La piqueta acaba con el viejo mercado de Chueca
El edificio llevaba un a?o cerrado. Un nuevo complejo abrir¨¢ en 2009 y tendr¨¢ aparcamiento, un supermercado y un restaurante
A Antonia no le preocupa la remodelaci¨®n del mercado de San Ant¨®n, en Chueca. No est¨¢ al corriente de las 81 plazas de aparcamiento que tendr¨¢ el nuevo complejo ni, en principio, piensa ir al bonito restaurante que se construir¨¢ en la tercera planta. Le da igual el aire cool que tendr¨¢ la fachada o los m¨¢s de siete millones de euros que costar¨¢ toda la obra. Tampoco sabe que el Ayuntamiento y la Comunidad subvencionar¨¢n la reforma en un 30% cada uno, ni que el complejo comercial tendr¨¢ itinerarios accesibles y servicios para personas con discapacidad. Y quiz¨¢ le importe el medioambiente, pero ignora que el mercado tendr¨¢ paneles solares t¨¦rmicos para el agua caliente y la electricidad. Una maravilla.
Todo eso no le quita el sue?o. Y eso que Antonia, no crean, es vecina de Chueca y cliente del mercado que se construy¨® en 1945, que ayer comenz¨® a derribarse y que lleva un a?o cerrado. Precisamente, por esos motivos, lo que le importa a ella es que desde hace 12 meses tiene que ir a comprar al mercado de Barcel¨® (a 1 kil¨®metro de distancia) y no puede subirse en el autob¨²s con el carro de la compra. "Es que vengo muerta con tanto calor que hace. No hay derecho", dice agarrando la mano de su nieta.
El comienzo del derribo del mercado ha tardado m¨¢s de lo previsto debido a los ¨²ltimos flecos para poner de acuerdo a todos los comerciantes y encontrar las inversiones, explic¨® ayer Miguel ?ngel Villanueva. Ha tardado tanto, que el Ayuntamiento hab¨ªa anunciado que este verano estar¨ªa acabado. El interior del mercado ya estaba ayer destruido, pero la fachada luc¨ªa intacta despu¨¦s de un a?o de anunciarse la remodelaci¨®n y de que el centro comercial echase el cierre.
As¨ª que, a las 11.30, un brazo de acero con una garra en la punta comenz¨® a despedazar la cornisa del edificio como si fuera una mona de pascua. Al mismo tiempo, una manguera regaba la fachada para que la demolici¨®n no llenase de polvo la vida de los vecinos que se apostaban para ver el asunto de cerca. "Hombre, me parece muy mal que Gallard¨®n venga ahora a hacerse aqu¨ª la foto y el d¨ªa del Orgullo Gay, que era m¨¢s importante para Chueca y para Madrid, ¨¦l estuviera de viaje", se quejaba Antonio Llamo en su florister¨ªa.
De los 27 comerciantes que quedaban en la ¨²ltima ¨¦poca, s¨®lo seis han querido embarcarse en el nuevo proyecto. "No ha sido f¨¢cil. Pero el 70% del mercado llevaba cerrado desde hac¨ªa 7 a?os. Hab¨ªa que hacer algo", explic¨® Octavio Rodr¨ªguez, presidente de los comerciantes y propietario desde hace 25 a?os de una charcuter¨ªa. ?l y los otros cinco se han marchado al mercado de Barcel¨® hasta que termine el proyecto, como Antonia. Aunque ellos no tienen que arrastrar cada d¨ªa hasta all¨ª el carro de la compra.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.