El Supremo resta credibilidad al testimonio de los dos m¨¦dicos que cuestionaron las pruebas contra Puig Antich

Ni la prueba infogr¨¢fica que trat¨® de reconstruir el tiroteo en el que muri¨® el polic¨ªa Francisco Anguas, ni el testimonio de los dos m¨¦dicos que cuestionaron que Salvador Puig Antich -condenado a garrote vil en enero de 1974 por esos hechos- fuera el ¨²nico autor de los disparos que acabaron con su vida, han sido pruebas suficientes para el Tribunal Supremo. La Sala de lo Militar public¨® ayer el auto por el que deniega a las hermanas de Antich la autorizaci¨®n para pedir la revisi¨®n de su condena. Dos de los cinco magistrados de la Sala, ?ngel Juanes y Jos¨¦ Luis Calvo Cabello, formularon votos particulares en los que aseguran que la autorizaci¨®n se debi¨® conceder bas¨¢ndose en el testimonio de los m¨¦dicos y en la falta de garant¨ªas del consejo de guerra que lo conden¨® a muerte.

El tribunal considera que "no existen nuevos elementos probatorios" que puedan considerarse suficientes "para calificar como evidentemente err¨®neo el fallo" del consejo de guerra. Los m¨¦dicos Ram¨®n Barjau, que certific¨® la muerte de Anguas, y Joaqu¨ªn Latorre aseguraron que vieron cinco heridas de bala en el cuerpo del polic¨ªa cuando fue trasladado al hospital y no tres como se indic¨® en la autopsia. Para la familia de Puig Antich, eso demuestra que los disparos no provinieron s¨®lo de su pistola y s¨ª de la de otro de los polic¨ªas involucrados en el tiroteo, ya que en el arma del condenado s¨®lo hab¨ªa cuatro de las ocho balas que pod¨ªa cargar, seg¨²n la sentencia que pretenden anular.

El tribunal resta credibilidad a esos testimonios "prestados 30 a?os m¨¢s tarde y que llevaron a cabo un an¨¢lisis superficial". La sala considera "formalmente ajustado a la realidad" el contenido de la autopsia, realizada en una comisar¨ªa en lugar de en el Instituto Anat¨®mico Forense gracias a una orden judicial que los jueces consideran "coherente" con la ley.

Los dos magistrados discrepantes justificaron su desacuerdo por la duda razonable que, a su juicio, introdujeron las declaraciones de los m¨¦dicos y la ausencia de garant¨ªas del proceso que lo llev¨® al pat¨ªbulo. "Salvador Puig Antich no tuvo un proceso justo, lo cual no prejuzga la licitud de su conducta tanto en el plano jur¨ªdico e incluso en el ¨¦tico", relata Juanes en su voto particular. "La primera declaraci¨®n de Puig Antich fue prestada sin intervenci¨®n de defensor tan s¨®lo 72 horas despu¨¦s de haber recibido dos disparos", constata Calvo Cabello, que subraya que, durante el consejo de guerra, ni siquiera se hizo una prueba de bal¨ªstica.