa de las cajas quiere hacer campa?as conjuntas de obra social, pero otras no.
"Hemos presentado a las cajas 16 operaciones en el exterior"
P. ?Qu¨¦ papel internacional pueden hacer las cajas?
R. Creo que s¨®lo una docena de cajas tiene capacidad para salir al extranjero, aunque en realidad no hay m¨¢s de media docena que tenga inter¨¦s. Las zonas que interesan son Francia, Portugal, Italia y quiz¨¢ Latinoam¨¦rica y el centro de Europa tambi¨¦n pueden ser atractivas. Ahora el sur de Estados Unidos se ha revelado como rentable por la atenci¨®n a los clientes hispanos. Asia se contempla como m¨¢s lejano, pero probablemente es donde est¨¢n las mejores oportunidades.
Desde hace a?os hemos presentado 16 oportunidades de inversi¨®n en el extranjero, aunque ninguna se cerr¨®. Por ejemplo, el Banco Caja Social de Colombia, que est¨¢ controlada por los jesuitas, y estaban dispuestas a modificar su estructura para que las cajas la controlaran. Tambi¨¦n la Cheska Sporitelna nos ofreci¨® buenas condiciones para entrar.
P. ?Est¨¢ de acuerdo en que se exija control de mercado cuando van a salir fuera?
R. Es una iniciativa nueva y es comprensible una vigilancia adicional. Puede venir por el holding cotizado o por las cuotas. Si no fuera por ello, creo que las cajas nunca las emitir¨ªan porque no agotar¨¢n las participaciones preferentes y la financiaci¨®n subordinada. El coste pol¨ªtico de las cuotas se reducir¨¢ cuando dos o tres entidades las emitan.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.