"El Tratado de la UE es un avance"
Antes de tomar unas breves vacaciones en agosto, Miguel ?ngel Moratinos viajar¨¢ a varios pa¨ªses ¨¢rabes orientales, entre ellos L¨ªbano, donde visitar¨¢ a las tropas espa?olas. Tambi¨¦n ir¨¢ a Argelia y a Marruecos, los vecinos del sur que siguen sin entenderse. Pero su tarea inmediata lo lleva hoy mismo a Bruselas, donde se abre la Conferencia Intergubernamental (CIG) llamada a alumbrar un nuevo Tratado de la Uni¨®n Europea.
Pregunta. ?C¨®mo explicar¨ªa a los espa?oles que la Constituci¨®n se ha salvado, a pesar de que de lo que ellos votaron queda poca cosa?
Respuesta. Porque yo creo que el 98% del contenido, de lo que denominamos sustancia del Tratado Constitucional, se encuentra en el futuro Tratado de la Uni¨®n. Se ha cambiado el envoltorio, pero no el contenido.
"Salvo Irlanda, obligada por su Constituci¨®n, el esp¨ªritu colectivo en estos momentos es no hacer referendos para ratificar el tratado"
"El objetivo y la obsesi¨®n de Tony Blair han sido siempre lograr el Estado palestino. El entorno de Mahmud Abbas le tiene enorme respeto"
P. ?No era fundamental que se llamara Constituci¨®n, que se consagrara la primac¨ªa del derecho comunitario sobre el nacional, la Carta de Derechos Fundamentales? Todo esto se ha perdido.
R. Bueno, la primac¨ªa del derecho se salva con una declaraci¨®n. La Carta de Derechos tiene car¨¢cter vinculante y, si va uno repasando cada uno de los puntos esenciales, est¨¢ todo recogido. Queda el tema de los s¨ªmbolos. Desde luego, en Espa?a intentaremos, a trav¨¦s de una declaraci¨®n nacional, o cuando presentemos un proyecto de ley org¨¢nica para la ratificaci¨®n en el Congreso, introducir una referencia a los s¨ªmbolos, que para nosotros son importantes todav¨ªa. Con esa doble condici¨®n, yo creo que el contenido y el resultado final es bastante satisfactorio.
P. ?Pero se puede decir que Europa avanza?
R. Europa siempre ha avanzado. Siempre ha habido esos momentos de impulso, otros de parada y reflexi¨®n y luego de nuevo impulso. Si miramos lo que se consigue en este Tratado de la Uni¨®n, sobre todo que se ampl¨ªa la votaci¨®n por mayor¨ªa cualificada a 50 nuevas esferas de competencia europea, resulta una Uni¨®n mucho m¨¢s eficaz, m¨¢s capaz de responder a los retos y desaf¨ªos del siglo XXI. Por eso, si se mira en perspectiva, yo creo que es un avance, no un retroceso.
P. Polonia dijo que quer¨ªa cambiar el acuerdo.
R. S¨ª, pero hemos hecho consultas y nos parece que estamos en una situaci¨®n tranquila.
P. ?Y las ratificaciones? Algunos pa¨ªses van a querer referendos.
R. Irlanda es el ¨²nico pa¨ªs que est¨¢ obligado a celebrarlo, por razones constitucionales. Los dem¨¢s, no s¨¦ si alguien al final decidir¨¢ hacerlo, pero el esp¨ªritu colectivo en estos momentos es no hacer referendos.
P. ?Qu¨¦ pasar¨ªa si volviera a salir alg¨²n no?
R. Bueno, nos pondr¨ªamos en una situaci¨®n muy dif¨ªcil, l¨®gicamente, pero yo soy muy optimista y creo que, una vez que todo el mundo est¨¢ pol¨ªticamente convencido de que se ha llegado a un buen acuerdo, lo que necesita la Uni¨®n es olvidarse de ese debate continuo ontol¨®gico sobre lo que es el ser y no ser de Europa para dedicarse a trabajar y actuar en un mundo muy complejo e incierto como es el del siglo XXI.
P. ?Es inevitable que, con tratado o sin ¨¦l, esta Europa avance a dos velocidades?
R. No. El tratado facilita y permite las cooperaciones reforzadas y hay pa¨ªses que s¨ª queremos utilizarlas para avanzar en pol¨ªticas que para nosotros son vitales, como la de inmigraci¨®n, aunque no suscitan la unanimidad ni el inter¨¦s de todos. Pero yo creo que, al final, si las cosas funcionan, todo el mundo quiere participar en ellas. Hay ejemplos en el pasado de pol¨ªticas pioneras, como Schengen, como el euro, que en principio fueron minoritarias.
