"Pas¨¦ 16 a?os soportando sus palizas"
Testimonios personales de mujeres atrapadas en el laberinto de la violencia machista
Podr¨ªa decirse, parafraseando a Anna Karenina, la hero¨ªna de Tolst¨®i, que todas las historias de mujeres maltratadas son iguales. Relaciones que se cuartean prematuramente. Convivencia imposible con un rosario de discusiones que se vuelven cada vez m¨¢s violentas, hasta que se franquea la l¨ªnea de lo tolerable. Un drama que se desarrolla casi siempre a puerta cerrada, en el laberinto emocional de unas relaciones dif¨ªciles de desanudar. Un drama interno en el que la justicia y las instituciones apenas pueden moverse.
Cinco mujeres que han sufrido malos tratos (una de ellas, intento de asesinato), y han denunciado a sus ex parejas, relatan en este reportaje sus experiencias. Cuatro de ellas son espa?olas y hay una de origen inmigrante. Sus testimonios son directos, personales. Algunas permitieron que se les fotografiara exclusivamente de espaldas, bajo la condici¨®n de no ser identificadas.
Varias de ellas soportaron durante a?os relaciones violentas sin el amparo de leyes proteccionistas; otras han encontrado en la actual Ley Integral contra la Violencia de G¨¦nero un asidero para salir de sus propios laberintos conyugales. Casi todas valoran positivamente esta norma, que acaba de cumplir dos a?os, pero creen que necesita cambios y retoques. Y alguna de las mujeres entrevistadas apunta incluso los riesgos que conlleva denunciar al maltratador, porque suele contraatacar, bien con una acci¨®n violenta, o alargando y complicando los procesos judiciales en los que, a menudo, los hijos son tambi¨¦n v¨ªctimas.
Pese a las cifras de la aparente efectividad en la aplicaci¨®n de la ley -cada 12 minutos se detiene a un hombre por violencia de g¨¦nero, y s¨®lo el a?o pasado se dictaron m¨¢s de 27.000 ¨®rdenes de protecci¨®n de las m¨¢s de 36.000 solicitadas por otras tantas mujeres-, nada impidi¨® que 71 mujeres fueran asesinadas por sus compa?eros o ex compa?eros en 2006. Y el primer semestre de este a?o, con m¨¢s de 40 v¨ªctimas mortales, amenaza con establecer otra marca.
Quiz¨¢s por ello, el miedo permanece siempre alojado en el subconsciente de las mujeres agredidas. Ellas tienen la palabra.
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