El 'mirlo blanco' del fascismo
Pas¨® de gerifalte del falangismo a enemigo ac¨¦rrimo del r¨¦gimen. En v¨ªsperas del 18 de julio, aniversario del alzamiento de Franco, resurge la figura del escritor Dionisio Ridruejo a trav¨¦s de su intensa correspondencia
De gerifalte y mirlo blanco del falangismo a opositor de los m¨¢s odiados por el franquismo, exiliado y fundador de un partido socialdem¨®crata que no cuaj¨® por prematuro y por alcanzarle la muerte cinco meses antes que a Franco.
?sa es la hoja de ruta del vertiginoso viaje vital de Dionisio Ridruejo (El Burgo de Osma, Soria, 1912-Madrid, 1975) que puede recorrerse en El valor de la disidencia (Planeta), donde el profesor de literatura espa?ola de la Universitat de Barcelona Jordi Gracia ha reunido 500 p¨¢ginas de cartas, la mayor¨ªa in¨¦ditas, tras espigar entre las 64 cajas de documentaci¨®n del escritor pol¨ªtico. El ingente n¨²mero y la calidad de los corresponsales implicados (de G¨®mez de la Serna y Serrano S¨²?er a Camilo Jos¨¦ Cela, Carles Riba, Enrique M¨²gica, y Tierno Galv¨¢n, entre muchas decenas) dibujan un in¨¦dito -por sincero- contorno cultural e hist¨®rico que, como autos de choques, acabaron marcando a encontronazos una personalidad tan compleja como atractiva.
- El encanto. "Era un seductor, bien parecido, educado pero, sobre todo, un arrebatado orador". As¨ª define Gracia a Ridruejo. Todo eso le abri¨® puertas a un joven criado en una familia conservadora. "Era profundamente espa?ol y cat¨®lico, pero buscaba una f¨®rmula m¨¢s moderna que la derecha tradicional de la CEDA, por eso se apunt¨® con 21 a?os al falangismo, m¨¢s revolucionario". Conectar¨¢ pronto y bien con Jos¨¦ Antonio Primo de Rivera, a quien en 1933 le regala su libro de poemas Plural; y tambi¨¦n con la hermana de ¨¦ste, Pilar, que parece sentir algo m¨¢s que admiraci¨®n por el camarada. "Si vieras c¨®mo te echo de menos no s¨®lo para los asuntos de la Secci¨®n Femenina sino tambi¨¦n por los de ¨ªndole particular", escribe el 27 de octubre de 1941. Sin embargo, Ridruejo s¨®lo demostr¨® lealtad personal y le dedic¨® su combativo Poes¨ªa en armas (1940). Pero el autor de dos de los versos del Cara al sol, el hombre capaz de definir el conflicto civil como "un suceso de sangre y hermosura" tambi¨¦n intercedi¨®, sin ¨¦xito, para salvar de la c¨¢rcel al poeta Miguel Hern¨¢ndez y fue el primero en reivindicar al rojo Antonio Machado desde la falangista revista Escorial que fund¨® en 1940.
- El conseguidor. "Me dispongo, pues al atraco. Necesito escribir y vivir de lo que escribo. ?Puedo contar con alguna colaboraci¨®n pagada en ese semanario?", le cartea sin embudos Gonzalo Torrente Ballester a Ridruejo en octubre de 1939, cuando se rumorea que ¨¦ste crear¨¢ una revista. El mirlo blanco es ya Jefe Nacional de Propaganda y miembro de la junta pol¨ªtica de Falange. Toca poder, pues. Le ped¨ªan favores antes y ahora le piden m¨¢s. Ridruejo interceder¨¢ siempre y mediar¨¢ incluso cuando su ascendente pol¨ªtico ya es m¨ªnimo. Hasta acabar¨¢ escribiendo un pr¨®logo, a petici¨®n del propio Juan Mars¨¦ para que la novela Si te dicen que ca¨ª no tenga problemas para publicarse en la Espa?a de 1974.
- A Rusia por amor. En mayo de 1940, algunos enemigos pol¨ªticos de Ridruejo hicieron notar su ausencia de las trincheras durante la guerra civil. Esa situaci¨®n y sus primeros forcejeos fallidos para imponer la revoluci¨®n nacional-sindicalista le predispusieron para ir voluntario con la Divisi¨®n Azul en 1941. Pero la raz¨®n ¨²ltima ten¨ªa nombre de mujer: su amor por la arist¨®crata Marichu de la Mora, mujer casada. "Esa raz¨®n y lo pol¨ªtico le convierten en un caballero andante del falangismo y su revoluci¨®n; para conquistar a esa mujer se ha de poner a la altura de Jos¨¦ Antonio", lanza Gracia.
