El humo de Altadis se esfuma

Pronto se esfumar¨¢ el humo de los m¨¢s de 600 billones de cigarrillos que ha vendido Altadis en sus ocho a?os de vida. La alianza tabaquera francoespa?ola -pues as¨ª arranca su nombre completo: Alianza de Tabaco y Distribuci¨®n (Altadis)- naci¨® en 1999 para crear una empresa capaz de sobrevivir en un sector que ya entonces daba pasos hacia la concentraci¨®n, perseguida desde hace a?os por una legislaci¨®n cada vez m¨¢s restrictiva, unos impuestos crecientes, ca¨ªda de ventas y los ecos de las demandas multimillonarias en Estados Unidos.

Altadis es el fruto de la fusi¨®n entre los dos antiguos monopolios que controlaban el comercio de tabaco a los dos lados de los Pirineos: Tabacalera, en Espa?a, y Seita, en Francia. El peso de sus dos almas en la empresa siempre ha estado equilibrado: dos presidentes, uno franc¨¦s y otro espa?ol. Claro que el alma espa?ola ha cambiado tres veces de cara (C¨¦sar Alierta, Pablo Isla y Antonio V¨¢zquez), mientras que el esp¨ªritu galo (Jean Dominique Comolli) ha permanecido estos ocho a?os.

El sector ha superado la carrera de adquisiciones de la hispanofrancesa desde 1999

Tabacalera hab¨ªa nacido en 1945, en el momento ¨¢lgido de la autarqu¨ªa del r¨¦gimen franquista. Aunque no era ¨¦ste el comienzo del monopolio p¨²blico del tabaco en Espa?a.

El control de los gobernantes por lo que sus s¨²bditos y, posteriormente, ciudadanos fumaban ya hab¨ªa comenzado en el siglo XVII. La historia del monopolio tabaquero no s¨®lo ha dejado huella en el bolsillo (y en los pulmones) de los fumadores. Indirectamente tambi¨¦n lo ha hecho en la literatura, la m¨²sica y las leyendas populares: la Carmen que embruj¨® al cabo Jos¨¦ Lizarrabengoa -el bandolero Jos¨¦, el Navarro- de Prosper Merime¨¦ o George Bizet, era cigarrera en la Real F¨¢brica de Tabacos de Sevilla.

Y as¨ª, como empresa p¨²blica, se mantuvo hasta que lleg¨® la oleada de privatizaciones de los Gobiernos de Jos¨¦ Mar¨ªa Aznar. Repsol, Telef¨®nica, Argentaria, Endesa y, como no, Tabacalera. Su turno le lleg¨® en 1998.

Apenas un a?o camin¨® en solitario la antigua empresa p¨²blica, y busc¨® la alianza con la francesa Seita. La compa?¨ªa gala, que se fund¨® en 1926, hab¨ªa pasado a manos privadas poco tiempo antes (en 1995). Ambas firmas eran viejas conocidas. Ya antes de que la empresa espa?ola pasara al sector privado, Seita y Tabacalera hab¨ªan firmado un acuerdo para abrir mercados juntas.

Se trataba de ganar tama?o en medio de la creciente hostilidad social hacia el tabaco por los problemas de salud que causa. La operaci¨®n cont¨® con el benepl¨¢cito oficial, el Gobierno contaba en su mano con la acci¨®n de oro (la capacidad de veto sobre cualquier decisi¨®n de importancia en las empresas p¨²blicas privatizadas).

El primer consejo de administraci¨®n de Altadis, celebrado el 9 de diciembre de 1999, aprob¨® la compra del 50% de la cubana Corporaci¨®n Habanos. Una operaci¨®n que consolid¨® su liderazgo en el mercado de los cigarros, que a¨²n mantiene. A esta compra le siguieron otras: Regie des Tabacs du Maroc (el monopolio marroqu¨ª), la italiana Etinera (dedicada a la distribuci¨®n) o la rusa Balkanskaya Zvezda.

Pero a la luz de los ¨²ltimos acontecimientos, la carrera por ganar tama?o ha resultado insuficiente. El sector tabaquero, contagiado por la ola de operaciones corporativas, ha acabado por superar los esfuerzos compradores de Altadis. Desde que el a?o pasado Japan Tobacco adquiri¨® la brit¨¢nica Gallaher, los rumores y previsiones de analistas sobre la posible compra Altadis no cesaron, hasta que el pasado marzo entr¨® en escena Imperial Tobacco, y los rumores se transformaron en noticias.

La aventura empresarial, en cambio, arroja un saldo distinto. Las cifras de estos a?os hablan por s¨ª mismas. Desde 2000 Altadis ha obtenido un beneficio neto de casi 3.000 millones y sus acciones, que empezaron aquel ejercicio cotizando a 14,20 euros se pagaban ayer a 48,65. Claro que Altria, el gran gigante del sector (Philip Morris) triplic¨® s¨®lo el a?o pasado el resultado de Altadis en toda su historia y casi multiplicaba por 12 la cotizaci¨®n de la hispanofrancesa. Ayer mismo Altria cerr¨® la compra del 30% de Cigatam por 796 millones de euros, del empresario Carlos Slim.