?Solo o Cuarteto?

Cuando se anuncia una negociaci¨®n de paz, no se hace para que nazca muerta. Y cualquier planteamiento de conferencia sobre el conflicto palestino-israel¨ª, como pudo comprobarse en la plenaria de Madrid, octubre de 1990, tropieza con dificultades que son de insondables para arriba, como la procelosa voluntad de Israel de negociar algo que realmente tenga que ver con la resoluci¨®n 242, que pide su retirada de todos los territorios conquistados en 1967, o la de los terroristas palestinos de aceptar la existencia del Estado sionista, por lo que sobra echar le?a al fuego.

Y, por lo menos, se est¨¢n gestando dos obst¨¢culos sobrea?adidos. El lunes pasado, el presidente norteamericano, George W. Bush, propuso la celebraci¨®n de una conferencia de paz para la zona, quiz¨¢ acometido de un s¨²bito e in¨¦dito deseo de ocuparse del conflicto en el a?o y medio que le queda de mandato. Y, habida cuenta de qui¨¦n convoca, parece seguro que se excluya de la conferencia a Ham¨¢s, movimiento terrorista, s¨ª, pero tambi¨¦n democr¨¢tico vencedor en las ¨²ltimas elecciones legislativas palestinas, que domina la franja de Gaza, mientras que en Cisjordania se sostiene no sin inquietud la Autoridad que preside Mahmud Abbas. No significa eso que Ham¨¢s, sin determinados reconocimientos, debiera ser invitada, pero s¨ª que una negociaci¨®n intrapalestina podr¨ªa llevar a la formaci¨®n de una delegaci¨®n que representara al pueblo guerrillero y refugiado, y a lo que habr¨ªa de sumarse la expresi¨®n de su voluntad de paz y acuerdo con Israel.

La medida del segundo obst¨¢culo la dio ayer la secretaria de Estado norteamericana, Condoleezza Rice, en Lisboa, donde se celebraba la primera reuni¨®n del Cuarteto -ONU, Uni¨®n Europea, EE UU y Rusia- con su emisario reci¨¦n designado, el ex premier brit¨¢nico Tony Blair. Y Rice ha expresado una negativa m¨¢s cortante que cort¨¦s a los deseos de la UE -muy franco-espa?oles- de que Blair no sea s¨®lo una especie de agente proveedor de Abbas para el buen uso de los dineros que ahora le caen al presidente como de una cornucopia, mientras se ahoga en la miseria a Ham¨¢s, sino que, junto al jefe de las Relaciones Exteriores europeas, Javier Solana, lleve a las partes hacia la paz. Washington pretende, en cambio, microdirigir un proceso en el que nunca ha sido equidistante, en descarado apoyo de Tel Aviv. Si no se despejan esos dos equ¨ªvocos a la vez errores, la conferencia ser¨¢ in¨²til. Hay que saber si va a negociar uno solo o un cuarteto.