Los fantasmas de Bagdad
Estados Unidos empieza a comprender la dimensi¨®n del desastre de Irak
Irak se ha terminado, Irak no ha empezado a¨²n: dos conclusiones del debate estadounidense sobre Irak, que ocupan los medios de comunicaci¨®n del pa¨ªs hasta dejar fuera pr¨¢cticamente cualquier otra noticia internacional.
Irak se ha terminado en la medida en que la opini¨®n p¨²blica estadounidense ha decidido que la mayor parte de sus tropas debe marcharse. En un sondeo realizado por Gallup a principios de este mes, el 71% estaba a favor de "sacar a todos los soldados estadounidenses de Irak antes del 1 de abril del pr¨®ximo a?o, salvo un n¨²mero reducido que permanecer¨ªa para trabajar en labores antiterroristas". El veterano analista pol¨ªtico de CNN Bill Schneider a?ade que, en los ¨²ltimos a?os de la guerra de Vietnam, la actitud de los estadounidenses pod¨ªa resumirse como "o ganamos, o nos vamos". Y dice que con Irak est¨¢ ocurriendo lo mismo. A pesar de los llamamientos del presidente Bush, cada vez m¨¢s desesperados, la mayor¨ªa de los estadounidenses ha llegado a la conclusi¨®n de que EE UU no est¨¢ ganando. As¨ª que tiene que irse. Y si los soldados de EE UU vuelven a casa, tambi¨¦n volver¨¢n los fantasmas de Bagdad.
A pesar de las afirmaciones de Bush, la mayor¨ªa de los ciudadanos de EE UU ha llegado a la conclusi¨®n de que no est¨¢n ganando y que tienen que irse
El ej¨¦rcito m¨¢s poderoso del mundo no ha cumplido sus objetivos estrat¨¦gicos, y al final se ve derrotado por un adversario econ¨®micamente inferior
En 2007 hay Al Qaeda en Irak, est¨¢ regresando parte a Afganist¨¢n y existen grup¨²sculos de imitaci¨®n en todas partes, sobre todo en Europa
Dado que estamos en una democracia, los representantes elegidos del pueblo hacen lo que ¨¦ste le indica. Independientemente del resultado de esta ¨²ltima ronda de enfrentamientos en el Congreso -que incluy¨® un marat¨®n nocturno en el Senado entre el martes y el mi¨¦rcoles de esta semana, en el que los dem¨®cratas intentaron resistirse a una maniobra de obstruccionismo de los republicanos-, en Washington nadie duda de que los tiros, ahora, van por aqu¨ª. En p¨²blico sigue habiendo una clara discrepancia entre los dos partidos, pero ya hay republicanos que est¨¢n rompiendo filas para sugerir sus propios planes de reducci¨®n escalonada de tropas, junto con propuestas para dividir Irak entre sun¨ªes, chi¨ªes y kurdos.
Bush asegura que est¨¢ decidido a dar al comandante en jefe de las tropas en Irak, el general David Petraeus, exactamente el n¨²mero de soldados que le pida cuando le presente su pr¨®ximo informe, en septiembre, y por ahora la Casa Blanca est¨¢ aguantando frente a un Congreso controlado por los dem¨®cratas. Los principales candidatos republicanos a la presidencia siguen empleando un lenguaje duro. Pero el que m¨¢s en¨¦rgicamente defiende la necesidad de mantenerse en Irak hasta vencer, John McCain, ha visto c¨®mo su campa?a ca¨ªa en picado. Incluso en el caso de que el pr¨®ximo presidente fuera un halc¨®n republicano, todas las apuestas actuales en Washington cuentan con que, por lo menos, tendr¨ªa que reducir a toda velocidad el n¨²mero de soldados estadounidenses en aquel pa¨ªs. Al fin y al cabo, es lo que los ciudadanos dicen claramente que quieren. Como ya hab¨ªa dicho, por cierto, el 72% de los soldados estacionados all¨ª en un sondeo realizado por Zogby a principios del a?o pasado.
El veredicto del pueblo estadounidense en otros aspectos del desastre de Irak es extraordinariamente severo. A la pregunta de qui¨¦n tiene la m¨¢xima responsabilidad de la situaci¨®n actual en Irak, el 40% de los encuestados por Newsweek dice que la Casa Blanca y el 13% dice que el Congreso. En un sondeo de CNN, el 54% dice que la actuaci¨®n de Estados Unidos en Irak no tiene justificaci¨®n moral. En otro de CBS, el 51% est¨¢ de acuerdo con la opini¨®n -que comparte la mayor¨ªa de los expertos- de que la intervenci¨®n norteamericana en Irak est¨¢ generando m¨¢s terroristas hostiles a EE UU en vez de disminuir su n¨²mero. Si en alg¨²n momento los estadounidenses estaban ciegos, ahora ven muy bien. A pesar de la tremenda presencia que tiene la religi¨®n, en el fondo ¨¦sta es una naci¨®n realista.
