Los monjes salen del monasterio para presentar sus recetas culinarias en Vitoria

"Que Dios tambi¨¦n anda entre los pucheros", dec¨ªa santa Teresa de Jes¨²s hace cuatro siglos, y puede que la sentencia no haya perdido valor. Sobre el asunto saben bien los invitados al I Encuentro de Cocina Conventual y Restauraci¨®n que ha promovido la Fundaci¨®n de la catedral de Santa Mar¨ªa de Vitoria para los pr¨®ximos d¨ªas 26 y 27 de julio. Representantes de monasterios y conventos de Espa?a presentar¨¢n sus creaciones culinarias, fruto de la experiencia de siglos, a partir del trabajo con ingredientes b¨¢sicos y la voluntad de "dar de comer al hambriento". Esta cita in¨¦dita incluye conferencias y degustaciones de algunas recetas cl¨¢sicas como la olla de los dominicos de Montesclaros (Cantabria) o los quesitos cistercienses de San Juan de Ortega.

Buena parte de la gastronom¨ªa espa?ola naci¨® en los conventos y monasterios, record¨® ayer Antxon Urrusolo, director de este primer encuentro de Cocina Conventual y Restauraci¨®n, que lleva el sugerente t¨ªtulo de Recetas del Alma. Y esa gastronom¨ªa mon¨¢stica est¨¢ emparentada con la filosof¨ªa que sustenta la restauraci¨®n de la catedral. "La optimizaci¨®n de los recursos, que se dice ahora, la apuesta por la funci¨®n social y la voluntad de servicio a los ciudadanos, dirigen tambi¨¦n nuestro proyecto", coment¨® Gonzalo Arroita, director de la Fundaci¨®n Santa Mar¨ªa.

Lo medieval y lo moderno

El trabajo para conseguir este encuentro no ha sido f¨¢cil, dada la singularidad de sus protagonistas, gentes ajenas a la vida p¨²blica, procedentes de ¨®rdenes religiosas diversas, algunas de clausura. La labor del cocinero Sen¨¦n Gonz¨¢lez, del restaurante Sagartoki de Vitoria, ha resultado clave. Sen¨¦n ha investigado las costumbres gastron¨®micas de la ¨¦poca en la que se levant¨® la catedral y ha seguido trabajando sobre las diferentes especialidades monacales de toda Espa?a. Su aportaci¨®n en el encuentro ofrecer¨¢ los nexos entre la cocina monacal y la contempor¨¢nea.

La primera jornada, el jueves 26 de julio, llevar¨¢ al palacio Villa Suso a reconocidos expertos en la cocina de convento y monasterio, como fray Juan Luis Barrera, hist¨®rico cocinero del monasterio de Guadalupe, o Emiliano Ozaeta, del de Est¨ªbaliz. Pero el plato fuerte para el aficionado llegar¨¢ al d¨ªa siguiente, cuando, entre las 11 y las 14 horas del viernes, la catedral de Santa Mar¨ªa acoja una jornada de puertas abiertas que combina gastronom¨ªa y arqueolog¨ªa. Mientras se descubren los nuevos hallazgos cient¨ªficos, el visitante podr¨¢ degustar las creaciones culinarias conventuales, como la sopa de ajo del peregrino del Camino de Santiago, "preparada por don Jos¨¦ Mar¨ªa, el cura del monasterio de San Juan de Ortega, buena muestra de la capacidad de los monjes para elaborar desde lo m¨¢s humilde, hasta lo m¨¢s excelso, como el champ¨¢n Dom Perignon", explic¨® Antxon Urrusolo. Por ahora, en este primer encuentro, la cuesti¨®n alcoh¨®lica se limita a vinos y digestivos de distintos monasterios.