Rato, desleal
Ha sido extraordinaria la expectaci¨®n pol¨ªtica y medi¨¢tica generada por la dimisi¨®n de Rodrigo Rato como presidente del Fondo Monetario Internacional. Los diversos analistas divergen en qu¨¦ gran empresa se pondr¨¢ a su mando; de lo que nadie duda es que, antes o despu¨¦s, volver¨¢ a ser opci¨®n a la cabeza de cartel del PP. A m¨ª -que me perdonen los suyos- no me resulta f¨¢cilmente imaginable el aterrizaje de nuevo de Don Rodrigo en el sector privado espa?ol, donde su experiencia personal no fue aleccionadora, pero tampoco en el p¨²blico ya que con su dimisi¨®n wasintoniana, a todas luces confusamente explicada, comete, sin terminar el mandato, una gran deslealtad hacia su pa¨ªs. Ahora, con flagrante extemporaneidad, nos suelta: "?Ah¨ª queda eso!" sin que quepa sustituci¨®n por un compatriota.
Mal, muy mal ha estado don Rodrigo Rato.
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