Turqu¨ªa, ante su hora de la verdad
El Gobierno intenta cerrar hoy en las urnas la peor crisis pol¨ªtica del pa¨ªs en los diez ¨²ltimos a?os
Cuando el primer ministro turco, Recep Tayyip Erdogan, convoc¨® elecciones legislativas anticipadas el pasado mes de mayo Turqu¨ªa atravesaba su peor crisis pol¨ªtica de los diez ¨²ltimos a?os. El pa¨ªs viv¨ªa en medio de un enfrentamiento entre el Gobierno de base islamista y el Ej¨¦rcito, guardi¨¢n del Estado laico fundado por Mustaf¨¢ Kemal, Atat¨¹rk. Despu¨¦s de cuatro golpes de Estado desde 1960, los 42 millones de turcos llamados hoy a las urnas tendr¨¢n que elegir entre la continuidad de las reformas que les han llevado hasta las puertas de la Uni¨®n Europea de la mano del Partido de la Justicia y el Desarrollo (AKP), de Erdogan, y una alternativa de coalici¨®n de partidos laicos y nacionalistas defensores del modelo kemalista que, bajo la tutela de las Fuerzas Armadas, ha dirigido la Turqu¨ªa moderna durante 84 a?os. La crisis, sin embargo, no se cerrar¨¢ con estas elecciones y previsiblemente los ciudadanos del pa¨ªs musulm¨¢n econ¨®mica y socialmente m¨¢s avanzado tendr¨¢n que volver a votar este mismo a?o.
"Al Ej¨¦rcito parece haberle salido el tiro por la culata", opina un diplom¨¢tico europeo
"Al Ej¨¦rcito parece haberle salido el tiro por la culata", opina un diplom¨¢tico europeo con larga experiencia en Ankara. "La presi¨®n desencadenada para impedir la elecci¨®n de un presidente del AKP puede acabar con una reforzada nueva victoria electoral de los islamistas". La mayor¨ªa conservadora del interior de Anatolia ha prosperado en los ¨²ltimos veinte a?os hasta generar una clase emergente que se adapta con rapidez a los cambios en la econom¨ªa mundial, a pesar de seguir apegada a sus tradiciones religiosas, como el uso del pa?uelo isl¨¢mico entre las mujeres. Mientras tanto, las ¨¦lites laicas de Estambul y de la costa mediterr¨¢nea siguen ancladas en un pasado de monopolios estatales y un estilo de vida occidental que rechaza los s¨ªmbolos religiosos.
El laicismo del Estado y la globalizaci¨®n han empujado a los islamistas turcos hacia un proceso de modernizaci¨®n que no tiene parang¨®n en el mundo musulm¨¢n. "Una reforma que se asemeja al proceso vivido en la Europa cristiana bajo el protestantismo de Lutero y Calvino", explica el analista pol¨ªtico turco Mustaf¨¢ Akyol. Tras el fracaso del Gobierno dirigido por el l¨ªder hist¨®rico del islamismo turco Necmettin Erbakan, que se vio forzado a dimitir hace diez a?os tras un ultim¨¢tum de los generales, los nuevos l¨ªderes islamo-dem¨®cratas centran sus pol¨ªticas en el desarrollo econ¨®mico, la redistribuci¨®n de la riqueza y las reformas democr¨¢ticas.
La mejor expresi¨®n de sus intereses es la nueva organizaci¨®n patronal turca, Musiad, equivalente a la Confederaci¨®n de Peque?as y Medianas Empresas espa?ola, que concentra en Anatolia a unos 10.000 empresarios y que factura el equivalente al 10% del PIB del pa¨ªs.
Mustaf¨¢ Ozy¨¹rek, vicepresidente del Partido Republicano Popular (CHP), la principal fuerza de oposici¨®n laica al AKP, arremete contra el proceso de privatizaciones de bancos, puertos, operadoras telef¨®nicas y otras compa?¨ªas estatales que el Gobierno de Erdogan ha emprendido durante la pasada legislatura. "El sector p¨²blico esta siendo malvendido sin ninguna base legal. El AKP utiliza el dinero para comprar votos mediante subvenciones a los ayuntamientos y a los agricultores de las regiones donde m¨¢s votos obtiene", destaca el n¨²mero dos del partido dirigido por Deniz Baykal, vicepresidente de la Internacional Socialista. "Ellos desataron la crisis al no consultar a la oposici¨®n sobre la elecci¨®n del candidato a presidente de la Rep¨²blica, al presentar a un candidato de origen religioso en un pa¨ªs laico. La Rep¨²blica estaba en peligro", asegura Ozy¨¹rek.
Turqu¨ªa vota hoy, y no a comienzos de noviembre como estaba inicialmente previsto, por la fallida elecci¨®n presidencial de mayo. El AKP retir¨® a su candidato, el ministro de Exteriores Abdul¨¢ G¨¹l, ante el boicoteo de la oposici¨®n laica, el veto del Tribunal Constitucional y el expreso rechazo de las Fuerzas Armadas. La Turqu¨ªa laica que controla los resortes del poder a trav¨¦s del Ej¨¦rcito, la judicatura y los altos funcionarios del Estado, apost¨® decididamente contra G¨¹l, art¨ªfice del inicio de las negociaciones de adhesi¨®n de su pa¨ªs con la UE.
La presencia de la esposa de Abdul¨¢ G¨¹l, que cubre su cabeza con el pa?uelo isl¨¢mico, al igual que la de Erdogan, en el palacio de ?ankaya de Ankara, sede de la presidencia de la Rep¨²blica, era una visi¨®n inimaginable en un pa¨ªs donde las mujeres tienen prohibido estudiar en la universidad o trabajar en la Administraci¨®n del Estado con el velo isl¨¢mico. La verdadera amenaza, sin embargo, era la presencia en ?ankaya de un jefe del Estado con voluntad pol¨ªtica para recortar los poderes de las Fuerzas Armadas mediante nuevas reformas constitucionales.
Los islamistas moderados de Erdogan aspiran a repetir hoy su mayor¨ªa absoluta en el Parlamento, y las encuestas se pronuncian invariablemente en ese sentido. Aunque caben tambi¨¦n dos escenarios posibles: un arrollador triunfo del AKP -si los ultranacionalistas no logran superar la barrera del 10% de los votos y siguen dejando al CHP como ¨²nica fuerza de oposici¨®n- o que la hipot¨¦tica entrada de nuevos partidos en la C¨¢mara sit¨²e al partido de Erdogan por debajo de los mayor¨ªa absoluta de 276 esca?os.
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