P. ?La Uni¨®n Mediterr¨¢nea es tambi¨¦n una forma de cooperaci¨®n reforzada o de doble velocidad?
R. No. Yo creo que la idea es empezar un grupo que ya existe para pasar del Proceso Euromediterr¨¢neo a la Uni¨®n Euromediterr¨¢ea. No podemos dejar fuera a todos los restantes pa¨ªses europeos. Cuando lanzamos en 1995 el Proceso de Barcelona, lo llamamos proceso por su dificultad. Pero ha llegado el momento de consolidar el proceso, de dotarlo de instituciones e instrumentos.
P. Los acuerdos de grupos restringidos, como la reciente carta de apoyo a Blair en Oriente Pr¨®ximo, crean f¨¢cilmente roces con las instituciones comunitarias.
R. No, porque ya digo que la orientaci¨®n ¨²ltima tiene que ser euromediterr¨¢nea, aunque eso no impide que algunos pa¨ªses puedan leg¨ªtimamente indicar cu¨¢l es su posici¨®n. Los diez ministros mediterr¨¢neos de la UE no hicimos da?o a nadie por marcar una direcci¨®n que este lunes
discutiremos todos, y no creo que haya tantas diferencias. Yo creo que ha sido un malentendido.
P. ?C¨®mo es posible que una personalidad como Tony Blair, actor clave de la invasi¨®n de Irak y de las mentiras de la guerra, sea hoy su gran esperanza blanca para la paz en Oriente Pr¨®ximo?
R. Porque yo s¨¦ que su objetivo y su obsesi¨®n han sido siempre lograr el Estado palestino. Lo s¨¦ por las m¨²ltiples entrevistas que mantuve con ¨¦l en mi capacidad de enviado especial de la UE para Oriente Pr¨®ximo.
P. ?El perfil de Blair no es m¨¢s de interlocutor con la parte israel¨ª que con los palestinos?
R. El entorno del presidente palestino, Mahmud Abbas, le tiene enorme respeto, y tiene tambi¨¦n un enorme respeto de parte israel¨ª y de parte americana. Desde luego, de lo que estamos todos convencidos es de que, si no se logran de aqu¨ª al final de la Administraci¨®n Bush los dos Estados [palestino e israel¨ª], entraremos en una din¨¢mica extremadamente negativa e imprevisible.
P. ?Le parece realista que haya paz para enero de 2009?
R. Yo creo s¨ª, que todo el mundo est¨¢ esperando esa soluci¨®n y estoy convencido de que, si hay determinaci¨®n pol¨ªtica, es el momento de expresarla.
P. ?No es un poco tarde? ?C¨®mo se va a superar la divisi¨®n palestina?
R. Quiz¨¢s el desaf¨ªo es mayor hoy, pero eso no significa que la soluci¨®n sea diferente. Si hoy nos encontramos en esta situaci¨®n m¨¢s dif¨ªcil y compleja que la de hace tres a?os, quiz¨¢s sea porque hace tres a?os no se tomaron las decisiones sobre los dos Estados que ahora se consideran.
P. ?Cree que el respaldo financiero y pol¨ªtico de EE UU a los palestinos moderados va a ganarles el apoyo de los que no lo son?
R. Si hay una oferta seria de una soluci¨®n para la creaci¨®n del Estado palestino, yo creo que la poblaci¨®n palestina reaccionar¨¢ favorablemente a esa oferta y permitir¨¢, l¨®gicamente, que haya una reconciliaci¨®n entre los distintos grupos y movimientos. Y que la mayor¨ªa de los palestinos apuesten por lo que es esa oferta de la comunidad internacional.
P. Pese a la agudizaci¨®n de la crisis y a las amenazas de Al Qaeda, nuestros vecinos del sur, Marruecos y Argelia, siguen a la gre?a y no se ven posibilidades de soluci¨®n para el conflicto del S¨¢hara.
R. Nosotros seguimos muy preocupados por la falta de unidad magreb¨ª. Hemos invertido muchos esfuerzos desde que llegamos al Gobierno para tratar de resolver el problema del S¨¢hara Occidental, que es el que lastra las relaciones entre Argelia y Marruecos. Lo que s¨ª es verdad es que, tanto con Argelia como con Marruecos, estamos reforzando toda nuestra cooperaci¨®n en materia de lucha contra el terrorismo.
P. ?La llegada de Sarkozy a la presidencia de Francia ha tra¨ªdo alg¨²n cambio para la pol¨ªtica hacia el Magreb?
R. La visita del presidente Sarkozy a Madrid y la concertaci¨®n con Francia, que siempre ha sido para m¨ª un objetivo estrat¨¦gico clave para abordar los problemas del Norte de ?frica, nos hace estar m¨¢s ilusionados, porque ha llegado el momento de que esa divisi¨®n de papeles entre Francia y Espa?a, una promarroqu¨ª, otra proargelina, quede superada. Ahora lo que hace falta es trabajar juntos.
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