?Quieren que saquemos su tesoro?

"Nadie puede saberlo. S¨®lo Odyssey. Y s¨®lo lo sabremos cuando ellos quieran decirlo o cuando les obliguen a hacerlo. Pero yo creo que es La Mercedes". La funcionaria baj¨® la voz al pronunciar el nombre del barco. Hac¨ªa tan s¨®lo cuatro d¨ªas que la empresa estadounidense hab¨ªa anunciado el hallazgo de 500.000 monedas en un pecio de la ¨¦poca colonial, bautizado con el nombre en clave de Cisne Negro. Su hip¨®tesis estaba a¨²n demasiado verde y se basaba en los ¨²ltimos legajos consultados por los historiadores de Odysssey en el Archivo de Indias. Pero aquello ten¨ªa sentido. Si Odyssey dec¨ªa la verdad y el tesoro hab¨ªa sido encontrado en el Atl¨¢ntico, en aguas internacionales, entonces La Mercedes encajaba bien en la historia. "Yo no s¨¦ mucho", prosigui¨® la funcionaria al otro lado del tel¨¦fono, "s¨®lo que se hundi¨® en 1804 en la batalla del Cabo Santa Mar¨ªa. El nombre completo es Nuestra Se?ora de las Mercedes, y se hundi¨® frente a la playa de Faro (Portugal)".

El Gobierno espa?ol y la empresa estadounidense se ver¨¢n hoy las caras en un juzgado de Tampa (Florida)

Hab¨ªa algo m¨¢s que no coment¨® la funcionaria y que explica c¨®mo en tan pocos d¨ªas las autoridades espa?olas ya imaginaban que el tesoro pod¨ªa haber sido encontrado frente a las costas del Algarve. Ese algo m¨¢s aparece en el informe de 109 p¨¢ginas que Odyssey envi¨® a tres ministerios, la Junta de Andaluc¨ªa, la Fiscal¨ªa de C¨¢diz y la Guardia Civil el pasado 6 de julio. Ah¨ª se cuenta como el co fundador de Odyssey, Greg Stemm y su abogado en Espa?a, Jos¨¦ Luis Go?i, se hab¨ªan reunido meses antes en la Direcci¨®n General de Bellas Artes del Ministerio de Cultura.

Fue en noviembre de 2006. En la reuni¨®n estaba presente Elisa Cabo, del ministerio y en ella se discute la posibilidad de que existan otros hallazgos de inter¨¦s cultural o hist¨®rico para Espa?a. Stemm le ofrece la oportunidad de colaborar en los proyectos discutidos. Uno de esos proyectos era el del Cisne Negro. No se concret¨® nada en esa reuni¨®n y no se volvi¨® a hablar del asunto.

Meses despu¨¦s, cuando Odyssey presenta al mundo el hallazgo del que probablemente sea el mayor tesoro del mundo, algunos funcionarios del Ministerio y la Junta suman dos y dos y llegan a la conclusi¨®n de que, quiz¨¢s en aquellas ofertas de colaboraci¨®n estuviese la clave sobre el pecio encontrado.

Todo esto ocurri¨® antes de que la Guardia Civil juntase todas las piezas que le proporcionaron los movimientos de los buques de Odyssey registrados en los controles de Tarifa Tr¨¢fico. Esos movimientos probaban que sus barcos hab¨ªan estado trabajando durante los meses de abril y mayo en una zona cercana a las costas del Algarve, lo que convert¨ªa en buena la hip¨®tesis del Nuestra Se?ora de las Mercedes.

?sa sigue siendo la l¨ªnea de trabajo m¨¢s utilizada por la Guardia Civil y el Ministerio de Cultura. La fragata fue volada en octubre de 1804. Un balazo de unos de los barcos ingleses del comodoro Graham Moore la mand¨® a pique. Fue una derrota memorable de la flota comandada por el brigadier Bustamante. La fragata ten¨ªa oficialmente tres millones de pesos de la ¨¦poca, aunque su carga real podr¨ªa ser mucho mayor.

Ambas partes se ver¨¢n hoy las caras en un juzgado de Tampa, en Florida. El plazo para que Odyssey ofrezca m¨¢s informaci¨®n sobre el hallazgo del Cisne Negro vence en unas horas y por eso las autoridades espa?olas se muestran expectantes ante la posibilidad de que la empresa determine la procedencia del descubrimiento. Si la informaci¨®n facilitada por la compa?¨ªa habla de un tesoro espa?ol, ya sea La Mercedes, o uno de los cientos de pecios espa?oles que se encuentran en la zona del Golfo de C¨¢diz, podr¨ªa iniciarse un litigio por la carga que durar¨ªa a?os.

En la vista oral con el juez y en todo el caso, se dar¨¢n cita adem¨¢s dos modelos de pol¨ªtica arqueol¨®gica. Uno, el anglosaj¨®n, es liberal y procede del antiguo derecho de rapi?a. Esta vieja ley marinera concede el estatus de propietario a aquel que encuentra algo en el mar y

aunque los organismos internacionales han intentado ponerle coto, lo cierto es que a¨²n tiene vigencia para muchos. El otro modelo, el espa?ol, considera leg¨ªtima la b¨²squeda arqueol¨®gica de pecios, siempre que no se comercie con ¨¦l, algo prohibido por la ley de patrimonio espa?ol. Otros arque¨®logos van m¨¢s all¨¢ y consideran que a¨²n es pronto para extraer los pecios espa?oles del fondo del mar. Esa ¨²ltima versi¨®n de la arqueolog¨ªa es la que defiende la Junta de Andaluc¨ªa.

Pocos d¨ªas despu¨¦s de que Odyssey anunciase el descubrimiento de las 500.000 monedas de plata, a la ex ministra de Cultura Carmen Calvo, le sali¨® su lado Indiana Jones al declarar a la prensa: "Deber¨ªan estar en un museo". La frase fue repetida en los blogs y en las webs de aficionados y expertos cazatesoros, casi siempre rebotando la misma pregunta: ?Recibir¨ªa visitas un museo con 500.000 monedas iguales?