Aura, como la llama, ser¨¢ una de las grandes receptoras de su correspondencia desde el fr¨ªo frente oriental. "Caen muchos pero se va afianzando nuestra inimitable calidad de soldados". Ante ella no hay secretos: ¨¦l toca poco frente, pero es obvio que los espa?oles est¨¢n "mal armados" y son "a raz¨®n de uno contra veinte". El Ridruejo que volver¨¢ ser¨¢ otro, en lo f¨ªsico -enfermo- y en lo pol¨ªtico.
- El desencanto. El franquismo, de fascismo ten¨ªa poco, y as¨ª se lo solt¨® Ridruejo en una carta a Franco, donde adem¨¢s renunciaba a todos sus cargos. El resultado fue el confinamiento y el inicio del lento desenga?o con el r¨¦gimen. ?l ser¨¢ la gran esperanza de un falangismo que ya empieza a sentirse excluido del r¨¦gimen. Incluso se alegra de la ca¨ªda de Mussolini por lo que puede representar. En 1948, apremiado por lo econ¨®mico, acepta ir de corresponsal de la agencia Pyresa en Roma. De all¨ª volver¨¢ igual de pobre dos a?os despu¨¦s y a¨²n no dem¨®crata, pero si convencido de que hab¨ªa que reformar el r¨¦gimen, a¨²n desde dentro, y encararlo hacia Europa.
- Adi¨®s al fascismo. Jos¨¦ Mar¨ªa Valverde y Carles Riba son los corresponsales que m¨¢s influir¨¢n, seg¨²n Gracia, en el cambio pol¨ªtico de Ridruejo entre 1951 y 1956. El primero porque "es el que le hace ver de forma definitiva que ha de dejar ya el falangismo", dice el compilador. "Que t¨² te resolvieses a ser un nuevo Jos¨¦ Antonio, eso ya estar¨ªa mejor; pero la primera condici¨®n ser¨ªa no citarle m¨¢s", le escribe en 1954 Valverde. El segundo "le ratifica la concepci¨®n real de lo que es Espa?a". Lo catal¨¢n es la punta de lanza para reorientar el pa¨ªs. Las cartas cr¨ªticas contra diversos ministros y la censura que empieza a cebarse en ¨¦l desembocan en la ruptura.
- Socialdemocracia, final de trayecto. Su marcha en junio de 1962 al despu¨¦s llamado Contubernio de M¨²nich (al que se desplaz¨® viajando desde el interior del maletero del coche del joven opositor mon¨¢rquico Antonio de Senillosa), lo aprovechar¨¢ el r¨¦gimen para no dejarle volver. Entradas clandestinas y detenciones aparte, sigue trabajando en "una fuerza intermedia entre la Democracia Cristiana y el Socialismo", escribe. "Trabaja al m¨¢ximo para crear una oposici¨®n democr¨¢tica al franquismo. ?El secreto de esta energ¨ªa? En la culpa cristiana: se sabe responsable de la guerra civil y tiene que hacer algo para repararlo", apunta Gracia. Pero sus intentos -Partido Social de Acci¨®n Democr¨¢tica, despu¨¦s la Uni¨®n Social-Dem¨®crata Espa?ola- no cuajan. "En esos a?os o se era socialista o comunista. No hab¨ªa m¨¢s. A Adolfo Su¨¢rez s¨ª le hubiera gustado: habr¨ªa acabado dirigiendo el sector izquierdista de UCD", clasifica Gracia.
- Mejor prosa que verso. El Ridruejo activista pol¨ªtico se comi¨® al escritor. Y si en el verso su ausencia es m¨¢s perdonable, en la prosa es una injusticia.
Como resumen de su vida, el poderoso pol¨ªtico pidi¨® por adelantado 200.000 pesetas al editor Rafael Borr¨¢s en abril de 1975. "Te hago gracia de las complejas circunstancias que me tienen en apuro. Conociendo mi biograf¨ªa puedes imagin¨¢rtelas f¨¢cilmente".
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