Terminado y no empezado
As¨ª pues, Irak se ha terminado. Pero Irak no ha empezado todav¨ªa. No ha empezado todav¨ªa en cuanto a las repercusiones para el propio Irak, Oriente Pr¨®ximo, la pol¨ªtica exterior de Estados Unidos y su reputaci¨®n en el mundo. La consecuencia m¨¢s probable de una r¨¢pida retirada estadounidense, con las condiciones actuales de Irak, es un ba?o de sangre a¨²n mayor, con nuevas oleadas de refugiados y el desmembramiento del pa¨ªs. Unos dos millones de iraqu¨ªes han huido ya a otros pa¨ªses y m¨¢s de dos millones han tenido que desplazarse dentro de sus fronteras. Ahora, un laborioso y apenado estudio de la Brookings Institution afirma que el mal menor ser¨ªa lo que sus autores llaman una "partici¨®n blanda", con el traslado voluntario y pac¨ªfico de entre dos y cinco millones de iraqu¨ªes a unas regiones kurdas, sun¨ªes y chi¨ªes claramente diferenciadas, bajo estrecha supervisi¨®n militar de EE UU. El mal menor, claro est¨¢, suponiendo que todo vaya con arreglo al plan y que los estadounidenses est¨¦n dispuestos a dejar el n¨²mero suficiente de soldados para poder realizar esa desagradecida tarea; dos supuestos poco cre¨ªbles. Hay m¨¢s probabilidades de que nos encontremos con un mal mayor.
En un art¨ªculo para la revista digital Open Democracy, el especialista en Oriente Pr¨®ximo Fred Halliday detalla algunas de las consecuencias para la regi¨®n. Entre ellas, adem¨¢s de la destrucci¨®n del Estado iraqu¨ª, est¨¢n la revitalizaci¨®n del islamismo militante y el reforzamiento de la capacidad internacional de convocatoria del nombre Al Qaeda; el estallido, por primera vez en la historia moderna, de guerras internas entre sun¨ªes y chi¨ªes, "una tendencia que tiene eco en otros Estados de composici¨®n confesional mixta"; en Turqu¨ªa, el distanciamiento de casi todos los sectores de la pol¨ªtica respecto a Occidente y el est¨ªmulo del nacionalismo autoritario; el fortalecimiento de un Ir¨¢n ¨¢vido de poder nuclear, y una nueva rivalidad regional que enfrenta a la Rep¨²blica Isl¨¢mica de Ir¨¢n y sus aliados -Siria, Hezbol¨¢ y Ham¨¢s- contra Arabia Saud¨ª, Egipto y Jordania.
Un mundo m¨¢s peligroso
Para el propio EE UU, el mundo es un lugar m¨¢s peligroso como consecuencia de la guerra de Irak. A finales de 2002, la, a veces, denominada central de Al Qaeda en Afganist¨¢n estaba pr¨¢cticamente destruida y no hab¨ªa Al Qaeda en Irak. En 2007, hay Al Qaeda en Irak, est¨¢n regresando a Afganist¨¢n partes de la vieja Al Qaeda y existen grup¨²sculos de imitaci¨®n en todas partes, sobre todo en Europa. El plan de Osama Bin Laden era lograr que EE UU tuviera una reacci¨®n desmesurada y agotara sus recursos en el intento. Con la invasi¨®n de Irak, el presidente Bush cay¨® de bruces en la trampa. Los ¨²ltimos datos de los servicios de inteligencia estadounidenses, publicados esta semana, indican que la organizaci¨®n de Al Qaeda en Irak es hoy una de las m¨¢ximas amenazas contra la seguridad del territorio estadounidense.
Estados Unidos, probablemente, no es a¨²n del todo consciente de que, tras un largo periodo en el que el lema fundamental de su ej¨¦rcito era "no m¨¢s Vietnams", ahora se enfrenta a otro Vietnam. Hay muchas e importantes diferencias, desde luego; pero, a la hora de la verdad, el resultado es el mismo: el ej¨¦rcito m¨¢s poderoso del mundo no ha cumplido sus objetivos estrat¨¦gicos, y al final se ve derrotado por un adversario econ¨®mica y tecnol¨®gicamente inferior. Aunque no se vean escenas de helic¨®pteros evacuando a estadounidenses desde la azotea de la Embajada en Bagdad, seguro que tendremos alguna imagen simb¨®lica de la humillaci¨®n nacional cuando Estados Unidos lleve a cabo la penosa tarea de sacar a sus soldados y todo el material pesado que hab¨ªa llevado all¨ª; quiz¨¢ esta vez sea una foto sacada con la c¨¢mara de un tel¨¦fono m¨®vil y colgada en Internet. Abu Ghraib y Guant¨¢namo han hecho un da?o terrible a la reputaci¨®n humanitaria de Estados Unidos, y esta derrota convencer¨¢ a mucha gente, en todo el mundo, de que ni siquiera es un pa¨ªs tan poderoso. Y Osama Bin Laden, todav¨ªa vivo, se apuntar¨¢ otra victoria sobre los cobardes alfe?iques de Occidente.
En la historia, las consecuencias m¨¢s importantes son con frecuencia las impensadas. Todav¨ªa no sabemos cu¨¢les ser¨¢n las de Irak; tal vez se saque algo positivo de todo esto. Sin embargo, en la medida en que es posible prever estas cosas, lo m¨¢s probable parece que las consecuencias vayan de las malas a las catastr¨®ficas. En un cuarto de siglo de escribir sobre temas internacionales, no recuerdo otro desastre provocado por el ser humano que haya sido tan absoluto y tan evitable.
Traducci¨®n de Mar¨ªa Luisa Rodr¨ªguez Tapia
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