Montilla reivindica el poder de las regiones ante la presidencia de la UE

Las regiones y sus instituciones no pueden quedar relegadas en el tratado constitucional que los 25 pa¨ªses de la Uni¨®n Europea intentan consensuar bajo el liderazgo de Francia y Alemania. Esto es lo que Jos¨¦ Montilla defendi¨® ayer ante el presidente portugu¨¦s, An¨ªbal Cavaco Silva, y hoy reiterar¨¢ al primer ministro luso, Jos¨¦ S¨®crates, presidente de turno del Consejo de la Uni¨®n Europea. Montilla lleg¨® ayer a Lisboa con el objetivo de promover las pujantes relaciones comerciales entre Catalu?a y Portugal y dispuesto a poner en valor el margen de maniobra en pol¨ªtica exterior que le reserva el nuevo Estatuto.

El presidente de la Generalitat quiso dejar claro la apuesta de su Gobierno por Europa. Por eso habl¨® de pol¨ªtica europea ante el presidente de la Rep¨²blica portuguesa, con los empresarios de la c¨¢mara de comercio hispano-lusa y en su encuentro con el ministro de Econom¨ªa, Manuel Pinho. El mensaje fue un¨ªvoco: Catalu?a y las regiones deben defender su papel en los ¨®rganos de la UE y "reforzar los elementos de subsidiariedad". En otras palabras: que no se haga desde Bruselas lo que se pueda decidir en Barcelona. Asimismo, pidi¨® que la Generalitat pueda presentar recursos ante la UE en los temas en los que tiene competencia exclusiva.

Implicaci¨®n francesa

La insistencia de Montilla tiene raz¨®n de ser. El Gobierno catal¨¢n teme que la creciente implicaci¨®n francesa en la redacci¨®n del nuevo tratado acabe por diluir, o directamente finiquitar, los elementos descentralizadores que inclu¨ªa la Constituci¨®n que franceses y holandeses rechazaron, pero que catalanes y espa?oles apoyaron con holgura. "Intentaremos presionar para que el nuevo tratado cambie lo menos posible el texto que votamos y para ello contamos con el apoyo del Gobierno central", aseguraron ayer fuentes pr¨®ximas al presidente. "Otra cosa ser¨¢ cuando se deba negociar con Francia", advirtieron las mismas fuentes.

Las aspiraciones de la Generalitat se pondr¨¢n en negro sobre blanco en un documento que aprobar¨¢ el Gobierno catal¨¢n la pr¨®xima semana y que fijar¨¢ la posici¨®n catalana ante el nuevo tratado. El documento se remitir¨¢ al Gobierno central y recoger¨¢ las aspiraciones de las Regiones Europeas con Poder Legislativo, la Regleg, organismo que actualmente preside Catalu?a.

Montilla combin¨® la pol¨ªtica europea con la promoci¨®n comercial de Catalu?a, comunidad que copa la mitad del comercio entre Espa?a y Portugal. En un almuerzo con empresarios espa?oles y portugueses, enfatiz¨® la voluntad de "entendimiento" y "cooperaci¨®n". Un mensaje similar le transmiti¨® al presidente portugu¨¦s. Fueron palabras calculadas. Los empresarios catalanes en Portugal no se han librado de la oleada de hispanofobia que se ha asentado en el pa¨ªs luso tras el masivo desembarco de multinacionales espa?olas y su agresiva pol¨ªtica de compras. Por esta raz¨®n, Montilla lanz¨® un sinf¨ªn de palabras conciliadoras, alab¨® la globalizaci¨®n, dijo que es "normal" que Espa?a priorice sus negocios con sus vecinos y llam¨® a enterrar la pol¨ªtica de "rivalidad" entre ambos pa¨ªses.

Ning¨²n empresario catal¨¢n ha acompa?ado a Montilla en su viaje. El presidente, sin embargo, dej¨® clara su apuesta para consolidar el comercio con el pa¨ªs de destino del 7,7% de las exportaciones catalanas. Compa?¨ªas como el Banc de Sabadell, Panrico y Abertis tienen importantes intereses en Portugal. La prioridad ahora es que el sector de la nanotecnolog¨ªa portuguesa, que comienza a despuntar, se al¨ªe con el proyecto de biorregi¨®n que la Generalitat impulsa en Catalu?a.