Los Franco se resisten a que el Pazo de Meir¨¢s se declare bien de inter¨¦s cultural

De refugio de una de las grandes de las letras espa?olas, la coru?esa Emilia Pardo Baz¨¢n, a escenario de la dictadura, como residencia veraniega de Francisco Franco durante 36 a?os, el Pazo de Meir¨¢s, en Sada, forma parte de la memoria hist¨®rica, cultural y patrimonial de Galicia. Propiedad de los herederos del caudillo, quien lo recibi¨® en 1939 "por obsequio del pueblo de A Coru?a", el singular castillo en una finca de m¨¢s de seis hect¨¢reas est¨¢ cerrado a cal y canto. La Xunta trata de declararlo bien de inter¨¦s cultural, pero la familia Franco se resiste y niega el acceso a la propiedad.

La Conseller¨ªa de Cultura tramita desde hace m¨¢s de un a?o la apertura del expediente para declarar el pazo bien de inter¨¦s cultural (BIC). Pero los Franco se resisten. La familia, hoy encabezada por la hija del general, Carmen Franco Polo, han dado largas, con sucesivos aplazamientos, a las reiteradas peticiones de los t¨¦cnicos de la Xunta para visitar la propiedad y determinar su estado, un tr¨¢mite imprescindible para la declaraci¨®n BIC, que obligar¨ªa a abrir al p¨²blico el pazo y sus jardines un m¨ªnimo de cuatro d¨ªas al mes.

Un BIC implica tambi¨¦n adoptar medidas de conservaci¨®n y protecci¨®n. Y otorga a la Administraci¨®n una posici¨®n preferente, con derecho de tanteo y retracto, en caso de que la propiedad sea puesta a la venta. Un detalle relevante ante los continuos rumores sobre la supuesta intenci¨®n de la familia, en su mayor parte dedicada al negocio inmobiliario, de deshacerse de un pazo del que ya s¨®lo disfruta en ocasiones.

La iniciativa fue del BNG de Sada hace ya m¨¢s de un a?o. Desde entonces, la Direcci¨®n Xeral de Patrimonio Cultural ha estado reuniendo toda la documentaci¨®n y datos necesarios para incoar el expediente administrativo. El tiempo apremia. El plazo legal para resolverlo es de 20 meses y se cumplir¨¢n en noviembre. Carmen Franco prometi¨® dejar entrar a los t¨¦cnicos este verano.

En la aldea de Meir¨¢s, mentar c¨®mo se fragu¨® y llev¨® a cabo "la donaci¨®n de la ciudad y la provincia de A Coru?a al Caudillo de Espa?a" es a¨²n hoy un tema tab¨². Nadie quiere recordar. Muchas familias fueron obligadas a la venta forzosa de sus fincas, pagadas a precios irrisorios o incluso sin compensaci¨®n econ¨®mica alguna, para duplicar la propiedad con el fin de regalarla a Franco. Lo promovi¨®, en 1939, la denominada Junta Provincial Pro Pazo del Caudillo, ideada y dirigida por el entonces gobernador civil de A Coru?a, Julio Mu?oz, y el banquero Pedro Barri¨¦ de la Maza, la cual se encarg¨® de adquirir a las herederas de Emilia Pardo Baz¨¢n las Torres de Meir¨¢s, duplicar la superficie de jardines y fincas anexas y dirigir los trabajos de reformas y acondicionamiento para obsequiar a Franco con una suntuosa residencia para pasar los 36 veranos que fue jefe de Estado.

Todo fue financiado con dinero de los ciudadanos, v¨ªa instituciones p¨²blicas, una supuesta "suscripci¨®n popular" en la que las autoridades fijaban la cantidad del donativo econ¨®mico que se deb¨ªa entregar "de forma voluntaria", o mediante el descuento obligatorio de un d¨ªa de sueldo en n¨®minas de funcionarios y empleados de empresarios adeptos al r¨¦gimen.

En el expediente que prepara la Xunta con el fin de que el Pazo de Meir¨¢s vuelva a ser de disfrute p¨²blico, se acumulan todo tipo de pruebas, recibos de donativos de la ¨¦poca, planos catastrales y otros documentos que demuestran c¨®mo naci¨® "la rumbosa oferta de la provincia al General¨ªsimo", seg¨²n la definici¨®n usada en cr¨®nicas de la ¨¦poca.

Franco deposit¨® all¨ª innumerables regalos de ayuntamientos e instituciones, y su esposa, Carmen Polo, antig¨¹edades procedentes de toda Galicia, a las que tan aficionada era.