Tint¨ªn, atacado por racista, vende m¨¢s que nunca
Una comisi¨®n brit¨¢nica quiere prohibir la reedici¨®n de 'Tint¨ªn en el Congo', escrito en 1930, mientras sus ventas crecen un 4.000%
?Tint¨ªn es racista? Es posible que si alguien se lee hoy Tint¨ªn en el Congo, la segunda aventura del reportero creado por Herg¨¦, se sienta sorprendido, e incluso ofendido, por la visi¨®n de los africanos que se da en las p¨¢ginas del tebeo: abor¨ªgenes caricaturizados, m¨¢s bien ingenuos e infantiloides, que piden al joven de flequillo salt¨®n que acepte ser el gran jefe de los babaorom por ser un blanco bueno y por demostrar continuamente inteligencia y un juicio superior.
Una visi¨®n estereotipada y simplista, pre?ada del paternalismo propio de la ¨¦poca en la que est¨¢ realizada la historieta, los a?os treinta, y que ha sido la base continuada de las acusaciones de racismo contra Herg¨¦. De hecho, el propio autor se sent¨ªa muy poco contento con el resultado del encargo que le hab¨ªa realizado el abate Norbert Wallez, director del Petit Vingti¨¨me. Tal y como reconoc¨ªa a Numa Sadoul en el libro Conversaciones con Herg¨¦ (Juventud, 1986): "Era 1930. Yo no conoc¨ªa de ese pa¨ªs m¨¢s que lo que la gente contaba en aquella ¨¦poca: 'Los negros son unos ni?os grandes... tienen suerte de que nosotros estemos all¨¢'. Dibuj¨¦ a estos africanos seg¨²n estos criterios de puro paternalismo. Yo estaba imbuido de los prejuicios del ambiente burgu¨¦s de la ¨¦poca en el cual viv¨ªa". Un error que resolver¨ªa a partir de El Loto Azul con una rigurosa y exhaustiva labor de documentaci¨®n previa, que ser¨ªa marca definidora de los ¨¢lbumes del aguerrido reportero.
Obviar el contexto hist¨®rico en el que fue creado es ¨²nicamente generar carnaza fresca para la ultracorrecci¨®n pol¨ªtica
Visto as¨ª, se podr¨ªa afirmar que Tint¨ªn en el Congo no es una visi¨®n racista de la poblaci¨®n negra africana, sino un testimonio sociol¨®gico de los prejuicios y estereotipos raciales que la sociedad de la ¨¦poca manejaba com¨²nmente sobre ?frica. El joven autor de 23 a?os s¨®lo plasm¨® aquello que era materia com¨²n en los libros, tebeos y pel¨ªculas que llegaban en ese momento a sus manos. No hay muchas diferencias entre esta visi¨®n y la que, por ejemplo, se pod¨ªa encontrar de los orientales en las primeras tiras de Terry y los Piratas, la obra maestra de Milton Caniff, o de los indios americanos en los primeros westerns de los a?os treinta.
Una pol¨¦mica recurrente, que el autor intent¨® evitar pidiendo excusas reiteradamente y demostrando con hechos su postura. Es indudable que Herg¨¦ era de ideolog¨ªa conservadora, pero s¨®lo es necesario leer las siguientes aventuras de Tint¨ªn y su inseparable Mil¨² para comprobar su claro rechazo al racismo. Es m¨¢s, 15 a?os despu¨¦s de su publicaci¨®n, Herg¨¦ redibujar¨ªa el ¨¢lbum para su edici¨®n en color, eliminando las referencias colonialistas que trufaban la primera versi¨®n aunque, es verdad, manteniendo todav¨ªa mucha de la ingenuidad de planteamiento inicial.
La denuncia planteada por la Comisi¨®n para la igualdad racial de Reino Unido (CRE) hacia el ¨¢lbum podr¨ªa calificarse como una prolongaci¨®n m¨¢s de este interminable culebr¨®n si no incluyese preocupantes matices. Aprovechando la edici¨®n por primera vez en el pa¨ªs de la edici¨®n modificada en color de 1946, la comisi¨®n recomendaba que la nueva edici¨®n de este ¨¢lbum se situase en las secciones de adultos de las librer¨ªas; algo que ya hab¨ªa previsto Egmont, la editorial que publica el libro, incluyendo una etiqueta que advierte de que el c¨®mic contiene "estereotipos burgueses y paternalistas de la ¨¦poca, interpretaci¨®n que algunos lectores podr¨ªan encontrar ofensiva". Sin embargo, el nivel de declaraciones ha subido y las ¨²ltimas intervenciones de la CRE han abogado por la prohibici¨®n total de la venta del libro, llegando a plantear a los responsables de la cadena de librer¨ªas Borders c¨®mo era posible que permitieran que el libro se pusiese a la venta, instando a su reclusi¨®n en museos bajo un cartel de "disparate racista y pasado de moda".
Pero es que, precisamente, lo ¨²nico correcto de su an¨¢lisis es que Tint¨ªn en el Congo es un ¨¢lbum pasado de moda. Obviar el contexto hist¨®rico en el que fue creado implica ¨²nicamente generar carnaza fresca para la ultracorrecci¨®n pol¨ªtica, igual que se podr¨ªa hacer con miles de obras cl¨¢sicas de cualquier expresi¨®n cultural. Su censura no es m¨¢s que un intento de borrar el pasado, sin permitir la reflexi¨®n y el conocimiento de la historia.
Al final, el debate est¨¢ abierto, pero s¨®lo tiene un ganador: la editorial Egmont, que ha visto como las ventas de esta nueva edici¨®n aumentaba en casi un 4.000% sus ventas y se situaba entre los 10 libros m¨¢s vendidos de la librer¨ªa online Amazon.
Eso s¨ª, ahora s¨®lo hace falta que alguna asociaci¨®n de defensa de los animales pida tambi¨¦n la censura de este ¨¢lbum porque Tint¨ªn mata a todo tipo de especies protegidas -incluyendo un rinoceronte con un cartucho de dinamita- para que el tebeo consiga la etiqueta de "el m¨¢s prohibido de la historia".
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