"Rasmussen se lo ha ganado"

Alberto Contador lleg¨® a la cima del Aubisque, clav¨® la cabeza sobre el manillar y ah¨ª se qued¨® durante un par de minutos, casi eternos. Exhausto, al levantarse abri¨® la boca buscando aire que llenaran sus pulmones, vac¨ªos por el esfuerzo. En la monta?a que gest¨® la m¨ªstica del ciclismo en los Pirineos, enorme, inmensa, el de Pinto se dej¨® las fuerzas que le quedaban despu¨¦s de tantos d¨ªas pedaleando por la Galia y se sinti¨® orgulloso. Por derecho, puede hacerlo: "Promet¨ª que lo intentar¨ªa, dije que atacar¨ªa hasta el final porque no quer¨ªa irme a casa sin haberlo intentado todo por vestirme de amarillo y lo he hecho. He cumplido con la afici¨®n", asegur¨®. Seguramente, una conducta m¨¢s conservadora le hubiera permitido pelear por la etapa. Contador lo sabe pero le da igual: "He ido justito todo el d¨ªa, no he estado fino. Pero escog¨ª atacar a Rasmussen porque se lo deb¨ªa a toda esa gente que lleva d¨ªas anim¨¢ndome en cada cuesta de la carretera". Lo intent¨® en vano, con m¨¢s orgullo que fuerzas, con m¨¢s coraz¨®n que cabeza. De nada le sirvi¨®. Ayer le pes¨® hasta ese maillot blanco que le identifica como el mejor corredor joven de este su segundo Tour.

"No s¨¦, igual me he hidratado mal", se pregunt¨® el corredor madrile?o

"Era como llevar una pelota de golf en la boca", dijo el l¨ªder, al que una abeja pic¨® en el labio

"No s¨¦, igual me he hidratado mal", se pregunt¨® el corredor madrile?o. Contador manej¨® malas sensaciones durante la jornada y al final se consol¨®: "Para lo justito que he ido toda la etapa, el resultado no ha estado nada mal", reconoci¨® el mozo del Discovery, con motivos para sentirse satisfecho. "Tengo 24 a?os, llevo casi tres semanas dando pedales en el Tour y, subiendo el Aubisque, el l¨ªder s¨®lo me ha sacado 30 segundos. Estoy muy orgulloso de lo que he hecho", insisti¨® Contador, que se llev¨® al hotel la sensaci¨®n de que, de haber sido m¨¢s conservador, cuando menos habr¨ªa podido disputar la etapa, pero en las ¨²ltimas rampas de la vuelta a Francia, cuando vio el cartel de 5 kil¨®metros para meta, escogi¨®. Le quedaba un vatio en las piernas y lo sab¨ªa; busc¨® el pi?¨®n de ataque, apret¨® el culo y le dio al pedal. "No era mi d¨ªa, pero he preferido atacar que irme a casa con algo dentro. No me he guardado nada. Tengo 24 a?os y he tratado de ganar el Tour. Eso es mucho".

"El Tour es de Rasmussen, se lo ha ganado en la carretera", convino Contador al bajar del podio. Quedan cuatro etapas para llegar a Par¨ªs y tiene la sensaci¨®n de que todo el pescado ya est¨¢ vendido. "No ha habido manera. Ha sido el m¨¢s fuerte; el Tour es suyo. Subiendo no hay quien le haga sombra, lo ha dejado muy claro otra vez. Es una l¨¢stima para m¨ª, pero debo asumirlo. Ha sido mejor que todos". No hubo un excesivo lamento, s¨®lo un juicio exacto de la realidad, propio de un tipo inteligente que sabe de d¨®nde viene, d¨®nde est¨¢ y que intuye lo que le espera. "No me conformo con lo que he conseguido, volver¨¦ a intentarlo", dijo antes de valorar lo que venido siendo la carrera: "Creo que el Tour ha sido muy bonito y me llevo el orgullo de haber colaborado en dar espect¨¢culo a la gente. Lo pide y lo merece", zanj¨®. En la cima del Aubisque s¨®lo hubo un lamento. Para el positivo de Vinok¨²rov: "Ha venido a enturbiar un Tour que ha hecho disfrutar a la gente".

La gente, sin embargo, no parece muy contenta con Rasmussen de amarillo. "Ahora entiendo a Armstrong... El respeto que le ten¨ªa ha aumentado este a?o", se?al¨® el ciclista dan¨¦s, consciente de que el p¨²blico le pit¨® antes, durante y al final de la prueba. Lo interpret¨® a su manera: "Estaban frustrados por el positivo de Vinok¨²rov y ha descargado sobre m¨ª". Rasmussen, a quien pic¨® una abeja en el labio bajando el ¨²ltimo puerto -"he tenido la sensaci¨®n de llevar una pelota de golf en la boca toda la subida del Aubisque", explic¨®- cree que la ventaja le permite so?ar con lograr su primer Tour. Pero fue cauto: "El Tour no se gana hasta Par¨ªs. No olvido que hace dos a?os, en la ¨²ltima contrarreloj, me ca¨ª tres veces y perd¨ª un puesto en el podio, as¨ª que debo esperar para sentirme vencedor del Tour". Lleno de rabia, desafiante ante las c¨¢maras de televisi¨®n, el l¨ªder malquerido del Tour acab¨® atizando a Contador: "Cada vez que ataca se refugia entre las motos", dijo, haciendo amigos, con voz rabiosa y unas at¨®micas gafas de espejo azul tap¨¢ndole la mirada.