El funeral del Rabobank
El equipo holand¨¦s toma la salida entre los abucheos del p¨²blico y las presiones del patrocinador
La larga noche del mi¨¦rcoles, en una sala del Hotel Palais des Sports de Pau, reunidos en asamblea, los ciclistas del Rabobank que siguen en carrera decidieron que ayer no empezar¨ªan la etapa, en solidaridad con su compa?ero Michael Rasmussen, apartado por el m¨¢nager del equipo bajo las presiones del Tour y del banco holand¨¦s que cada a?o pone 11 millones de euros para mantener al equipo en competici¨®n. "Ateneos a las consecuencias, vosotros y los auxiliares", avisaron portavoces del banco al tener noticia de la decisi¨®n del equipo. Consecuencia: pasaron el control de firmas y todos menos Menchov, que se baj¨® en el avituallamiento, llegaron a meta, juntos, en la cola de un pelot¨®n que llevan encabezando todo el Tour.
"No quiero ser ciclista nunca m¨¢s", dice Boogerd, que agredi¨® a un espectador
Hace nueve a?os, en una situaci¨®n semejante -el TVM fue apartado de la carrera tras la detenci¨®n de un mec¨¢nico al que le chorreaba el coche de sangre en bolsas-, el pelot¨®n dej¨® a los ciclistas que llegaran, juntos, los primeros. Ayer la solidaridad que les manifestaron durante la ruta muchos compa?eros no se vio en la tele. La escenificaci¨®n del desasosiego que invade al equipo fue muy diferente: Boogerd, en la salida, le peg¨® un pu?etazo a un aficionado, en el inicio del funeral protagonizado por un equipo que baj¨® del Aubisque con el maillot amarillo en el autocar y que, apenas horas despu¨¦s, descubri¨® que tres semanas de pelea en las carreteras de Francia no hab¨ªan servido para nada. "No ten¨ªamos ganas de nada, el d¨ªa ha sido muy duro. La gente nos ha abucheado a la salida y eso nos ha dolido", reconoci¨® Flecha, que sin embargo cree que el ciclismo "no se muere".
En Pau, en la salida, Boogerd le peg¨® un pu?etazo a un espectador, que pag¨® por insolente, pero tambi¨¦n por la UCI, por el Tour, por la federaci¨®n danesa, por el patrocinador chantajista -"sois unos empleados"- y por la rabia contenida del corredor, al que le quedan en esto dos telediarios. "No quiero ser ciclista nunca m¨¢s, no tengo ninguna ilusi¨®n ni ganas de seguir en esto. Es mi ¨²ltimo a?o y en el futuro me dedicar¨¦ a cualquier cosa antes que seguir en el ciclismo", asegur¨® el corredor de Gravenhage. "Hemos trabajado muy duro para que Rasmussen ganara el Tour y, sin pruebas, nos han quitado el premio". Y resumi¨®, harto: "Yo me voy".
No ser¨¢ el ¨²nico que se ir¨¢ a casa como consecuencia del caso Rasmussen. Si no cambia de opini¨®n durante las pr¨®ximas horas, Theo de Rooy, m¨¢nager del equipo, se largar¨¢ tambi¨¦n el lunes. As¨ª lo ha confesado en petit comit¨¦. Est¨¢ por ver qu¨¦ har¨¢ Erik Breukink, director t¨¦cnico del equipo: "Los directores no hemos tenido nada que ver con la decisi¨®n de que el equipo siga en carrera. Han sido los ciclistas, en conciencia, los que han decidido correr", asever¨®. "Tampoco con lo de Rasmussen", advirti¨® consciente que los expertos de mercadotecnia del patrocinador prefirieron los 15 millones de impacto publicitario que, calculan, les supone estar en el Tour a las habladur¨ªas sobre el ciclista. "Nadie ha pensado en Michael. Su vida est¨¢ destrozada y esto le perseguir¨¢ para siempre. Yo no estoy enfadado con Rasmussen", concluy¨® su director.
El ciclista, que se supone ya est¨¢ en su casa del Lago di Garda (Italia), habl¨® ayer para el rotativo BT: "Los due?os del equipo se han vuelto locos, yo no ment¨ª, no he hecho nada grave", dijo a pesar de tener dos advertencias de la UCI por no dar explicaciones de su paradero. "Es mentira que estuviera en Italia, estaba en M¨¦xico, y no ten¨ªa ni cobertura de m¨®vil. ?Qu¨¦ he de hacer, llevar un fax a la espalda?", se preguntaba Rasmussen, que se reconoce destrozado por su expulsi¨®n. "Estoy hasta las narices, han arruinado mi vida y mi carrera deportiva. Es un golpe tremendo. Ahora, no s¨¦ ni qu¨¦ hacer ni d¨®nde ir".
Sus compa?eros recorrieron la distancia entre Pau y Castelsarrasin como alma en pena. "No recuerdo un equipo m¨¢s triste. Somos una familia y nos falta un hermano", asegur¨® uno de los masajistas del grupo, rodeado de ciruelos, en medio de Francia, cariacontecido, en el funeral del Rabobank.
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