Ham¨¢s investiga el asesinato en Gaza de tres hermanas en un 'crimen de honor'

"Hay una ley, y nadie tiene derecho a tomarse la justicia por su mano". Con esta rotundidad se expresaba ayer Islam Shahwan, portavoz del brazo armado del grupo integrista Ham¨¢s, al anunciar ayer la detenci¨®n de dos palestinos sospechosos de asesinar a tres hermanas, en lo que parece un nuevo crimen de honor en Gaza. Con la muerte de estas tres j¨®venes, que ten¨ªan entre 16 y 22 a?os, ya son 12 las v¨ªctimas de este tipo de asesinatos en la franja en 2007. A esta cifra hay que a?adir la muerte de unas 30 mujeres debido a rencillas entre clanes familiares.

Los dos detenidos son un primo y un hermano de las tres j¨®venes, que fueron cosidas a pu?aladas. Se trata del primer crimen de honor perpetrado en Gaza desde que Ham¨¢s se hizo con el control de la franja, a mediados de junio. En su af¨¢n por hacer gala de autoridad, los dirigentes islamistas anunciaron ayer que los sospechosos ser¨ªan llevados ante la justicia.

La impunidad que suele rodear a estos casos en los pa¨ªses ¨¢rabes y musulmanes era a¨²n mayor en la franja de Gaza, donde desde hace varios meses no funciona ning¨²n mecanismo de justicia. El presidente de la Autoridad Nacional Palestina (ANP), Mahmud Abbas, orden¨® al fiscal general en Gaza que no colaborase con las autoridades de Ham¨¢s. El primer ministro islamista, Ismail Haniya, destituido por el propio Abbas, tiene previsto nombrar un nuevo procurador.

"Ham¨¢s se ocupar¨¢ de detener a los criminales y llevarles a los tribunales de justicia", dec¨ªa ayer Shahwan. La aplicaci¨®n de un c¨®digo m¨¢s cercano a la ley isl¨¢mica en Gaza, diferente de la justicia implantada en Cisjordania, ahondar¨¢ las diferencias entre ambos territorios palestinos.

Pero los cr¨ªmenes de honor van m¨¢s all¨¢ de la actual coyuntura de Gaza. Es un fen¨®meno a menudo denunciado y muchas veces silenciado. Adolescentes y mujeres son asesinadas tras ser acusadas por su entorno familiar y social de varios "delitos", como adulterio, no llegar virgen al matrimonio, negarse al casamiento con un hombre no escogido por ella o incluso sufrir una violaci¨®n sexual. En este ¨²ltimo caso, la mujer pasa r¨¢pidamente de ser v¨ªctima a culpable.

Tuma Suleiman, directora de la asociaci¨®n Mujeres contra la violencia, de la ciudad ¨¢rabe israel¨ª de Nazaret, explica: "Seg¨²n la concepci¨®n tradicional, la mujer es la encargada de conservar el honor de la familia, y hay quienes la ver¨¢n como culpable del ataque sexual en su contra. Las mujeres temen la verg¨¹enza de haber herido o da?ado lo que se denomina el honor de la familia".

Los castigos a la mujer acusada de "manchar el honor" van desde la marginaci¨®n social y la expulsi¨®n f¨ªsica hasta el asesinato, como el caso de las tres hermanas. Los asesinatos son perpetrados por un enviado, elegido por la familia o su entorno, que los lleva a cabo como un "deber social".

Las reglas del patriarca

Con esta acci¨®n, el padre de la joven castigada demuestra que sigue siendo el jefe, el patriarca respetado que impone sus reglas, marca la pauta de actuaci¨®n y, sobre todo, restaura el honor perdido. Su mensaje es di¨¢fano: "Sacrifico a mi propia hija para limpiar mi honor y el de mi familia". De lo contrario, el padre o la familia en cuesti¨®n ser¨ªan objeto de un boicoteo consensuado y cumplido a rajatabla. Algunos expertos consideran que "en el momento en que los vecinos, los habitantes, se levanten p¨²blicamente contra este fen¨®meno, estas acciones no se repetir¨¢n".

Una investigaci¨®n realizada en Jordania indica que el 80% de las mujeres que fueron asesinadas en los cr¨ªmenes de honor eran v¨ªrgenes, reflejando que las acusaciones eran falsas, muchas veces nacidas de rumores. En sociedades cerradas, los rumores no corren, sino vuelan y se acumulan hasta llegar a la escena del crimen.

Volviendo a Gaza, varias organizaciones de derechos humanos, entre ellas el grupo Al Mezan, exigieron ayer a las autoridades que terminen con "estos cr¨ªmenes tan deleznables".